En cuanto a la proposición realizada por el Hno. V,*Un sueldo de $ 25 dólares por semana y 30 por ciento sobre las operaciones quirúrgicas, con un contrato por cinco años, y un mes libre por año para estudiar por cuenta propia.—Los compiladores. soy del mismo parecer que Ud. No podemos permitirnos iniciar el plan de sueldos elevados. Esto constituyó la desgracia de la gente en Battle Creek, y tengo algo que decir acerca de este punto. Tenemos delante de nosotros un vasto campo de obra misionera. Debemos estar seguros de que atendemos los requerimientos de Cristo, quien se dio a sí mismo para nuestro mundo. No deberíamos dejar de hacer ninguna cosa que podemos realizar. Debe haber aseo y orden. Y debe hacerse todo lo posible para demostrar escrupulosidad en todo sentido. Pero cuando se trata de pagar veinticinco dólares por semana, más un buen porcentaje sobre el trabajo de cirugía que se haga, se me reveló en Australia que esto no podría ser, porque nuestra reputación está en juego. Se me dijo que muchos sanatorios se establecerían en la parte sur de California, porque mucha gente acudiría a ese lugar. Muchos buscarían ese clima. 2MS 228.3
Debemos actuar de acuerdo con el consejo dado por Dios, y cada uno de nosotros debe estar preparado para seguir el ejemplo de Jesucristo. No podemos consentir en pagar sueldos extravagantes. Dios quiere que sus colaboradores médicos cumplan con esta invitación: “Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas”. Mateo 11:29.—Carta 309, 1905. 2MS 229.1