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Obediencia versus emoción o arrobamiento 2MS 19

Existe el peligro de que los que se encuentran en nuestras filas cometan un error concerniente a la recepción del Espíritu Santo. Muchos suponen que una emoción o un rapto de los sentimientos constituyen una evidencia de la presencia del Espíritu Santo. Hay peligro de que no se comprendan los sentimientos correctos, y de que las palabras de Cristo: “Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado” (Mateo 28:20), pierdan su significación. Se corre el peligro de que invenciones extravagantes y fantasías supersticiosas tomen el lugar de las Escrituras. Decid a nuestro pueblo: “No estéis impacientes por introducir algo que no haya sido revelado en la Palabra. Manteneos cerca de Cristo”... 2MS 19.2

Recordemos que la Palabra que Cristo nos ha ordenado predicar a todas las naciones, tribus, lenguas y pueblos es confirmada por el Espíritu Santo. Este es el plan de trabajo de Dios. Cristo es el poder eficaz que confirma la Palabra llevando a los hombres y las mujeres, mediante la conversión a la verdad, a una fe inteligente, y poniéndolos en disposición de hacer cualquier cosa que él haya ordenado. El instrumento humano, el instrumento visible, ha de predicar la Palabra, y el Señor Jesús, el instrumento invisible, mediante su Espíritu Santo, ha de hacer que la palabra sea eficaz y poderosa.—Carta 105, 1900. 2MS 19.3