Los cristianos no debieran empeñarse en convertirse en un hazmerreír vistiéndose en forma diferente del mundo. Pero si al poner en práctica sus convicciones de lo que corresponde respecto a vestir modesta y saludablemente se encuentran fuera de moda, no debieran cambiar su vestido a fin de asemejarse al mundo. Debieran manifestar una noble independencia y valor moral de hacer lo correcto aunque todo el mundo difiera de ellos.—Testimonies for the Church 1:458; Conducción del Niño, 388. 3MS 277.1