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Relación de la visión con su redacción y la práctica 3MS 317

Y aquí declaré que aun cuando dependo tanto del Espíritu del Señor para redactar mis visiones como para recibirlas, las palabras que utilizo para describir lo que veo son mis propias palabras, a menos de que me sean dichas por un ángel, en cuyo caso siempre las pongo entre comillas. 3MS 317.2

Al escribir sobre el asunto del vestido, la visión de estos tres grupos revivió en mi mente con tanta claridad como cuando los observaba en la visión; pero se me dejó describir el largo debido del vestido en mi propio lenguaje, lo mejor que pudiera, lo cual he hecho cuando digo que el borde del vestido debe llegar hasta cerca del borde superior de una bota de mujer; y esto es necesario para estar libre de la suciedad de la calle en las circunstancias antes mencionadas. 3MS 317.3

Yo me puse un vestido cuyo largo era tan parecido al que había visto y descrito, según yo lo podía juzgar. Mis hermanas en el norte de Míchigan también lo adoptaron. Y cuando se llegó al tema de las pulgadas [altura] a fin de asegurar la uniformidad en cuanto al largo en todas partes se usó una regla, y se halló que el largo de los vestidos fluctuaba a una altura del piso, entre 20 y 24 cm (8 a 10”) Algunos de éstos eran un poco más largos que la muestra que me fue presentada, mientras que otros eran un poco más cortos.—The Review and Herald, 8 de octubre de 1867. 3MS 317.4