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Llenando las filas de los obreros NBEW 304

“Al mirar los rostros de hermanos probados que son preciosos a la vista del Señor, y al ver que algunos de ellos estaban casi a punto de deponer la armadura, ... se despertó la siguiente pregunta en mi mente: ¿Quién vendrá a ocupar los lugares de estos maduros y gastados soldados de la cruz? ¿Quién se consagrará a la obra del Señor?... ¿Quiénes son los que tienen el conocimiento de la verdad, y que aman tanto a Jesús y a las almas por las cuales él murió como para negarse a sí mismos, para elegir el sufrimiento como parte de la religión, y para salir fuera del campamento, llevando el reproche de Cristo?... NBEW 304.1

“¿Quién pondrá en uso los talentos que le fueron prestados por Dios, sean grandes o pequeños, y trabajará con humildad, aprendiendo diariamente en la escuela de Cristo, e impartiendo ese precioso conocimiento a los demás? ¿Quiénes verán lo que debe ser hecho y lo harán? ¿Y cuántos presentarán excusas, y se sentirán atados con intereses mundanos? Cortad las cuerdas que os atan, e id a la viña a trabajar por el Maestro. NBEW 304.2

“En todo departamento de la causa de Dios se necesitan ayudadores consagrados, que teman a Dios y se dispongan a trabajar; hombres de cerebro, hombres de intelecto, que salgan como ministros y colportores. Hermanos y hermanas, ascienda de vuestros labios la oración de fe a Dios para que el Señor levante obreros y los envíe a los campos de la mies; pues la cosecha es grande y los obreros pocos”.4The Review and Herald, 20 de noviembre de 1883. NBEW 305.1