Por el empleo de carteles, símbolos y representaciones de diversas clases, el predicador puede hacer que la verdad se destaque clara y distinta. Esto le es una ayuda, y está en armonía con la Palabra de Dios. Pero cuando el obrero hace tan costosas sus labores que otros encuentran imposible el conseguir de la tesorería suficientes recursos para sostenerlos en el campo, el primero no trabaja en armonía con el plan de Dios. OE 368.4
La obra se ha de hacer en las grandes ciudades según la orden de Cristo y no como una representación teatral. Lo que glorifica a Dios no es una representación teatral sino la presentación de la verdad en el amor de Cristo. OE 369.1