Go to full page →

“De gracia recibisteis, dad de gracia” 9TPI 40

La abnegación es la nota tónica de las enseñanzas de Cristo. Con frecuencia se la presenta y prescribe con un lenguaje que causa la impresión de ser autoritario, porque Dios ve que no hay otro modo de salvar al ser humano fuera de extirpar el egoísmo de su vida, que degradaría la totalidad del ser si se lo conservara. 9TPI 40.1

Cristo se hizo pobre para que nosotros participáramos del “cada vez más excelente y eterno peso de gloria”. 2 Corintios 4:17. Debemos practicar la misma abnegación que lo indujo a entregarse hasta la muerte en la cruz para hacer posible que los seres humanos pudieran gozar de la vida eterna. Cada vez que pensemos gastar de nuestros recursos, debemos esforzamos por satisfacer el propósito de Aquel que es el alfa y la omega de todo esfuerzo cristiano. 9TPI 40.2

Debemos colocar en la tesorería del Señor todos los recursos que logremos economizar. Hay campos necesitados y sin evangelizar que claman por esos recursos. Desde muchos países llega el urgente pedido: “Pasa... y ayúdanos”. Nuestros miembros de iglesia debieran sentir un profundo interés en las misiones de este país y del extranjero. Recibirán grandes bendiciones cuando hagan esfuerzos abnegados para plantar el estandarte de la verdad en un nuevo territorio. El dinero invertido en esta obra producirá cuantiosas ganancias. Nuevos conversos que se regocijan en la luz recibida de la palabra, darán a su turno de sus propios recursos para llevar la luz de la verdad a otras personas. 9TPI 40.3