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La verdad como unidad 8TPI 187

El pueblo de Dios no debe hallarse confuso, carente de orden, armonía, constancia y belleza. Se deshonra grandemente a Dios cuando existe la desunión entre el pueblo de Dios. La verdad es única. La unidad que Dios exige debe cultivarse día tras día si hemos de contestar la oración de Cristo. No demos lugar a la desunión que lucha por surgir entre los que profesan creer el último mensaje de misericordia que ha de darse al mundo, porque ella sería un temible impedimento para el avance de la obra de Dios. Sus siervos deben ser uno, como Cristo es uno con el Padre; sus facultades, iluminadas, inspiradas y santificadas, deberán estar unidas para formar un todo cabal. Los que aman a Dios y guardan sus mandamientos no se distanciarán unos de otros; antes procurarán estar juntos. 8TPI 187.1