En la Palabra de Dios se nos muestran las consecuencias que tiene la proclamación del mensaje del tercer ángel. “Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo”. Apocalipsis 12:17. La negativa a obedecer los mandamientos de Dios, y la resolución de albergar odio contra los que proclaman estos mandamientos, lleva a la guerra más resuelta de parte del dragón, cuyas energías enteras se dedican a oponerse al pueblo de Dios que guarda los mandamientos. “Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les pusiese una marca en la mano derecha, o en la frente; y que ninguno pudiese comprar ni vender, sino el que tuviese la marca o el nombre de la bestia, o el número de su nombre”. Apocalipsis 13:16, 17. 8TPI 128.2
La señal o sello de Dios se revela en la observancia del séptimo día, monumento recordativo de la creación por el Señor. “Habló además Jehová a Moisés, diciendo: Tú hablarás a los hijos de Israel, diciendo: En verdad vosotros guardaréis mis días de reposo; porque es señal entre mí y vosotros por vuestras generaciones, para que sepáis que yo soy Jehová que os santifico”. Éxodo 31:12, 13. En este pasaje el sábado se designa claramente como señal entre Dios y su pueblo. 8TPI 128.3
La marca de la bestia es lo opuesto a esto; la observancia del primer día de la semana. Esta marca distingue a los que reconocen la supremacía de la autoridad papal de aquellos que reconocen la autoridad de Dios. 8TPI 128.4