Se me ha mostrado que ha llegado el momento de realizar una obra más eficaz en el este. Por fin se ha sentido allá la necesidad de organización y orden. Ahora los ministros no se sentirán obligados a trabajar bajo las circunstancias desanimadoras que imperaban antes. El ángel de la misericordia bate sus alas sobre el este. Dijo el ángel: “Fortaleced las cosas que quedan. Proclamad el mensaje a quienes no lo han oído”. Hay algunos en el este que correrán peligro de ir a extremos cuando el Señor reavive su obra entre ellos. Debieran recordar que el Señor alejó su obra de ellos y la llevó al oeste para humillarlos, y para subyugar el espíritu de independencia y rebelión que habían manifestado, y ayudarles a apreciar mejor los esfuerzos de sus fieles siervos. 1TPI 346.1