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Mensajera del Señor

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    Campestres uno detrás del otro

    Para Jaime y Elena White, los campestres parecían estar unidos, casi sin separación. Por ejemplo, el campestre de Kansas a fines de mayo de 1876, donde Elena se encontraría con Jaime. Ella estaba viniendo de la costa oeste, todo el tiempo ocupada en escribir el primer tomo sobre la vida de Cristo. Después de seis días de sufrimiento, el tren, en vez de llegar el viernes, vino con atraso. Ella llegó al lugar del campamento temprano el sábado de mañana, después de un viaje de 32 kilómetros (20 millas) en un carro rural sobre caminos ásperos. Jaime escribió sobre esto en la revista Signs of the Times: “Cansada, por supuesto, con poco sueño y temblando con un dolor de cabeza nervioso, toma el púlpito a las 10:30 a.m., y es maravillosamente sostenida en su esfuerzo”.MDS 85.6

    Elena de White habló varias veces en las reuniones vespertinas y el martes de mañana se levantó a las 4:00 de la madrugada para una “preciosa reunión social de despedida”. 31Id, t. 3, pp. 36-37.MDS 85.7

    Para el 4 de julio los White habían hablado muchas veces en los seis campestres. Antes de seguir viaje al campestre de Ohio, fueron rápidamente a su casa en Battle Creek para retomar aliento. Elena les escribió a William y Mary (casados a principios de ese año) describiéndoles la celebración del 4 de julio [el día patrio de los Estados Unidos]: “Algunas cosas fueron realmente interesantes y otras ridiculas, pero no puedo escribir. He estado bajo presión por tanto tiempo y ahora me doy cuenta de mi estado y no [ siento que] soy muy inteligente. Papá, Mary [Clough] o yo no podemos hacer nada ahora. Estamos débiles y sin cuerda como un reloj viejo”. 32Id., p. 42.MDS 86.1

    Unos pocos días más tarde se dirigieron al este para la siguiente serie de campestres. En Norwalk, Ohio, 2.500 personas; en Groveland, Massachusetts, una asistencia aproximada de 20.000 personas (la mayor audiencia a la que Elena de White se dirigió). Al escribirle a William durante esta gira, ella le comentó como una madre: “Tu padre y tu madre están abrumados por el trabajo. Me veo vieja y agotada por la misma razón de que no tenemos descanso. Trabajamos duramente. Tu padre hace el trabajo de tres hombres en todas esas reuniones. Nunca vi aun hombre trabajar tan energéticamente, con tanta constancia, como tu padre. Dios le da una energía más que mortal. Si hay algún lugar difícil, tu padre lo toma”. 33Id., p. 44.MDS 86.2

    Este programa de trabajo de 1876 no era inusitado. También fue característico el horario de predicación de 1880. Jaime no estaba bien; el exceso de trabajo le había provocado varios derrames cerebrales. Su deseo era envejecer elegantemente, pero era más fácil decirlo que hacerlo. Las circunstancias parecían despertar pensamientos y palabras ásperos, insensitivos. El viejo guerrero continuaba la lucha, deseando que otros llevasen la carga más eficientemente.MDS 86.3

    Mientras Elena de White estaba cumpliendo compromisos en campestres de la costa oeste, recibió un telegrama de Jaime en el que la instaba a unírsele para atender pedidos “desde Maine a Dakota, y de Michigan a Kentucky”. A pesar de su recargado programa de asuntos que tenía que escribir, el 26 de julio ella y Lucinda Hall tomaron el “tren lento” hacia el este. El “tren lento” costaba menos, pero el viaje les requirió nueve días. Llegaron a Battle Creek el mediodía del miércoles. A las 8:00 p.m. ella y Jaime tomaron el tren para un viaje de dos horas a Jackson. Después de pasar la noche con amigos, partieron al día siguiente para Alma y llegaron antes de que oscureciera, justo a tiempo para que ella hablase en la reunión vespertina.MDS 86.4

    Pasaron los dos meses siguientes viajando, semana tras semana, a diferentes campestres. Estos incluían Maine, Massachusetts, Vermont, Nueva York, Ohio, Indiana y el campestre nacional en Battle Creek, Michigan, del 2 al 9 de octubre. En la mayoría de ellos permanecieron de tres a cinco días, pero siempre incluían el sábado y el domingo. Todo esto no se hacía en automóviles sobre carreteras pavimentadas, sino en esos trenes antiguos y otros vehículos tediosos; una hazaña que cansaría hoy día al más endurecido viajero que anda en los automóviles o autobuses más confortables. 34Id., pp. 142-143. Ver también p. 104.MDS 86.5

    A lo largo de esos años ocupados, Elena de White suplía anualmente a la Review and Herald y a Signs of the Times con veintenas de artículos. La escritura del tomo 4 del Spirit of Prophecy (Espíritu de profecía) (The Great Controversy Between Christ and Satan [El gran conflicto entre Cristo y Satanás]), aunque retrasada por sus muchos compromisos de predicación, siempre estaba en su mente.MDS 86.6

    Sin embargo, a comienzos de 1884, decidió completar este apremiante manuscrito: “Escribo cada día. Es mi intención tener completado mi libro el mes próximo y apenas puedo escribir una carta; este asunto me absorbe todo el tiempo”. 35Id., p. 241.MDS 86.7

    Al escribir a Harriet Smith, la esposa de Uriah, ella redactó este toque personal: “Al escribir mi libro, me siento intensamente conmovida. Quiero que salga tan pronto como sea posible, porque nuestro pueblo lo necesita tanto. Lo completaré el mes próximo si el Señor me da salud como lo ha hecho [hasta el momento]. No he podido dormir por las noches, pensando en las cosas importantes que ocurrirán. Alo sumo duermo tres horas, y a veces cinco. Mi mente está tan profundamente conmovida que no puedo descansar. Siento que debo escribir, escribir, escribir, y no demorar”.MDS 86.8

    Antes de que pudiese terminar, cumplió con tres compromisos de campestres. Durante las pocas semanas finales, le escribió a William para pedirle que le trajese “otra buena pluma fuente”. 36Id., p. 242.MDS 87.1

    Sólo una profunda consagración al deber y energía provista divinamente, año tras año, pueden explicar setenta años de logros asombrosos bajo las más difíciles condiciones. 37Los dos años de Elena de White en Europa parecieron aun sobrepasar su programa de trabajo en Norteamérica por su actividad prodigiosa como escritora, oradora y por sus viajes, a menudo bajo las más severas condiciones. Ver Delafield, Elena G. de White en Europa.MDS 87.2

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