Loading...
Larger font
Smaller font
Copy
Print
Contents

Manuscritos Inéditos Tomo 3 (Contiene los manuscritos 162-209)

 - Contents
  • Results
  • Related
  • Featured
No results found for: "".
  • Weighted Relevancy
  • Content Sequence
  • Relevancy
  • Earliest First
  • Latest First
    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents

    Manuscrito 201 - Material inédito de Elena G. de White para su uso en la compilación que presenta los «Principios de la verdadera ciencia”

    Adán y Eva, hechos a imagen de Dios. Dios es un ser; y el ser humano fue creado a su imagen. Cuando el Señor lo creó a su imagen, el ser humano era perfecto en todo sentido, pero no tenía vida. Entonces un Dios personal y que existe por sí mismo sopló en esa masa de barro el aliento de vida, y el ser humano llegó a ser un ser viviente, inteligente y que respiraba. Todas las piezas de la maquinaria humana se pusieron en movimiento. Se sometieron a las leyes físicas el corazón, las arterias, las venas, la lengua, las manos, los pies, las percepciones mentales y los sentidos. Entonces el hombre llegó a ser un alma viviente.— Manuscrito 117, 1898.3MI 263.1

    El aire, viciado por los poderes de las tinieblas. Ya el Señor ha permitido que algunas gotas de las copas de la ira de Dios cayeran sobre tierra y mar, las cuales afectaron a los elementos del aire. Las causas de estas condiciones anormales en vano están siendo investigadas.3MI 264.1

    Dios no ha impedido que los poderes de las tinieblas hagan su obra mortífera de viciar el aire, una de las fuentes de vida y alimento, con sustancias nocivas. No solo ha sido afectada la vida vegetal, sino que el ser humano mismo sufre de pestilencia. Han estallado el cólera y enfermedades inexplicables [...].3MI 264.2

    Estas cosas son el resultado de gotas de las copas de la ira de Dios que se derraman sobre la tierra, y son pálidas representaciones de lo que acontecerá en el cercano futuro.— Manuscrito 24, 1891.3MI 264.3

    La alopatía no debe ser promovida. Pero en ningún caso ha de alzarse usted, como hacen los médicos del mundo, para exaltar la alopatía por encima de toda otra práctica, y llamar a todos los demás métodos curanderismo y error; porque, desde el comienzo hasta el momento actual, los resultados de la alopatía han constituido una exhibición más que objetable. Ha habido pérdida de vida en su sanatorio porque se han administrado fármacos, y estos no han permitido que la naturaleza haga su trabajo de restauración. La medicación a base de fármacos ha deshecho el poder de la maquinaria humana, y los pacientes han fallecido. Otros se han llevado los fármacos consigo, haciendo menos eficaces los remedios simples que la naturaleza usa para restaurar el sistema. Los alumnos de su institución [el Sanatorio de Battle Creek] no han de ser formados para que consideren los fármacos como una necesidad. Han de ser formados para dejar los fármacos en paz.— Carta 67, 1899.3MI 264.4

    Los ángeles destructores traen desastres y destrucción . El tiempo de angustia, angustia cual nunca fue desde que hubo gente, está directamente sobre nosotros, y somos como las vírgenes que se durmieron. Hemos de despertar y pedir al Señor Jesús que ponga debajo de nosotros sus brazos eternos y que nos lleve durante el tiempo de prueba que hay ante nosotros.3MI 264.5

    Apartemos nuestra atención de las cosas insignificantes y entreguémonos a Dios. Apenas soñamos que a los ángeles destructores ya se les permite traer desastres y destrucción a su paso.— Carta 54, 1906.3MI 265.1

    La luz de los ángeles ha sido vista en ocasiones. Los ángeles tienen el encargo de proteger cada familia. Cada cual está al cuidado de un ángel santo. Estos ángeles son invisibles, pero a veces permiten que su luz resplandezca tan nítidamente que se los puede reconocer. Creo que este es el caso en la revelación que usted tuvo. Esta manifestación le enseña que el Señor la ama y que sus ángeles la están protegiendo. Usted está siendo protegida por el poder de Dios.3MI 265.2

    Muchas cosas semejantes van a ocurrir. Esta manifestación de luz se le dio para animarla, tal como usted lo ha dicho, a hacer el bien. Usted ha tenido una vislumbre de la luz de Dios, y ello debiera animar mucho su corazón, infundiéndole agradecimiento. Todos nosotros debiéramos estar siempre agradecidos por la verdad de que los ángeles celestiales nos están cuidando constantemente. Muchos, si hubieran visto la luz que usted vio, se habrían regocijado y estarían agradecidos.— Carta 82, 1900.3MI 265.3

    El poder de los ángeles sobre la mente y la voluntad humanas . Si se les permite, los ángeles malignos obrarán en la mente de los hombres hasta que no tengan mente ni voluntad propias. Los hombres son dirigidos como fueron dirigidos los ángeles expulsados del cielo. Bajo la influencia de Satanás, estos ángeles expresaron sentimientos directamente opuestos a la lealtad a Dios. Así se corrompió la familia de Dios en el cielo.— Manuscrito 64, 1904.3MI 265.4

    La crueldad hacia los animales.— Sus erróneos hábitos de alimentación han influido en sus facultades morales hasta tal punto que usted no tiene el espíritu de un cristiano. Su temperamento es perverso, y su trato de los animales irracionales es malo.3MI 265.5

    Se me ha retrotraído al pasado en su vida, y he visto el espíritu que se revela en usted, obrando el mal. Usted se deleita hiriendo y magullando. Si la ternura de Cristo estuviera en su corazón, no trataría a los animales como lo hace. ¿Se comportaría Jesús como lo ha hecho usted?—Carta 19, 1896.3MI 265.6

    La ansiedad, no el trabajo, agota a los seres humanos . No es el trabajo lo que agota a los seres humanos, sino la tristeza, la ansiedad y la preocupación.— Carta 205, 1905.3MI 266.1

    La destreza en los oficios comunes es un don de Dios . Los jóvenes han de aprender a trabajar con interés e inteligencia para que, dondequiera que estén, puedan ser respetados porque tienen conocimiento de aquellas disciplinas que son tan esenciales para la vida práctica. En lugar de ser jornaleros bajo un capataz, han de esforzarse por ser maestros de su oficio para situarse donde puedan exigir una paga como buenos carpinteros, impresores o como instructores de los trabajos agrícolas.— Manuscrito 105, 1898.3MI 266.2

    La Biblia, una historia fiable de la creación. El sofisma relativo a que el mundo fuera creado en un período indefinido de tiempo es una de las falsedades de Satanás. Dios habla a la familia humana en un lenguaje que esta puede comprender. No deja el asunto tan indefinido que los seres humanos puedan abórdalo según sus propias teorías.— Carta 31, 1898.3MI 266.3

    La transformación de los alimentos en sangre. La transformación del alimento en sangre buena es un extraordinario proceso, y todos deberíamos estar informado respecto de este asunto. Para que los jugos gástricos se puedan poner en acción y que la saliva se mezcle con los alimentos, los dientes deben hacer su trabajo con cuidado y de forma cabal. Cada órgano del cuerpo conserva parte de los nutrientes para mantener sus diferentes partes en acción. Al cerebro se le debe proporcionar su parte, a los huesos su porción. El gran Maestro constructor está obrando en cada momento, para suplir lo necesario a cada músculo y tejido, desde el cerebro hasta la punta de los dedos de las manos y los pies, a fin de dar vida y fortaleza.3MI 266.4

    Día a día, la estructura humana lleva a cabo su trabajo bajo el gran Maestro Arquitecto, que supervisa cada función del cuerpo, buscando convertirlo en un templo glorioso para sí mismo.— Carta 17, 1895.3MI 266.5

    Efectos del estrés y del exceso de trabajo en los vasos sanguíneos .Vengo escuchando las palabras de mi Guía en relación con el pastor , y la sustancia de las mismas era esta:3MI 266.6

    Al ser atraída la sangre al punto más débil, hay un desgaste del canal a través del cual circula la sangre. Esta condición de las cosas está haciendo crítico su estado, y será preciso que sus hermanos ejerzan gran cautela, para que no puedan excitarlo por ningún pro- ceder. A no ser que el agente humano cambie su proceder en un trabajo continuo, y se someta para hacer que la paz de Dios gobierne su corazón, habrá una precipitación de sangre hacia el cerebro, que lo inhabilitará para el trabajo. Contrarrestará su propio trabajo. El Señor no ayudará a su siervo, no puede hacerlo, a no ser que coopere con Dios, a no ser que deje de preocuparse y confíe en el Señor [...].3MI 267.1

    Pastor , aparte su mirada de sí mismo. No confíe en usted mismo. Tenga fe en Dios. Por sus apasionadas emociones, las venas sanguíneas están llenas de sangre, y usted corre el grave peligro de perder su vida. Por lo tanto, usted precisa ponerse en una posición en la que no tenga sobre sí la presión de la necesidad del trabajo continuo, y en la que deba tener la orientación y el control de otros. Su impetuosidad debe estar bajo el control de poderes más elevados; si no, creará un gran problema para sí y para los que estén asociados con usted.— Manuscrito 36, 1895.3MI 267.2

    El cansancio y el reposo del cerebro . Comprendo perfectamente lo relativo a su cansancio mental. Sé que no debemos asumir nuestro poder cerebral, porque los nervios del cerebro no soportarán la sobrecarga. No me sorprende de que usted haya decidido que lo mejor para usted es hacer trabajo manual durante un tiempo. Yo no diría nada para desanimarlo en esto.— Carta 333, 1904.3MI 267.3

    La respiración profunda, un medio de curación. El médico debería enseñar al paciente a respirar profundamente, y se descubrirá que esto, en muchos casos, es un medio de curación.— Manuscrito 83, 1908.3MI 267.4

    Calamidades para purificar el mundo. Dios ve que el mundo está necesitado de purificación. Esta purificación vendrá en el futuro muy cercano. Al principio se realizará en grado limitado, y luego con un poder cada vez mayor, hasta que los hombres vean que Dios se propone llevarlos al arrepentimiento.— Carta 21, 1904.3MI 267.5

    Calamidades . Antes de que el Hijo del hombre aparezca en las nubes del cielo todo estará convulsionado en la naturaleza. Rayos del cielo unidos con el fuego interno de la tierra harán que las montañas ardan como un horno y que hagan fluir sus torrentes de lava sobre aldeas y ciudades. Masas de rocas derretidas, arrojadas dentro del agua por la convulsión de cosas ocultas dentro de la tierra, harán que hierva el agua y despida rocas y polvo. Habrá tremendos terremotos y gran destrucción de vidas humanas. Pero así como Noé fue protegido en los días del gran diluvio dentro del arca que Dios había preparado para él, así también en estos días de destrucción y calamidad Dios será el refugio de los que creen en él.— Carta 258, 1907.3MI 268.1

    El significado de las calamidades. ¿No vemos que los juicios de Dios están cayendo sobre el mundo? Cuando pienso en los hombres que navegan en altamar, con solo algunos tablones entre ellos y la eternidad, me lleno de pavor y de temor por ellos. Escena tras escena ha pasado ante mí en cuanto a la pérdida de navios. Vi navios perdidos en densas nieblas. Se encargó a ángeles de Dios que se retiraran de algunos de estos navios, y se retiraron. Los oficiales y la tripulación maldecían y juraban y actuaban de manera impía, como si no hubiera Dios. Los responsables estaban medio borrachos. Su razón estaba obnubilada. Había ministros del evangelio entre los pasajeros, pero algunos de ellos fumaban y bebían, y su ejemplo no suponía comedimiento alguno para los oficiales ni la tripulación.3MI 268.2

    Se ha perdido un navio tras otro que se podría haber salvado si los hombres al mando hubieran dominado sus facultades mentales. Pero el Señor no obró un milagro para salvarlos. No dijo a las aguas furiosas y tumultuosas: «¡Calla, enmudece!” (Mar. 4: 39), ni dio claro discernimiento a los hombres que por falta de moderación se habían privado a sí mismos de entendimiento. Vino el desastre y casi todos se perdieron.3MI 268.3

    Hace años pasó ante mí esta escena como representación de lo que ocurriría en el futuro.3MI 268.4

    Vi que costosos edificios urbanos, que se supone que son incombustibles, serían consumidos por incendios. El incendio que recientemente se propagó por Patterson, Nueva York, y los incendios que ha habido en otros lugares son, en parte, un cumplimiento de la advertencia. Dios aún no ha derramado su ira sin misericordia. Su mano sigue extendida. Su mensaje debe ser dado en la zona metropolitana de Nueva York. Debe mostrársele a la gente cómo, con el toque de su mano, Dios puede destruir las propiedades que han juntado para el último gran día.3MI 268.5

    Un poco más se oirá la voz de misericordia; un poco más se dará la misericordiosa invitación: «Si alguien tiene sed, venga a mí y beba» [Juan 7: 37]. Dios envía su mensaje de advertencia a las ciudades.— Carta 43, 1902.3MI 269.1

    El significado de las calamidades. ¿Es verdad que está cerca el fin de todas las cosas? ¿Qué significan las terribles calamidades en el mar —navios precipitados en la eternidad sin un momento de advertencia—? ¿Qué significan los accidentes en tierra —incendios que consumen las riquezas que los hombres han acumulado, gran parte de las cuales ha sido acumulada a base de opresión de los pobres—? El Señor no interferirá para proteger las propiedades de los que transgreden su ley, quebrantan su pacto y pisotean su sábado, aceptando en su lugar un día de reposo espurio.3MI 269.2

    Las plagas de Dios ya están cayendo sobre la tierra, llevándose por delante las más costosas estructuras como si fuera por una bo- canada de fuego del cielo. ¿No harán estos juicios que los cristianos profesos entren en razón? Dios permite que acontezcan para que el mundo pueda prestar atención, para que los pecadores pueda temer y temblar ante él.— Manuscrito 99, 1902.3MI 269.3

    Calamidades, terremotos, tornados, inundaciones, enfermedad. Antes de la gran señal de la venida del Hijo del hombre habrá señales y maravillas en los cielos.3MI 269.4

    Preveo que durante 1890 habrá una gran mortandad. Habrá delitos mayores que ninguno del que ahora se tenga constancia. Habrá lloro, lamento y congoja. Durante el año pasado, 1889, nos han llegado casi a diario noticias de desastres por mar y por tierra: incendios excepcionalmente devastadores, terremotos que enterraban ciudades y pueblos con sus habitantes; accidentes ferroviarios verdaderamente terribles; tomados e inundaciones que destruyeron una inmensa cantidad de propiedades, incluyendo las terribles inundaciones de Johnstown y Williamsport, que acabaron con más de dos mil vidas.3MI 269.5

    Los desastres del pasado año en Estados Unidos han hecho que los corazones tiemblen, y han caído desastres similares sobre otros países. Ya el Señor ha permitido que algunas gotas de las copas de la ira de Dios cayeran sobre tierra y mar, las cuales afectaron a los elementos del aire. Las causas de estas condiciones anormales están siendo investigadas, pero en vano.3MI 269.6

    Dios no ha impedido que los poderes de las tinieblas hagan su obra mortífera de viciar el aire, una de las fuentes de vida y alimento, con elementos mortíferos. No solo ha sido afectada la vida vegetal, sino que el hombre mismo sufre pestilencia. Han estallado el cólera y enfermedades inexplicables. La difteria, que se propaga causando estragos hasta un grado limitado, está juntando su cosecha de niños preciosos, y parece ser casi incontrolable.3MI 270.1

    Estas cosas son el resultado de gotas de las copas de la ira de Dios que caen sobre la tierra, y son pálidas representaciones de lo que acontecerá en el cercano futuro. Se han sentido terremotos en varios lugares, pero estas perturbaciones han sido muy limitadas. Este año podemos prever tener más. Durante el año que acaba de terminar, ciudades enteras han quedado casi extintas. Miles de personas han sido enterradas en las entrañas de la tierra. Se han sentido convulsiones premonitorias en muchos lugares, que advertían de lo que puede venir como una sorpresa cuando la tierra tiembla y se abre. Terribles sacudidas sobrevendrán a la tierra, y las construcciones de lujo erigidas a gran costo llegarán a ser, sin duda, montones de ruinas. La corteza terrestre se abrirá por el estallido de los elementos ocultos en las profundidades de la tierra. Estos elementos, una vez sueltos, barrerán los tesoros de aquellos que por años han aumentado sus riquezas comprando grandes posesiones a precio de hambre de los que estaban empleados por ellos. También el mundo religioso será terriblemente sacudido, porque el fin de todas las cosas se acerca.— Manuscrito 24, 1891.3MI 270.2

    La calamidad de la guerra . Estamos en el umbral de grandes y solemnes acontecimientos. Las profecías se están cumpliendo. Se está registrando en los libros del cielo una historia extraña y significativa; acontecimientos que, como se declaró, sucederían poco antes del gran día de Dios. Todo en el mundo está alterado. Las naciones se han airado y se realizan grandes preparativos para la guerra. Una nación conspira contra otra y un reino contra otro. El gran día de Dios se apresura rápidamente. Pero aunque las naciones alistan sus fuerzas para la guerra y el derramamiento de sangre, todavía está en vigencia la orden dada a los ángeles de que retengan los cuatro vientos hasta que los siervos de Dios sean sellados en sus frentes.— Manuscrito 117, 1908.3MI 270.3

    ¿Qué crea la guerra, la devastación y la muerte? La pasión que entra en colisión con la pasión, los tiranos que buscan oprimir a sus semejantes; porque la ambición no se contentará con andar humilde y mansamente con Dios, buscando conocer su voluntad y su camino, y haciendo su obra con un corazón contrito.— Carta 9, 1896.3MI 271.1

    Ha habido, aún hay y seguirá habiendo guerra y derramamiento de sangre. La guerra es popular. Matar y destruir es, a la vista del mundo, ser valiente, digno de una recompensa.3MI 271.2

    Está cercano el momento en que Jesús tomará los reinos y poseerá el reino que hay bajo todo el cielo. Juzgará entre las naciones y reprenderá a muchos pueblos. Las guerras cesarán hasta los confines de la tierra.— Manuscrito 174, 1899.3MI 271.3

    Calamidades en las ciudades . Cuando la mano restrictiva de Dios se retire, el destructor comenzará su trabajo. Entonces ocurrirán en nuestras ciudades las mayores calamidades. ¿Es esto porque la gente no guarda el domingo? No, sino porque los hombres han pisoteado la ley de Jehová. El Señor es tardo para la ira. Esto debería inspirar al corazón con gratitud. «Jehová es tardo para la ira y grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable. Jehová marcha sobre la tempestad y el torbellino, y las nubes son el polvo de sus pies» (Nahúm 1:3).3MI 271.4

    El Señor pone limitación a sus propios atributos. Se ejerce la omnipotencia sobre el propio Omnipotente. A pesar de la perversidad de los hombres que son cargas del terreno, el Señor tiene paciencia con ellos porque hay algunos en las ciudades impías que tienen toda posibilidad de ser perdonados y aceptados por Dios. Todo esto causa dolor y tristeza a mi corazón, y en ocasiones agonía, que los que tienen gran luz y conocimiento abusen de las misericordias de Dios. Rara vez se piensa en su paciencia y su contención [...].3MI 271.5

    El Señor está enseñando a los hombres que hay límites para su contención. En incendios, inundaciones, terremotos, en la furia de las grandes profundidades, en calamidades por mar y tierra, se da la advertencia de que el Espíritu de Dios no contenderá para siempre con el hombre. Los tiempos en que vivimos son tiempos de gran depravación y de delitos de todo tipo. ¿Por qué? Porque personas a las que Dios ha bendecido y favorecido han reducido la santa ley a letra muerta, anulando la ley de Dios por las tradiciones y las invenciones del hombre de pecado. Se pone sobre los mandamientos de Dios un desprecio fuera de lo común, mientras que representantes de las Colonias han exaltado el primer día de la semana para que sea observado por todos. Querrían que la gente se inclinara y lo adorara, como hizo Nabucodonosor cuando exaltó la imagen de oro en las llanuras de Dura. Cuando la maldad llega a este extremo, está alcanzando rápidamente su cima. Bien puede ascender la oración del pueblo de Dios, suplicando su intervención: «Tiempo es de actuar, Jehová, porque han invalidado tu ley” (Sal. 119: 126).— Manuscrito 127, 1897.3MI 271.6

    Calamidades en las ciudades. Dios tiene un depósito de juicios retributivos, que él permite que caigan sobre todos los que han continuado en el pecado a pesar de la gran luz. He visto las más costosas estructuras de edificios construidos a prueba de fuego, pero así como Sodoma pereció en las llamas de la venganza divina, así estas or- gullosas estructuras se convertirán en ceniza. He visto barcos que cuestan inmensas sumas de dinero luchando contra las aguas airadas, tratando de eludir las poderosas olas. Pero con todos sus tesoros de oro y plata, y con su carga humana, se hundirán en la tumba líquida. El orgullo del ser humano será sumergido con los tesoros que ha acumulado mediante el fraude. Dios vengará a las viudas y los huérfanos que en medio del hambre y la desnudez han llorado, clamando delante de él por ayuda contra la opresión y el abuso. Y el Señor mantiene un registro de todas las acciones para el bien o para el mal.3MI 272.1

    Ha llegado el tiempo cuando habrá en el mundo un dolor que ningún bálsamo humano podrá curar. Los deleitables monumentos de la grandeza humana se harán polvo aun antes que venga la última gran destrucción sobre el mundo.— Carta 20, 1901.3MI 272.2

    Las calamidades van a aumentar . El que permanece fiel a los principios nunca será dejado por el Señor para que se debilite y se corrompa. Recordemos todos los que vivimos en esta época, precisamente en el año 1900, que estamos rodeados por los peligros de los últimos días. El mundo entero, con toda su iniquidad, pasa en revista ante Dios. El Señor me indica que advierta a nuestro pueblo de que no vaya en manada a las ciudades en busca de hogares para sus familias. Se me indica que diga a padres y madres: No descuiden el mantener a sus hijos dentro del propio domicilio de ustedes.— Manuscrito 81, 1900.3MI 272.3

    Hay un gran trabajo que ha de hacerse por los niños. Antes de que descienda el azote abrumador sobre todos los moradores de la tierra, el Señor llama a todos los que lo sirven, a todos los que son israelitas de verdad: junten a sus hijos en sus propias casas; júntenlos separándolos de los grupos que expresan las palabras de Satanás, que desobedecen los mandamientos de Dios. Salgan de las ciudades tan pronto como sea posible. Establezcan escuelas de iglesia. Recojan a sus hijos, y denles la Palabra de Dios como fundamento de toda su educación. Si las iglesias en diferentes localidades buscaran el consejo de Dios, no necesitarían que yo les escribiera sobre este asunto.— Carta 58, 1898.3MI 272.4

    Los primeros siete a diez años de la vida del niño. Los primeros siete o diez años de la vida de un niño son el momento en que se crea una impronta duradera para el bien o para el mal.— Carta 141, 1897.3MI 273.1

    La conciencia, facultad reguladora. La conciencia es la facultad reguladora, y si el hombre permite que su conciencia se pervierta, no puede servir a Dios correctamente.— Carta 128, 1897.3MI 273.2

    Cocinar, un conocimiento básico. El cocinar puede considerarse menos significativo que algunos otros ramos de trabajo, pero en realidad es una ciencia con un valor superior al de todas las otras ciencias. Así considera Dios la preparación de alimentos saludables.— Manuscrito 95, 1901.3MI 273.3

    Maldición sobre toda la creación (las obras creadas). Toda la naturaleza está perturbada, pues Dios impidió que la tierra cumpliera el propósito que originalmente le había designado. No hay paz para los impíos, dice el Señor. La maldición de Dios está sobre toda la creación. Cada año se hace sentir más decididamente.— Manuscrito 76a, 1901.3MI 273.4

    No intenten resolver el asunto de la línea internacional de cambio de fecha. No permita que su mente se desvíe de los puntos principales de la verdad para este tiempo con el fin de entender teorías y problemas sin importancia. Si cualquier persona le da problemas no esenciales para que los resuelva, dígale que Dios ha puesto en sus manos un trabajo que realizar. Dígale que usted realiza una gran obra, y no puede bajar a intentar resolver el problema de la línea internacional de cambio de fecha. Usted tiene el mensaje para este tiempo —el mensaje del tercer ángel— para darlo a la gente. Este es su trabajo. Mantenga firme el principio de su confianza hasta el fin. La verdad ha de ser repetida línea tras línea, precepto tras precepto.— Carta 11, 1901.3MI 273.5

    Efecto de la depresión mental en la salud. Usted es dispéptico. La depresión mental causa dispepsia, y esto agrava el trastorno mental, y, a no ser que usted pueda ser inducido mediante un cambio de algún tipo a apartarse de usted mismo y de sus quejas, acortará su vida, y mientras viva será incapaz de pensar de forma saludable y de trabajar de forma sana. Su imaginación estará enferma; confunde con la rea-lidad impresiones en las que no hay verdad alguna y para las que no hay ninguna base. Usted lleva solo demasiado tiempo y, no obstante, escoge esto a estar conectado con los demás. Si usted tuviera ahora algún empleo físico muy ligero, ello desviaría sus pensamientos de sí mismo, y sería de gran ventaja para usted.— Carta 1, 1883.3MI 274.1

    Protección en los desastres naturales . Satanás está vigilando sus posi-bilidades de tomar almas para sí y, a no ser que tengamos la protección de Dios, estallará con violencia, y sus ángeles serán puestos a trabajar para causar un daño notable. Los terribles tomados, los desastres ferroviarios, las calamidades en el mar, son debidos a la ira de Satanás. El Señor no obra un milagro para proteger a los que trabajan constantemente contra él y afianzan el poder de las tinieblas. Y esto es solo el comienzo. Sus corazones no se arrepentirán porque están plenamente resueltos en ellos a hacer el mal, y eso continuamente. Estos desastres, que deberían infundir temor a los hombres, son ahora considerados únicamente por los que temen por su propia seguridad personal, la de ellos y la de los relacionados con ellos.— Carta 3a, 1883.3MI 274.2

    El vestido a la moda, causa de la enfermedad pulmona . Me temo que no se da suficiente instrucción en cuanto a la necesidad de evitar las causas que producen la tuberculosis. Muchos padecen enfermedad pulmonar no porque la hayan heredado, sino por algún descuido por su parte. Si permanecieran mucho al aire libre, realizando inspiraciones profundas completas de aire puro, y si vistieran y comieran según los principios de la salud, mejorarían pronto.3MI 274.3

    Vestir a la moda es una de las causas principales de catarros y de pulmones enfermos. Los que están amenazados por enfermedades pulmonares deberían tener cuidado especial de no permitir que las extremidades del cuerpo se enfríen. La muñeca debería estar cubierta con muñequeras calientes, porque, si las manos y los brazos se enfrían, los pulmones resultan perjudicados.3MI 274.4

    Durante los fríos meses de invierno deberían llevarse puestos calcetines o medias suaves de lana, y estos deberían cambiarse a menudo, quizá dos o tres veces por semana. Los pies nunca deberían quedar húmedos.3MI 275.1

    Muchas madres muestran muy poca sabiduría en la manera en que visten a sus hijos. Permiten que los dictados de la moda los gobiernen, en detrimento de la salud de sus hijos. Casi parecería que no tuvieran sentido común. Visten a sus niñitas de tal forma que las extremidades quedan sin protección, mientras que las partes del cuerpo más cercanas al corazón y, por lo tanto, las más calientes de por sí, son cubiertas con varias capas de tela. Así la sangre es alejada de las partes del cuerpo que más la necesitan, porque son las más alejadas del corazón, y se quedan frías.— Manuscrito 4, 1905.3MI 275.2

    La corteza terrestre ha de ser desgarrada por elementos de ruina. Terribles sacudidas sobrevendrán a la tierra, y las construcciones de lujo erigidas a gran costo llegarán a ser, sin duda, montones de ruinas. La corteza terrestre se abrirá por el estallido de los elementos ocultos en las profundidades de la tierra. Estos elementos, una vez sueltos, barrerán los tesoros de aquellos que por años han aumentado sus riquezas comprando grandes posesiones a precio del hambre de los que estaban empleados por ellos. También el mundo religioso será terriblemente sacudido, porque el fin de todas las cosas se acerca.— Manuscrito 24, 1891.3MI 275.3

    Una educación equilibrada. La educación es una ciencia, y abarca mucho: un conocimiento físico, así como uno intelectual. Enseña al agente humano cómo llevar a cabo su deber, y a hacer trabajar saludablemente toda la maquinaria humana.— Carta 46, 1898.3MI 275.4

    Una educación equilibrada . La ciencia de la verdadera piedad es la vida que, a través de Jesucristo, discurre paralela con la vida de Jehová. Es perdurable, porque el alumno puede llevarla consigo al curso superior: los atrios celestiales. Es preciso mantener elevadas las mentes. No deben permitirse tendencias baratas descendentes. Lo que el universo celestial considera importante en toda educación es ese tipo de conocimiento que ha sido revelado desde la eternidad y que entra en los propósitos de Dios, expresando su mente e implicando su gloria. Esta es la verdadera ciencia de toda educación.3MI 275.5

    La revelación de lo que concierne al destino eterno del ser humano ha sido relegada en gran medida como un misterio. Se han introducido otra lectura y otros principios. Las invenciones humanas, llamadas educación, han venido contrarrestando los consejos infinitos del Cielo. Esto es denominado educación superior, pero es un insulto a Dios. Los temas que han de ser el estudio del hombre por las edades eternas son tan trascendentales que no solo desdeñan los descubrimientos humanos, sino que absorben para sí la atención indivisa del Hijo Unigénito de Dios. La verdadera educación habría menospreciado y degradado sus principios sagrados y santos si se hubiera mezclado con los asuntos ahora denominados por los hombres ciencia de la educación superior.3MI 276.1

    Cristo es el camino, la verdad y la vida. Él es la luz del mundo. Él contempló la situación del mundo. Vio que había intereses eternos en juego en la elección que haría el hombre. Se presentó una corona inmortal para el vencedor, y la infelicidad y la ruina eterna para los que descuidaran la ciencia de la salvación, que es la única acepción que puede darse a la educación superior.— Carta 5, 1898.3MI 276.2

    Uso de huevos con vino no fermentado. Soñé que estaba al cuidado de un niño que estaba débil y parecía incapaz de recuperarse. Pensé que el mismo médico se encontraba junto a la cuna, y dijo: «¿Tienen algo de vino en la casa? Batan un huevo crudo y dénselo al niño con vino de uva [es decir, el zumo no fermentado de la uva] tres veces al día. Se recuperará».— Carta 112a, 1897.3MI 276.3

    Dios crea la energía que da vida a la semilla. [Dios] emplea muchos instrumentos ocultos para convertir en plantas vivas las semillas aparentemente tiradas. En primer lugar aparece la hierba, luego la espiga y después el grano lleno en la espiga. Dios crea la energía que da vida a la semilla, vitalidad a la hierba, a la espiga y al grano en la espiga. ¿De qué otro podemos depender para dar la debida proporción requerida de todos los instrumentos para perfeccionar la cosecha de los frutos y los cereales? Que el hombre emplee sus instrumentos hasta el límite máximo; debe depender entonces de su Creador, que sabe exactamente lo que se necesita para la cosecha, la cual está conectada con él mediante eslabones maravillosos de su propio poder maravilloso, más allá del instrumento humano. Sin estos instrumentos ocultos, la semilla carece de valor.— Manuscrito 34, 1898.3MI 276.4

    La falta de control de las emociones y la violencia pueden poner la vida en peligro. Ceder a las emociones violentas pone en peligro la vida. Muchos mueren víctimas de una explosión de rabia y pasión. Muchos se adiestran para caer en esas explosiones. Lo podrían impedir si quisieran, pero eso requiere fuerza de voluntad para contrarrestar una conducta equivocada. Todo esto debe ser parte de la educación que recibimos en la escuela, porque somos propiedad de Dios. El sagrado templo de nuestro cuerpo debe mantenerse puro y sin contaminación, para que el Espíritu Santo de Dios more en él.— Carta 103, 1897.3MI 277.1

    Tras la caída, Dios no implantó nuevas inclinaciones y pasiones en la humanidad. No hemos de suponer que, desde la transgresión de Adán, Dios haya implementado en los seres humanos nuevas tendencias y pasiones; porque entonces parecería que Dios ha interferido para implantar en la raza humana propensiones pecaminosas. Cristo inició su obra de conversión tan pronto como entró la transgresión, para que, a través de la obediencia a la ley de Dios y la fe en Cristo, el ser humano pudiera recuperar la imagen perdida de Dios.3MI 277.2

    Mediante el cultivo de principios rectos, la humanidad puede obtener la victoria sobre la tendencia al mal. Si es obediente a la ley de Dios, los sentidos ya no están enviciados y torcidos; las facultades ya no están pervertidas y malgastadas al ejercerse en prácticas que son de un carácter que aleja de Dios. En la gracia concedida por el Cielo, y a través de la misma, las palabras, los pensamientos y las tendencias pueden ser purificados; puede formarse un carácter nuevo, y vencerse la degradación del pecado.— Manuscrito 60, 1905.3MI 277.3

    El eucalipto, un remedio útil. Lamentamos que haya tenido un accidente tan grave. A menudo he comprobado que la aplicación de hojas de eucalipto en la herida es buena para aliviar la inflamación y extraer el veneno.— Carta 24, 1912.3MI 277.4

    Los miembros de la familia se reconocerán mutuamente en el cielo. El mayor don de Dios es Cristo, cuya vida es nuestra, pues fue dada por nosotros. Él murió por nosotros y resucitó por nosotros, para que nos levantemos de la tumba y estemos en la gloriosa compañía de los ángeles del cielo, para encontramos con nuestros amados y para reconocer sus rostros, porque la semejanza a Cristo no destruye la propia imagen de los redimidos, sino que la transforma a la gloriosa imagen del Salvador. Cada santo que tenga familia aquí la reconocerá allá.— Carta 79, 1898.3MI 277.5

    El ayuno y la vida espiritual. El espíritu del ayuno y la oración verdaderos es el espíritu que entrega la mente, el corazón y la voluntad a Dios.— Manuscrito 28, 1900.3MI 278.1

    Los pies fríos pueden causar enfermedad. Es preciso que recordemos que los pies fríos son frecuentemente causa de enfermedad. Dios no obrará un milagro para preservar la salud de los que descuidan las leyes más simples de la vida. A menudo, el descuido a la hora de tomar lo que algunos consideran precauciones inútiles ha provocado enfermedad que conduce a la muerte.— Manuscrito 95, 1901.3MI 278.2

    El fuego sagrado representa a Dios. La experiencia de Nadab y Abiú debería ser una lección para todos los que tienen alguna responsabilidad en el servicio de Dios. Un ejemplo de injusticia deshonra enormemente a Dios, y él no lo tolerará. El décimo capítulo de Levítico consigna el pecado de los hijos de Aarón y su castigo. El fuego sagrado que Dios ordenó que se usara en el ritual del santuario representaba a Dios. Este fuego nunca se apagaba, ni de día ni de noche, y este había de ser usado en todo su ritual. Pero «Nadab y Abiú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario, pusieron en ellos fuego, le echaron incienso encima, y ofrecieron delante de Jehová un fuego extraño, que él nunca les había mandado. Entonces salió de la presencia de Jehová un fuego que los quemó, y murieron delante de Jehová. Luego dijo Moisés a Aarón: “Esto es lo que Jehová afirmó cuando dijo: ‘En los que a mí se acercan me santificaré, y en presencia de todo el pueblo seré glorificado’”» (Lev. 10: 1-3).— Manuscrito 109, 1899.3MI 278.3

    Una lección de la niebla. Llegamos a Russell Harbour, Australia, un lugar pequeño, pero muy interesante; las montañas rodeaban por completo el lugar, salvo donde estaba ubicado el pueblo al lado del agua. Este parecía ser el lugar de paso para la mayoría de los pasajeros. Al acercamos a Russell, había islas de rocas y a los lados de las rocas había árboles y vegetación que crecían hasta gran altura; y cuando pensábamos que íbamos derechos al puerto, se echó el ancla, porque la niebla se había posado sobre nosotros. El capitán dijo: «Estamos atrapados en la niebla, y no correré ningún riesgo, porque pondría en peligro tanto al barco y a los pasajeros”. Y aplaudimos su criterio.3MI 278.4

    Durante aproximadamente una hora la niebla no se levantó y el sol no penetró en ella. Entonces los músicos que iban a bajarse del barco en este lugar entretuvieron a los impacientes pasajeros con música, bien seleccionada y bien interpretada. No chocaba con los sentidos como la noche anterior, sino que era suave y realmente grata a los sentidos, porque era melodiosa. Entre las ocho y las nueve, la niebla se levantó. El sol había penetrado a través de ella, y fue maravilloso cuán rápidamente la mayor parte de la niebla fue barrida, dejando el puerto despejado y perfectamente seguro para acceder a él en barco.3MI 279.1

    Me vino a la mente cuántas veces este mismo símbolo se había plasmado en nuestra experiencia cristiana. No nos atrevíamos a aventuramos en la neblina y la perplejidad, y fuimos obligados a quedar quietos y ver la salvación de Dios. Las palabras de los oráculos vivientes nos enseñan, cuando somos probados y tentados y estamos rodeados de dificultades, que el curso seguro que debemos seguir es aguardar pacientemente, esforzamos y encomendar la guarda del alma y el cuerpo a Dios.— Carta 6b, 1893.3MI 279.2

    Niebla intramuros. El corazón debe ser vigilado fielmente; si no, el orgullo y la rebelión gobernarán nuestro interior. Los males externos despertarán los males internos, y el alma vagará en su propia niebla intramuros, culpando todo el tiempo a otro del resultado de su pro- pio proceder no cristiano.— Manuscrito 11, 1899.3MI 279.3

    La abundante provisión divina de alimentos. Administre usted su fuerza, pero no dé la impresión de que la fuerza del pastor se mantiene gracias a comida o bebida especiales. Haga de Dios su fuerza. Búsquelo, y confíe plenamente en su poder de obrar a su favor.— Carta 64, 1911.3MI 279.4

    Los beneficios de los alimentos no están determinados por la canti- dad.— La cantidad de alimentos ingeridos no determina los beneficios recibidos. Muchos, incluso entre los adventistas del séptimo día, comen exageradamente. Su salud sería mucho mejor si comieran menos. Cuando se ingiere demasiada comida, el estómago se sobrecarga, y es incapaz de llevar a cabo las funciones que le son propias. El resultado es que los órganos digestivos se trastornan. Si los que se han llevado a sí mismos a este estado comieran los alimentos apropiados, y solo apro-ximadamente la mitad de lo que han venido haciendo en su hábito alimenticio, sus órganos digestivos se recuperarían.— Carta 82, 1903.3MI 279.5

    Dios es una persona, no un efluvio. Por medio de Jesucristo, Dios —no un efluvio, no algo intangible, sino un Dios personal— creó al hombre y lo dotó de inteligencia y de poder. Dios precisamente truena desde los cielos. Su voz alcanza los confines de la tierra. Sostiene los vientos en sus manos. Envía rayos con la lluvia. Mira la tierra y esta tiembla; toca las colinas y echan humo. Funde las montañas como cera ante su presencia. Hace alegrar las salidas de la mañana y de la tarde. Hace que su sol salga sobre los injustos y sobre los justos.3MI 280.1

    El Señor es un Dios personal y viviente. Un Salvador personal y viviente vino a este mundo para anular los efectos de las torcidas insinuaciones y las tergiversaciones serpentinas de Satanás. Vino a llevar a cabo sus planes, escritos ante él en un libro. Hombres que tenían un gran conocimiento religioso, pero ninguna profundidad de piedad ni conocimiento experimental de Dios en la obediencia de las Escrituras, especulaban sobre Dios. Cristo reveló a los hombres la constitución moral y religiosa.— Manuscrito 117, 1898.3MI 280.2

    Dios, una persona, no las cosas de la naturaleza . Todo el mundo natural da testimonio de las obras del Dios vivo. La naturaleza es nuestro libro de texto, dado a nosotros por Dios, Creador de todas las cosas. No ha de llamarse Dios a estas cosas de la naturaleza. Son una expresión del carácter de Dios, pero no son Dios. Mediante las cosas de su creación, podemos entender a Dios, y su amor, su poder y su gloria; pero hay un gran peligro de que los hombres adoren a la naturaleza como Dios. La habilidad artística de los seres humanos produce mues-tras muy hermosas de bonita factura, revelando objetos que deleitan a la vista, y nos ofrecen parte de la idea del diseñador; pero el objeto fabricado no es el hombre. No es el trabajo lo que ha de exaltarse, sino al hombre que diseñó las cosas tan apreciadas. Pasa lo mismo con la naturaleza. El poder del Señor es revelado constantemente como un poder obrador de milagros, para que la familia humana pueda ver una infinitud por encima y más allá de las cosas hechas, para que podamos saber que el que formó un ser como el hombre también ha creado todas las bellezas del mundo natural.— Manuscrito 117, 1898.3MI 280.3

    Dios, por encima de toda la ciencia. Dios, el Dios vivo personal, Autor y Gobernante de la naturaleza, está por encima de la ciencia. Está familiarizado con una ciencia que es inexplicable para las mentes más prodigiosas de nuestro mundo. A su vista, las naciones ante él son como una gota en el océano. «Las islas le son como polvo que se desvanece. Ni el Líbano bastará para el fuego, ni todos sus animales para el sacrificio» (Isa. 40: 15, 16).3MI 281.1

    ¡Cuán pocos tienen algún conocimiento de Dios! ¡Cuán pocos entienden la grandeza y la majestad de nuestro Dios! El lenguaje humano no puede definirlo. «Sus caminos son inescrutables” (Rom. 11:33).— Carta 21, 1904.3MI 281.2

    Dios, Mandatario y Gobernante supremo de todos los reinos terrenales .— Se comete maldad al anular la ley de Jehová. Muchos han considerado los preceptos divinos como letra muerta; no han aceptado la ley de Dios como la regla de su vida en todas las transacciones comerciales. Y en su desacato de esta ley dan expresión a un desacato de la autoridad del Mandatario del universo celestial.3MI 281.3

    Todos los reinos terrenales están ahora bajo la supervisión de Dios. El que hizo los cielos y la tierra es el Gobernante supremo. No hay ningún reino en todo el mundo que sea independiente de Dios. Y cuando los hombres y las mujeres de un reino o una comunidad terrenal entienden las leyes hechas para gobernar a los súbditos del Gobernante del universo, pero rehúsan obediencia a pesar de todo, se ponen bajo la condena de la ley que Dios, nuestro Gobernante supremo, ha establecido desde la fundación del mundo.— Manuscrito 35, 1906.3MI 281.4

    Dios ha de purificar el mundo . Dios ve que el mundo está necesitado de purificación. Esta purificación vendrá en el futuro muy cercano. Al principio se realizará de forma limitada, y luego con un poder cada vez mayor, hasta que los hombres vean que Dios se propone llevarlos al arrepentimiento.— Carta 21, 1904.3MI 281.5

    La salud, estrechamente relacionada con la conciencia y la religión. El amor a Dios es esencial para la vida y la salud. [...] A fin de poseer una salud perfecta, nuestros corazones deben estar llenos de amor, esperanza y gozo.— Manuscrito 24, 1900.3MI 281.6

    El corazón late con independencia de la voluntad humana. Han sido comprados por precio, por la muerte del unigénito Hijo de Dios. Sus corazones siguen latiendo. De esa pulsación depende su vida. Su latido es independiente de la voluntad de ustedes. Comen y duermen con indiferencia negligente. Pero el cuidado protector de Dios sobre ustedes es incesante. Controla el flujo y reflujo de la corriente vital. ¿Dónde está la gratitud que debiera levantarse de los labios humanos por su cuidado sustentador?— Carta 32, 1907.3MI 282.1

    La insuficiencia cardíaca puede estar causada por la intemperancia en la comida y la bebida. Ultimamente he leído en el periódico sobre el fallecimiento de muchos hombres que ocupaban posiciones importantes en este país, hombres de cuarenta, cincuenta, sesenta y setenta años de edad. Su fallecimiento es atribuido casi siempre a insuficiencia cardíaca, pero en realidad fue causado por intemperancia en la comida y la bebida. Sin duda, muchos de estos hombres eran fumadores y bebedores de licores, y habían envenenado su organismo mediante el uso del tabaco y del licor. Si sus hábitos de comida, bebida y sueño hubieran sido regulares, según los principios de la estricta temperancia, podrían haber vivido muchos años más.— Carta 30, 1903.3MI 282.2

    Los cielos y la tierra revelan un amor incalculable. Cristo vino a este mundo a revelar el amor del Padre por la humanidad caída. En los cielos y en la tierra, en todo lo que es bonito y encantador, en los altos árboles, en el capullo que se abre, en la flor en todo su esplendor, vemos una expresión del amor divino. No hay medida con la que pueda cuantificarse el amor de Dios.— Manuscrito 31, 1911.3MI 282.3

    La obra misionera en el hogar, el mejor. Usted puede hacer una obra misionera de primerísima categoría en el hogar cuidando del templo de Dios, no profanándolo con la burda satisfacción de las pasiones humanas, no poniéndolo en peligro por descuido, por el desgaste indebido y el exceso de trabajo. No se atreva a sobrecargar esta maravillosa maquinaria, no sea que ceda alguna parte y se detenga su trabajo.— Carta 116, 1898.3MI 282.4

    No debe recurrsirse al hipnotismo. Adán escuchó los sofismas engañosos de Satanás y los recibió como verdad. Tenía originalmente el don maravilloso de una naturaleza inmaculada. Pero escuchó las falsedades del que cayó de su señorío original. Satanás ejerció su hipnotismo sobre él, y Adán, escuchándolo, pecó y así abrió la puerta a través de la cual el enemigo podría siempre obtener acceso a los seres humanos. Adán y Eva perdieron la vida espiritual que habría sido suya mediante una dotación continua.— Carta 83, 1905.3MI 282.5

    La influencia de las impresiones equivocadas . Descubrí que la esposa del Dr. B , en , tiene la misma afección que la her mana de la Dra. A . Decían que era incapaz de comer cualquier cosa que no fuera carne, y que su sangre se estaba volviendo agua. Pero la luz que se me dio era que su impresión de que debía vivir a base de carne no era correcta. Se me indicó que se situaba mentalmente en una posición en la que no debería estar. Si descartara el uso de carne durante un año, cambiaría la posición desfavorable en la que ahora se encuentra, y habría una oportunidad para que tuviera lugar una acción saludable en su cuerpo. Si superaba su consumo de carne, podría estar en un estado mucho mejor y vivir para glorificar a Dios.— Carta 231, 1905.3MI 283.1

    El pecado, una especie de locura. Todo pecado es egoísmo. El primer pecado de Satanás fue el egoísmo. Procuró asir el poder, exaltarse a sí mismo. Una especie de locura lo llevó a buscar suplantar a Dios. Y la tentación que llevó a Adán a pecar fue la falsa afirmación de Satanás de que le era posible alcanzar algo superior a aquello de lo que ya gozaba: que le era posible ser como el mismísimo Dios. Así se sembraron las semillas del egoísmo en el corazón humano.— Carta 165, 1901.3MI 283.2

    Los estudiantes deben extraer de la Fuente del poder intelectual. A menudo se graban en la mente opiniones falsas que inducen a seguir una conducta imprudente. Los estudiantes deben tener tiempo para hablar con Dios, tiempo para vivir cada hora en comunión consciente con los principios de la verdad, la justicia y la misericordia. Es esencial que se haga ahora un examen sincero del corazón. El estudiante debe situarse donde pueda extraer beneficio de la Fuente del poder espiritual e intelectual. Debe exigir que toda causa que re-quiera su simpatía y cooperación tenga la aprobación del raciocinio que Dios le ha dado y de su conciencia, la cual está bajo el dominio del Espíritu Santo. No ha de dar un paso que no esté en armonía con los principios profundos y sagrados que le suministran luz a su alma y vigor a su voluntad. Es solo de esta manera como podrá rendirle el mayor servicio a Dios.— Carta 39a, 1898.3MI 283.3

    Errores en la preparación de los alimentos. Si las conciencias pudieran ser despertadas para percibir los errores en la preparación de la comida, y la influencia de los mismos en las tendencias morales de nuestra naturaleza, habría reformas decididas en cada familia.— Manuscrito 1, 1875.3MI 284.1

    El conocimiento espurio es obra Satanás . Hay un conocimiento espurio, el conocimiento del mal y del pecado, que ha sido traído al mundo por la astucia de Satanás. La consecución de este conocimiento es promovida por deseos no santificados y objetivos profanos. Sus lecciones son compradas a altísimo precio, pero muchos no se convencerán de que es mejor que queden por aprender.3MI 284.2

    Los hijos y las hijas de Adán son exactamente igual de curiosos y presuntuosos que Eva. Se aventuran, en contra de la voluntad de Dios, a alcanzar un conocimiento que resulta, como pasó con el de Eva, en la pérdida del Edén. Satanás encontró solo un árbol por medio del cual podía poner en peligro la seguridad de Adán y Eva. No había ningún peligro en que se acercaran a cualquiera, con la excepción del árbol del conocimiento. Planeó atraer a la santa pareja a aquel árbol, y llevarlos así a hacer la mismísima cosa que Dios había prohibido. ¿Cuándo aprenderán los hombres lo que ha sido demostrado tan plenamente en la historia del pasado? Las acciones de Satanás demuestran que ni puede estar ocioso ni es inofensivo. No obstante, cuán placenteras siguen encontrando los hombres y las mujeres las seducciones de Satanás. Hoy sus argumentos son los mismos que presentó a Eva. Sigue usando la adulación, sigue creando envidia y desconfianza y excita el deseo de exaltación propia. — Manuscrito 51, 1900.3MI 284.3

    No hay vida sin luz. Bastaría una sola palabra de Dios y todos estaríamos muerto. Día a día, hora a hora, minuto a minuto, Dios obra por su poder infinito para mantenernos vivos. Él suministra el aire que mantiene la vida en el cuerpo. En el supuesto caso de que Dios descuidara al hombre como el hombre descuida a Dios, ¿qué sería de nosotros? Sin aire puro que respirar, los pulmones, las avenidas de la vida, se atascarían. La comida sería un ministro del mal, y el resultado sería la muerte.— Manuscrito 50, 1901.3MI 284.4

    La vida, oculta por Dios en un áspero bulbo. Las parábolas, por medio de las cuales le gustaba enseñar lecciones de verdad, muestran cuán abierto estaba su espíritu a las influencias de la naturaleza y cómo le agradaba extraer la enseñanza espiritual del ambiente en que transcurría la vida diaria.3MI 285.1

    Cristo se valía de las aves del cielo, los lirios del campo, el sembrador y la semilla, el pastor y las ovejas, para ilustrar verdades inmortales. También obtenía ilustraciones de los acontecimientos de la vida, de cosas familiares a sus oyentes, tales el tesoro escondido, la perla, la red del pescador, la moneda perdida, el hijo pródigo, las casas construidas en la arena y en la roca. En sus lecciones había algo para interesar a cada mente, e impresionar cada corazón. De ese modo la tarea diaria, en vez de ser una serie repetida de trabajos, exenta de pensamientos elevados, resultaba animada por recuerdos constantes de lo espiritual y lo invisible. — Carta 223, 1905.3MI 285.2

    El desgaste y la fricción de la vida. La vida como ahora aparece no es lo que Dios diseñó que fuera, y por eso hay tanto que resulta desconcertante; porque hay mucho desgaste y mucha fricción. — Carta 120, 1900.3MI 285.3

    El licor envenena los tejidos. Los que consumen tabaco y alcohol embriagante llenan de veneno los tejidos del cuerpo y debilitan el sistema nervioso. Permiten que Satanás les robe la capacidad de distinguir entre el bien y el mal. Por un proceder de su propia elección, su razón pasa a estar bajo el control del enemigo. — Carta 166, 1903.3MI 285.4

    El mundo, cargado de malaria espiritual . La atmósfera del mundo está cargada de malaria espiritual. Todos los que aceptan a Jesucristo como su Salvador personal deben considerarse muertos a todo lo que Cristo no aprobaría. — Manuscrito 56, 1900.3MI 285.5

    El humano, la obra más elevada de Dios. De todas las obras de Dios, el ser humano es la más elevada, porque ha de representar a Dios. Hombres y mujeres son los miembros del cuerpo de Cristo, y han de recibir mutuamente respeto, amor y bondad, porque han sido comprados por precio: la sangre del Hijo de Dios. — Carta 185, 1902.3MI 285.6

    El ser humano, la corona de la creación. El ser humano es la corona de todo lo que Dios ha hecho, y ha de ser objeto de estudio de cada estudiante. La ciencia, verdadera y sin adulterar, en todos sus logros, ha de ser puesta a los pies del Dios de la ciencia. El hombre es un ser que ha de ser estimado. — Manuscrito 48, 1898.3MI 286.1

    El ser humano, agente moral libre. Hemos de alabar a Dios porque hemos sido formidable y maravillosamente creados [...]. Nuestros órganos fueron puestos en marcha por Dios, y pueden ser mantenidos con salud y prudencia al ejercerlos con inteligencia y de forma proporcionada. Muere más gente de ociosidad que de exceso de trabajo.3MI 286.2

    La acción de Dios puede ser discernida por todos los que están iluminados por la palabra de Dios. El hombre no está dotado de maquinaria, puesta en marcha como la maquinaria de un reloj y luego dejada a su suerte para que se ocupe de estos órganos maravillosos. No, la acción de Dios se realiza constantemente para conservar su maravillosa obra. Satanás trabaja con denuedo inventando maqui-naciones para hacer que el hombre, por su desacato y su violación de las leyes físicas que Dios ha establecido, llegue a padecer dolencias.3MI 286.3

    Tentándolo a comer del fruto del árbol del conocimiento, el enemigo llevó al ser humano a obtener un conocimiento que, en vez de capacitarlo para cooperar con Dios en la conservación de cada uno de los órganos, tendrá una tendencia a debilitar y deprimir la maquinaria humana, para que no pueda ser perfecta para desempeñar su parte como Dios prevé que la desempeñe. Pero Dios se propone que los órganos estén sanos y listos para su uso, siempre a las órdenes del instrumento humano, para que se muevan en sus respectivas líneas de acción bajo un conocimiento inteligente y el poder derivado de Dios.3MI 286.4

    El organismo está compuesto de partes diferentes capacitadas para trabajar en armonía, y dispuestas y proporcionadas de tal forma que hacen un todo completo. Precisamente el abuso y la violación de la ley de la naturaleza mantienen algunas partes de la maquinaria humana en acción mientras que otras son dejadas, debilitándose por falta de uso. Dios quiere que todo el ser se ejercite de manera proporcional, que cada parte de la maravillosa maquinaria pueda actuar en armonía con la otra [...]. No hemos de actuar según ideas y costumbres pervertidas, sino con la inteligencia que Dios ha dado. Hemos de conservar la sencillez, mantener la forma y los movimientos naturales del cuerpo, y no educar la mente y el cuerpo para satisfacer las costumbres y las modas de esta época degenerada. — Manuscrito 117, 1898.3MI 286.5

    Los médicos dan mucha importancia a las facultades inherentes del ser humano y la naturaleza. Recuerdo bien el reproche dado a los doctores Sprague y Fairfield*Médicos relacionados en un primer momento con el Sanatorio de Battle Creek, Michigan. porque habían cometido el error tan común entre los médicos de creer que la ciencia lo era todo. Satanás tejía su red en torno a sus pies, y se daba mucha importancia a las facultades inherentes del hombre y la naturaleza, y este asunto se volvió tan sutil en su influencia, según la veían, que el poder y la gloria de Dios no eran exaltados. Vagaban por los laberintos del escepticismo. Las normas de la gracia, que habrían mantenido viva la chispa de la fe, no eran consi-deradas de vital importancia: no tenían aceite alguno en sus vasijas con sus lámparas. No veían necesidad alguna de los medios que Dios emplea a través de los cuales las lámparas habían de mantenerse encendidas. Entendían que ni siquiera era una necesidad la obra mediadora de Cristo, a través de la cual ha de derivarse todo lo que tienda a iluminar la comprensión y animar el corazón.— Carta 18, 1892.3MI 287.1

    Manía moral y mental. Existe una manía moral, así como una mental; cuando sucede esto, parece que la humanidad es desalojada, que se sale del ser. Otro poder toma posesión y control.— Manuscrito 29, 1897.3MI 287.2

    El mero razonamiento no convence. La profundidad de razonamiento no es lo que conduce al mayor bien; el mundo no conoció a Dios por la sabiduría humana, sino porque los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo. Ninguna cantidad de razonamiento ni explicación pueden aclarar las causas y los motivos de la creación del mundo. Ha de ser entendida por la fe en el gran poder creador. Por fe debemos creer en el poder creador, pujantemente activo, de Dios a través de Jesucristo. «Por la fe comprendemos que el universo fue hecho por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía» (Heb. 11:3) (que no está presente a la vista). Este es un extremo que puede ser afirmado, pero el mero razonamiento nunca convencerá a uno de que la afirmación es verdadera. — Carta 56, 1903.3MI 287.3

    Efectos de la depresión en la salud. El pesar disminuye la circulación en los vasos sanguíneos y los nervios, y también retarda la acción del hígado. Obstaculiza el proceso de la digestión y la nutrición, y tiene la tendencia de secar la médula de todo el organismo. [...] La depresión causa dispepsia, y esto agrava el trastorno mental.— Carta 1, 1883.3MI 287.4

    Influencia mesmeriana ejercida por un pastor. Su proceder está causando gran perplejidad entre los más familiarizados con usted. Usted parece tener un poder que muchos considerarían pecado calificarlo como el poder de Dios; pero su influencia no tiende a reforzarlos, a establecerlos, a asentarlos en cuanto a las intervenciones del Espíritu de Dios [...].3MI 288.1

    El Señor me ha mostrado que usted emplea una influencia humana y mesmeriana para tener poder sobre las mentes. En sus labores, ocurre a menudo que lo que se atribuye al poder divino procede de una fuente humana; usted mismo se ha asombrado a menudo de que sus hermanos y sus hermanas consideraran que usted es movido por el poder de Dios. Usted está engañando y siendo engañado [...]. Usted se sirve a sí mismo, y se atrae a la gente. Ciertamente, sus hermanos y hermanas están engañados por usted.— Carta 8, 1889.3MI 288.2

    La mente, tranquilizada por el trabajo sosegado. No me corresponde asignarle un trabajo concreto. Pero debería trabajar, de ser posible, en un lugar donde su mente pudiera mantenerse en equilibrio, donde pudiera estar en paz y tranquilidad, donde no se lo consultara acerca de muchas cosas. No es lo mejor para usted supervisar muchas cosas. Su mente no debería ser gravada en exceso. Eso es muy perjudicial para usted. Cuando muchos motivos de perplejidad se amontonan sobre usted, la sangre fluye a la cabeza, y da lugar a sentimientos tan intensos que ponen en peligro su salud [...].3MI 288.3

    Si carga sobre usted perplejidades en las que están implícitos muchos intereses, la confusión resultante de trazar planes para la administración de una gran diversidad de cosas no será para su bien ni para los mejores intereses de la causa de Dios. Los que quieren depositar sobre usted deberes diversos que requieren una gestión muy cuidadosa están cometiendo una equivocación. Su mente necesita tranquilidad. Usted tiene que hacer una tarea que no produzca fricción en su mente. Debe mantener su conciencia en el temor de Dios, de acuerdo con las normas de la Biblia, y tiene que progresar constantemente, a fin de que de ninguna manera quede usted descalificado para hacer la obra que el Señor le asignó.— Carta 92, 1903.3MI 288.4

    La única cura mental verdadera. La ciencia de la salvación radica en aceptar a Cristo como Salvador personal que perdona el pecado. Murió por los seres humanos pecadores descarriados. «Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del hombre sea levantado [...]. De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna» (Juan 3: 14, 16).3MI 289.1

    «A todos los que lo recibieron, a quienes creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios. Estos no nacieron de sangre, ni por voluntad de carne, ni por voluntad de varón, sino de Dios. Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros lleno de gracia y de verdad; y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre” (Juan 1:1214). Esta es la única cura mental verdadera, lo único que puede salvar al alma que perece. Los seres humanos, con todos sus defectos, toda su terquedad intencional, pueden acudir a Cristo con humildad, contrición y arrepentimiento sincero, y recibir el perdón. Cristo quitará los pecados de ellos y les imputará su justicia. El Espíritu Santo toma las cosas de Cristo y las presenta al suplicante sincero, y la salvación del alma queda garantizada. — Carta 148, 1901.3MI 289.2

    Satanás emplea la tierra, el aire y el agua para obrar milagros. Satanás hace denodados esfuerzos para presentarse como Dios, y para destruir a todos los que se oponen a su poder. Hoy el mundo entero se está sometiendo a él [...].3MI 289.3

    Contemplen el poder obrador de milagros de Satanás. Todo objeto en la tierra, en el aire y en el agua ha sido empleado para confirmar su reivindicación. Los que ceden a estas reivindicaciones bullen con intensa actividad, influyéndose y estimulándose mutuamente al confirmar la grandeza y la gloria de su reino. Vean la actividad, el inquieto arrebato de la masa en su determinación de apoderarse y ocupar el lugar del trono de Dios. ¡Qué ímpetu, qué furia manifiestan en su entusiasmo religioso! Fíjense en la rebelión insolente escrita en su semblante. Su guerra es contra su Creador y Redentor. ¡Cuán vasto es el desfile que forman! ¡Qué poderosos creen ser en sus incontables números!3MI 289.4

    Pero no ven todas las cosas. La nube de la ira judicial pende sobre ellos, conteniendo los elementos que destruyeron Sodoma. Juan vio esta multitud.— Manuscrito 139, 1898.3MI 289.5

    Cristo, el auténtico eslabón perdido entre Dios y la humanidad . En el nombre de Jesucristo de Nazaret les pediríamos que oraran en cada iglesia de Estados Unidos, y en este lejano país de Australia, que podamos encontrar el eslabón perdido entre Dios y la humanidad. Este eslabón es Jesucristo. No tenemos tiempo para la disensión, ningún tiempo para buscar egoístamente ser los primeros. Dios es nuestro Padre. Su ley representa su carácter. La humanidad ha de percibir su responsabilidad ante las almas que perecen. Entonces habrá un empeño comprometido e intenso por levantar a los caídos. — Carta 61, 1898.3MI 290.1

    Hay que ejercitar los músculos para conservar la salud. Hermano, ¿no cooperará usted con el gran Sanador? Es necesario que ejercite los músculos, así como los nervios. Mientras esté aquí en Loma Linda, o dondequiera que pueda estar, no descuide el ejercicio físico. Las manos, los pies, todos los órganos musculares, fueron creados para la acción. Y si no ejercita estos órganos y su poder cerebral proporcionalmente, perderá esa vitalidad que debería preservar.3MI 290.2

    El Señor me ha indicado que le diga que usted ha de usar los miembros del cuerpo, así como el cerebro. Encuentre algo que pueda hacer cerca de su casa, y convierta en una responsabilidad especial el uso de las extremidades y también los órganos del habla. Dios dio estos miembros para ser usados, no para que permanezcan inactivos. — Carta 160, 1907.3MI 290.3

    La introducción de narcóticos en tierras extranjeras por parte de cristianos, causa de juicio. Todo el mundo se levantará en juicio contra aquellos a los que el cielo más ha favorecido, pero que se han puesto del lado de Satanás y han trabajado en las filas del enemigo para llevar a tierras extranjeras sus narcóticos destructores de almas, para contaminar y destruir a las naciones con sus drogas corruptoras y destructoras de la salud. Por un beneficio económico, una nación profesamente cristiana ha impuesto su tráfico a las demás naciones a punta de espada y, así, las ha obligado a aceptar su mercancía, que, al usarla, degradaría a la gente por debajo del nivel de las criaturas irracionales. — Manuscrito 49, 1897.3MI 290.4

    Las fuerzas de la naturaleza, bajo el control de la ley natural. Juan contempló cuatro ángeles de pie sobre los ángulos de la tierra, deteniendo los cuatro vientos de la tierra para que no soplara viento alguno sobre la tierra ni sobre el mar ni sobre árbol alguno (ver Apoc. 7:1). Estos símbolos son ilustrativos de los problemas que vendrán sobre la tierra, salvo que misericordiosamente los ángeles de Dios han servido de contención hasta que los siervos de Dios sean sellados en la frente.3MI 290.5

    Los vientos, los terremotos y las tempestades no son estallidos caprichosos de fuerzas mecánicas incontroladas. Toda está, en el sentido más pleno, bajo el control de la ley física. Es la expresión de una voluntad más alta. «¿Quién encerró los vientos en sus puños?» (Prov. 30: 4); «¿Quién midió las aguas con el hueco de su mano [...]?» (Isa. 40: 12); él «pone las nubes por su carroza” (Sal. 104: 3); «Jehová preside en el diluvio y se sienta Jehová como rey para siempre” [Sal. 29: 10]. Que la sabiduría humana no destrone ni desafíe al gran Soberano del universo. El que hizo «la tierra y todo lo que está en ella» (Neh. 9: 6) es el sustentador. Toda la naturaleza no es más que la plasmación de las leyes que ha hecho, una manifestación de su voluntad soberana. — Manuscrito 10, 1906.3MI 291.1

    Causa y efecto en la ley natural. Es un hecho maravilloso y grandioso que, en las leyes de Dios en la naturaleza, el efecto sigue a la causa con certeza inerrante. La semilla sembrada producirá una cosecha según su especie. Ocurre igual en la naturaleza humana. El que siembra para la carne, de la carne segará corrupción. El que siembra para el Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna. Si los seres humanos consideraran que están realizando su propia cosecha, tendrían cuidado con qué semilla siembran. — Manuscrito 104, 1898.3MI 291.2

    El mundo natural, como una fuente que se ahonda y ensancha bajo la mirada. Todas las lecciones del mundo natural revelan la providencia de Dios. El que tiene abierto ante sí este libro de texto y se convierte en un estudiante del mismo, investigará una fuente que se ahonda y ensancha bajo su mirada. Del Antiguo Testamento puede acumular la más preciosa instrucción, siendo el evangelio la clave.— Manuscrito 30, 1898.3MI 291.3

    La verdadera filosofía de la naturaleza. En su maravilloso Sermón del Monte Cristo utilizó la hermosura natural los lirios del campo para ilustrar una gran verdad. Adaptó su lenguaje a la mentalidad de la vida infantil. El gran Maestro puso a sus oyentes en contacto con la naturaleza, para que pudieran escuchar la voz que habla en todas las cosas creadas; y cuando sus corazones se volvieron tiernos y sus mentes receptivas, los ayudó a interpretar la enseñanza espiritual de las escenas sobre las cuales descansaban sus ojos. Las parábolas, por medio de las cuales le gustaba enseñar lecciones de verdad, muestran cuán abierto estaba Cristo a las influencias de la naturaleza y cómo se deleitaba en sacar enseñanzas espirituales de las cosas de la vida diaria que lo rodeaban [...].3MI 291.4

    El Señor Jesús quería que la verdadera filosofía del gran libro de texto de la naturaleza se abriera delante de la mente. Padres, dediquen tiempo a enseñar a sus hijos a distinguir entre lo genuino y lo artificial. Cristo nos remite al lirio del campo, diciéndonos que aprendamos de él una lección de sencillez y de confianza en Dios.— Carta 223, 1905.3MI 292.1

    La naturaleza, un libro que ilustra la grandeza divina. Cristo convirtió a toda la naturaleza en un libro para ilustrar su grandeza, su bondad, su amor. El agua, el aire, la luz, la vida: Cristo los usó para ilustrar su obra y su carácter.— Carta 232, 1903.3MI 292.2

    La naturaleza toma represalias contra el abuso. Bajo la supuesta sabiduría de los hombres, la naturaleza se ha convertido en un instrumento de destrucción. Lo que tenía que haber sido una bendición se ha convertido en una maldición. Por el uso del vino y el licor los hombres se convierten en esclavos del apetito. Dios no se interpone ni obra un milagro para convertir el mal en bien; porque ha puesto toda la naturaleza bajo sus leyes eternas. Dice que no hay paz para los impíos (ver Isa. 57: 21). Que todo esté en guerra con ellos. Y la naturaleza responde: «No la habrá” (Eze. 7: 25, PER). Si el hombre se toma a sí mismo en sus propias manos, para hacer consigo mismo como le plazca, si obra contra Dios y la naturaleza, sus indulgencias se convertirán para él en instrumentos de muerte.3MI 292.3

    Bajo la mano de Dios, la naturaleza ministra contra los transgre- sores de las leyes divinas. Mantiene sus elementos destructores en su seno hasta el momento en que estallen para destruir a la raza humana y purificar la tierra. Cuando el faraón desafió a Dios por medio de Moisés y Aarón diciendo: «¿Quién es Jehová para que yo oiga su voz [...]? Yo no conozco a Jehová, ni tampoco dejaré ir a Israel”» (Éxo. 5: 2), la naturaleza expresó su empatía con su injuriado Hacedor y cooperó con Dios para vengar el insulto a Jehová. Todo Egipto quedó desolado por la terca resistencia del faraón. — Carta 209, 1899.3MI 292.4

    La naturaleza no pasará por alto los daños causados al organismo humano. No se puede abusar de la naturaleza. No pasará por alto el daño que se le cause a la máquina maravillosa y delicada. El estudiante pálido y débil es un reproche continuo para la reforma pro salud. Mucho mejor sería para los estudiantes salir al aire libre y labrar la tierra.3MI 293.1

    El ejercicio es bueno. Dios quiere que todas las partes del organismo humano sean ejercitadas. Debería haber horas regulares para trabajar, horas regulares para comer, sin estudiar el coste exacto de cada artículo alimenticio y sin proporcionar la clase más barata. Obtengan los mejores productos para hacer que la energía fluya por la maquinaria viviente. No hay despilfarro alguno en aportar los productos que el cuerpo, de forma óptima, pueda ingerir, digerir y enviar a cada parte del organismo viviente para que todas puedan ser nutridas. — Carta 116, 1898.3MI 293.2

    La naturaleza y Cristo, espejos de la divinidad . «Yo soy la vid verdadera», declaró Jesús. Usó la ilustración de la vid para que al mirarla pudiéramos recordar sus valiosas lecciones. Correctamente interpretada, la naturaleza es el espejo de la divinidad.3MI 293.3

    Cristo señaló la vid y sus pámpanos: les doy esta lección para que puedan comprender mi relación con ustedes y la de ustedes conmigo. Sus oyentes no tenían la más mínima excusa para tergiversar sus palabras. La ilustración que usó fue como un espejo sostenido delante de ellos, para que pudieran comprender su conexión con ellos.3MI 293.4

    Esta lección se repetirá hasta los confines de la tierra. Todos los que reciben a Cristo por la fe llegan a ser uno con él. Los pámpanos no están ligados a la vid por medio de un proceso mecánico o artificial. Están unidos por las raíces de la vid. De la misma manera, quienes reciben a Cristo por la fe llegan a ser uno con él en principio y en acción. Están unidos a él, y la vida que viven es la vida del Hijo de Dios. Deben su vida a Aquel que es vida.— Manuscrito 78, 1898.3MI 293.5

    Lecciones de la naturaleza: Contraste entre la naturaleza y el ser humano con respecto a la obediencia a Dios. «Pero no quisieron escuchar, sino que volvieron la espalda y se taparon los oídos para no oír; endurecieron su corazón como diamante, para no oír la Ley ni las palabras que Jehová de los ejércitos enviaba por su espíritu, por medio de los primeros profetas. Por tanto, Jehová de los ejércitos se enojó mucho. “Y aconteció que, así como él clamó y no escucharon, también ellos clamaron y yo no escuché, dice Jehová de los ejércitos, sino que los esparcí como con un torbellino por todas las naciones que ellos no conocían, y la tierra fue desolada tras ellos, sin quedar quien fuera ni viniera; pues convirtieron en desierto la tierra deseable”» (Zacarías 7: 11 -14). Estas palabras son muy impresionantes. El Señor recurre al rocío y a la lluvia y a los diversos fenómenos de la naturaleza, que obedecen su llamada, para ser usados en bendiciones o en juicios. Están bajo su control. Se representa a la naturaleza inanimada estupefacta ante la indiferencia humana hacia la palabra de Dios. Dios requiere al hambre, las plagas y la peste, a calamidades por mar y por tierra, para castigar a los habitantes del país por su iniquidad. Las cosas de la naturaleza brotan en respuesta a la palabra de Dios para cumplir su mandato, ya sea en pérdida y destrucción o en misericordia y bendiciones.3MI 293.6

    ¡Cuán llamativo es el contraste entre las cosas de la naturaleza, los fenómenos materiales, y la tardía inatención y la perezosa desobediencia de los hombres, aquellos por los que Cristo murió! Dice el Señor: Ustedes han dejado que mi casa esté en ruinas, y yo enviaré contra todo lo que es de ustedes una sequía asoladora. Esto alcanza no solo al fruto de la tierra, sino a las criaturas vivas. El ganado debe sufrir a causa de los pecados de la humanidad3MI 294.1

    Dios envió todos los frutos de la tierra, de los viñedos, del grano, de los huertos, al pueblo remanente según todo lo que había ordenado hablar a Zacarías. — Manuscrito 116, 1897.3MI 294.2

    Lecciones de la naturaleza: realidad espiritual. Cristo busca alcanzar el entendimiento a través de sucesos y acontecimientos reales que tienen lugar en este mundo [...]. La vida humana en todos sus aspectos es similar a la naturaleza. Mediante las cosas naturales Cristo ilustraba las cosas del reino de Dios. — Manuscrito 45, 1898.3MI 294.3

    Lecciones de la naturaleza: para enseñar la fe en la providencia de Dios. El séptimo año después de que [Israel] se hubiera establecido en Canaán habría de ser un año sabático. Toda la actividad agrícola había de detenerse. No habría ni siembra ni siega. Durante un año, la gente dependería por completo del Señor, teniendo fe en sus planes como propietario. La tierra necesitaba un descanso para renovar las fuerzas necesarias para el crecimiento. Lo que crecía de por sí era propiedad común del pobre y el forastero, del ganado y los rebaños. Así la tierra recibiría reposo, y los pobres y el ganado se darían un festín.3MI 294.4

    Con ello se demostraba que la naturaleza no era Dios, que él tenía dominio sobre la naturaleza. Dios quiso que su iglesia aprendiera constantemente significativas lecciones de la naturaleza, que supiera que Dios era el administrador, el propietario, que la iglesia conociera la realidad de la presencia divina y de su cuidado providencial de toda la tierra. Había de ser consciente de que toda la naturaleza estaba bajo la supervisión del Señor; toda la producción de la tierra, bajo su cuidado. Esto había de darle a la iglesia fe en la providencia divina. El Señor podía retener sus bendiciones u otorgarlas. — Manuscrito 121, 1899.3MI 295.1

    La naturaleza no es Dios, pero da testimonio de Dios. La naturaleza ni es Dios ni nunca fue Dios. Dios está en la naturaleza; la voz de la naturaleza da testimonio de Dios; pero la naturaleza no es Dios. Como obra creada por él, no es más que un testimonio del poder de Dios. Hay un Dios personal, el Padre; hay un Cristo personal, el Hijo [...].3MI 295.2

    La naturaleza declara la gloria de Dios. El salmista dice: «Los cielos cuentan la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro día y una noche a otra noche declara sabiduría. No hay lenguaje ni palabras ni es oída su voz” (Sal. 19: 1-3).3MI 295.3

    Puede que algunos supongan que estas cosas grandiosas del mundo natural son Dios. Pero no son Dios. Solo manifiestan su gloria. Los antiguos filósofos se enorgullecían de su conocimiento superior. Pero leamos la interpretación del asunto por parte del apóstol inspirado: «Pretendiendo ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible por imágenes de hombres corruptibles, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. Por lo cual, también los entre-gó Dios a la inmundicia, en los apetitos de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos» (Rom. 1:22-25).3MI 295.4

    ¿Consideraremos esto? En su sabiduría humana, el mundo no conoce a Dios. Sus sabios recopilan un conocimiento imperfecto de la creación divina y luego, en su insensatez, exaltan la naturaleza y las leyes de la naturaleza por encima del Dios de la naturaleza. La naturaleza es un libro abierto que revela a Dios. Todos los que son atraídos a la naturaleza pueden contemplar en ella al Creador de la naturaleza. Pero los que han recibido un conocimiento de Dios mediante la revelación que Dios ha hecho de sí mismo en Cristo en la naturaleza nada más obtendrán un conocimiento imperfecto de Dios. Este conocimiento imperfecto, lejos de impartir lecciones sublimes de Dios, lejos de elevar la mente, el alma y el corazón y de ponerlos en conformidad con la voluntad de Dios, convertirá a los hombres en idólatras. Profesando ser sabios, se hacen necios. Los que piensan que pueden obtener un conocimiento de Dios aparte del Representante que la Palabra declara que es «la imagen misma de su sustancia” (Heb. 1:3) necesitarán volverse necios en su propia estima antes de que puedan ser sabios. Cristo vino como Salvador personal. Es imposible adquirir un conocimiento perfecto de Dios por medio de la naturaleza, porque la propia naturaleza es imperfecta. Hay sobre ella una maldición y un deterioro. No obstante, la naturaleza, estropeada como está por la plaga del pecado, encierra lecciones relativas al diestro Artista Maestro. Uno que es omnipotente en poder, grande en bondad, en misericordia y en amor creó la tierra, e incluso en su estado deteriorado subsiste mucho que es bello. La voz de la naturaleza habla, diciendo que hay un Dios detrás de la naturaleza, pero, en sus imperfecciones, ella no representa a Dios. La naturaleza no puede revelar la naturaleza y el carácter de Dios en su perfección moral. — Manuscrito 86, 1898.3MI 295.5

    La naturaleza y la Biblia: La naturaleza, expositora de la Biblia . La naturaleza es una expositora de la palabra del Dios vivo.— Manuscrito 98, 1902.3MI 296.1

    Dios ejerce su omnipotencia sobre sí mismo. La paciencia de Dios es evidente, porque indica que él pone restricción a sus propios atributos. Ejerce su omnipotencia sobre sí mismo. ¿Por qué ha tenido paciencia el Señor con el continuo aumento del desafío de sus leyes, dadas para gobernar a los instrumentos humanos que creó? Ha sido paciente con la perversidad de estos y, a la vez, ha dado luz continua a los que permanecen obedientes. Ve que la luz se está volviendo intolerable a causa de la crueldad. Esto se debe a los seres humanos que han cambiado las leyes de él.— Manuscrito 59, 1906.3MI 296.2

    La omnisciencia de Dios . Si el Señor Jesús ungiera los ojos de los mortales caídos y expusiera delante de nosotros los misterios de su providencia, veríamos que ni por un momento ninguna transacción humana ha pasado desapercibida para el Señor.— Manuscrito 54, sin fecha.3MI 296.3

    Hay grandes propiedades en la cebolla bien guisada . Hay grandes propiedades en las cebollas bien guisadas. Pregunte usted a ; él le puede contar el bien que harán las cebollas.— Carta 348, 1908.3MI 297.1

    El organismo humano, una máquina maravillosa. El organismo humano es una máquina maravillosa, pero se puede abusar de él. El estómago puede ser sobrecargado, y a menudo lo es, y puede ser obligado a servir como un esclavo a su tiránico amo. La transformación del alimento en sangre buena es un extraordinario proceso, y todo ser humano debería estar informado respecto de este asunto. Para que los jugos gástricos se puedan poner en acción y que la saliva se mezcle con los alimentos, los dientes deben hacer su trabajo con cuidado y de forma cabal. Cada órgano del cuerpo conserva parte de los nutrientes para mantener sus diferentes partes en acción. Al cerebro se le debe proporcionar su parte; a los huesos, su porción. El gran Maestro constructor está obrando en cada momento, para suplir lo necesario a cada músculo y tejido, desde el cerebro hasta la punta de los dedos de las manos y los pies, a fin de dar vida y fortaleza.3MI 297.2

    Día a día, el organismo humano lleva a cabo su trabajo bajo el gran Maestro Arquitecto, que supervisa cada función del cuerpo, buscando convertirlo en un templo glorioso para sí mismo [...]. Cuando Dios obra tan maravillosamente, el hombre, el instrumento humano, debería estudiar cuidadosamente el funcionamiento de su cuerpo, para que este templo de Dios no se use indebidamente.— Carta 17, 1895.3MI 297.3

    El panteísmo, una espantosa tergiversación. Tomar las obras de Dios y presentarlas como si fueran Dios es una espantosa tergiversación. Fui llamada a oponerme a esta tergiversación de Dios al comienzo de mi obra, cuando el Señor me envió a proclamar el mensaje que él me daría.3MI 297.4

    Mis labores en este frente comenzaron cuando tenía diecisiete años, y desde entonces he abordado el asunto una y otra vez. Se han presentado ante mí un caso tras otro, y el poder de Dios ha reposado sobre mí mientras estaba de pie ante nutridas concurrencias y mencionaba el nombre de los que abrigaban falsas opiniones, diciéndoles adonde los conducirían tales puntos de vista si no cambiaban.3MI 297.5

    En la apostasía, el espiritismo y el amor libre he visto los resultados de estas espantosas opiniones sobre Dios. Las tendencias de estas enseñanzas hacia el amor libre estaban tan escondidas que resultaba difícil presentarlas en su auténtico carácter. Hasta que el Señor me lo presentó, yo no sabía cómo llamarlo, pero se me indicó que lo llamara amor espiritual profano.— Carta 230, 1903.3MI 297.6

    La falta de trabajo al aire libre puede afectar al sistema nervioso. Hermano, usted es un hombre enfermo. Necesita un empleo diferente. Se dedica usted a una actividad que es sumamente exigente con el sistema nervioso. Si usted pudiera dedicarse a algún trabajo menos exigente, si pudiera hacerse con una parcela y, durante un año, trabajar al aire libre, alejado de todas las perplejidades del negocio, ello podría salvar su cerebro y su alma. No es prudente, meramente porque pueda hacer dinero fácilmente, seguir en el trabajo de afinación de pianos, si esto afecta su sistema nervioso.3MI 298.1

    En muchos casos he aconsejado trabajo al aire libre para los afinadores de piano, diciéndoles que, a no ser que cambiaran de actividad, tendrían que enfrentarse con la locura. Estamos constituidos de nervios y sentidos, así como de conciencia y afectos. Todas las partes de la maquinaria viviente han de ser cuidadas con sabiduría y tratadas con consideración. El Señor tiene respeto por el cuerpo, así como por el alma.— Carta 104, 1901.3MI 298.2

    Dios crea las mejores imágenes sobre la mente. Dios puede crear en nuestra mente imágenes más bonitas y correctas que las que puede plasmar el mayor artista que jamás haya presentado al mundo una representación de cosas celestiales.— Carta 137, 1899.3MI 298.3

    Dios hace fotos de su pueblo. Recuerden que este mundo es el estudio de daguerrotipia*N. del E. Según el Diccionario académico es una «técnica fotográfica primitiva mediante la cual las imágenes captadas con la cámara oscura se fijan sobre una chapa metálica convenientemente preparada». de Dios. En los libros del cielo se están haciendo las fotografías de todos los que viven aquí, viejos o jóvenes. ¿Qué apariencia tendrán?—Carta 78, 1901.3MI 298.4

    El milagro de Dios en la producción de los frutos. Hay una conexión estrechísima entre Dios y la naturaleza. Dios obra un milagro en cada planta y en cada árbol que dan fruto, y el Señor, de acuerdo con la necesidad del caso, puede obrar un milagro instantáneo y preparar alimento. La naturaleza sin Dios está muerta. La vida continua de los hombres, de los árboles frutales, de los vegetales y de toda sustancia viva de la naturaleza depende de la intervención activa, viviente y eficaz de Dios. El tiene una relación permanente con este mundo y con su pueblo. Tenemos evidencia de que cuando los hombres reconocen su lealtad a Dios y ponen lo mejor de su parte, entran en contacto con su mano y con la palabra de su poder, el Señor Jesús puede multiplicar un suministro muy exiguo de alimentos, haciéndolo suficiente para todos.— Carta 37, 1895.3MI 298.5

    Ninguna lluvia antes del diluvio. Tras siete días empezó a llover. Hasta ese momento no había habido lluvia; sino un vapor que subía para regar la tierra, pero cuando la lluvia empezó a caer lentamente al principio, y luego vino más, empezaron a preguntar: ¿Cómo acabará esto? Y al fin los cielos fueron abiertos y la lluvia se derramó a torrentes.— Manuscrito 32, 1886.3MI 299.1

    El uso de la razón. Debemos tener raciocinio. Es uno de los grandes talentos magistrales confiados al ser humano, y es una gran ventaja en cada paso con el que avanzamos de la tierra al cielo. La facultad de razonar, formada y cultivada como un valioso don que nos ha sido confiado, será llevada al cielo con todas sus mejoras y capacidades santificadas, para ser perfeccionada cada vez más en la escuela celestial de lo alto.3MI 299.2

    Pablo razonaba basándose en las Escrituras. Jesús razonaba con sus oyentes basándose en las Escrituras.— Carta 56, 1903.3MI 299.3

    El aseo entre los israelitas. El Señor dio ciertas instrucciones a los hijos de Israel. Habían de reunirse al pie del monte Sinaí y oír la voz de Dios pronunciando los Diez Mandamientos. Pero primero tenían que lavar sus ropas. Ordenó nuevamente que no se tolerara suciedad alguna en el campamento, no fuera a ser que el Señor pasase y viera su suciedad y, a causa de esto, se negase a subir con sus ejércitos a la batalla.3MI 299.4

    Algunas personas piden a Dios que preserve a su familia de todo mal y enfermedad mientras se ven en el hogar suciedad y desorden, con las cosas mismas que provocan enfermedad. ¿Puede Dios glorificar su nombre obrando un milagro para evitar que la peste entre en la morada de aquellos a los que no se cuidan de hacer su parte para evitar el paludismo y las fiebres? El Señor no actúa de esta manera. El instrumento humano debe desempeñar su parte con inteligencia, manteniendo limpios su cuerpo y su ropa, y cada habitación de la casa en orden. Entonces el Señor se puede aproximar a su morada. Yo seré glorificado, dice el Señor, por aquellos que se aproximan a mí.— Carta 106, 1898.3MI 299.5

    El aseo: En las instituciones de salud y en los hogares. Por encima de todos los demás lugares, una institución de salud debería tener un perfecto sistema de saneamiento, y su aire y su agua deberían estar absolutamente libres de impureza [...].3MI 300.1

    Hemos recibido instrucciones muy claras respecto al peligro de la contaminación ambiental para la vida y la salud; y esperamos no ser nunca culpables del más mínimo descuido en cuanto a dicho asunto. No deberían escatimarse esfuerzos ni dinero por garantizar planes perfectos de alcantarillado en nuestras escuelas y nuestros sanatorios. Se ha dado un mensaje tras otro en este sentido a los que tienen responsabilidades en nuestras instituciones. Se me ha indicado claramente que el descuido y la negligencia en cuanto a las condiciones sanitarias, en el hogar o en edificios públicos, conllevan la retirada de la bendición de Dios.— Carta 155, 1904.3MI 300.2

    Satanás imparte conocimiento científico. En la sinagoga de Satanás, este pone bajo su cetro, y en sus concilios, a aquellos agentes a los que puede usar para promover su adoración. No es de extrañar encontrar una especie de refinamiento y una manifestación de grandeza intelectual en la vida y en el carácter de los que son inspirados por ángeles caídos. Satanás puede impartir conocimiento científico y dar a los seres humanos cátedra de filosofía. Está familiarizado con la historia y versado en sabiduría mundana.— Manuscrito 66, sin fecha.3MI 300.3

    Satanás emplea maquinaciones científicas. Hemos visto el gran poder de Dios. El Señor ha obrado por bien de su pueblo. Pero Satanás no está muerto ni paralítico, y prepara las mentes poco a poco para que se imbuyan de su espíritu y trabajen de la misma manera que trabaja él contra los que tienen responsabilidades en la obra de Dios en estos últimos días. En el futuro, los últimos logros de Satanás se realizarán con más poder que nunca antes. Ha aprendido mucho, y está lleno de maquinaciones científicas para anular la obra que está bajo la supervisión de Aquel que acudió a la isla de Patmos a educar a Juan y a darle instrucción para ser dada a las iglesias.— Carta 311, 1905.3MI 300.4

    La Palabra de Dios está en armonía con la verdadera ciencia. Por medio de Jesucristo, Dios —no un efluvio, no algo intangible, sino un Dios personal— creó al hombre y lo dotó de inteligencia y de poder [...].3MI 301.1

    El Señor es un Dios personal y viviente. Un Salvador personal y viviente vino a este mundo para anular los efectos de las torcidas insinuaciones y las tergiversaciones serpentinas de Satanás. Vino a llevar a cabo sus planes, escritos ante él en un libro. Personas que tenían un gran conocimiento religioso, pero ninguna profundidad de piedad ni conocimiento experimental de Dios en la obediencia de las Escrituras, especulaban sobre Dios. Cristo reveló a la gente la constitución moral y religiosa.3MI 301.2

    El pagano inculto aprende sus lecciones por medio de la naturaleza y de sus propias necesidades, e insatisfecho con las tinieblas se esfuerza por alcanzar la luz, buscando a Dios en la Primera Gran Causa. En el libro de Génesis se registran varias maneras en las que el Señor habla a los gentiles. Pero es sorprendente el contraste entre la revelación del Altísimo en dicho libro y las concepciones de los gentiles. Muchos filósofos paganos tuvieron un conocimiento de Dios que era puro, pero la degeneración, el culto a las cosas creadas, comenzó a oscurecer ese conocimiento. Las obras de las manos de Dios en el mundo natural: el sol, la luna y las estrellas, fueron venerados.3MI 301.3

    En la actualidad, los hombres aseveran que las enseñanzas de Cristo con respecto a Dios no pueden verificarse por medio de las maravillas del mundo natural, porque la naturaleza no se halla en armonía con el Antiguo y Nuevo Testamento. Esta supuesta falta de conformidad entre aquella y la ciencia no existe. La Palabra del Dios de los cielos no concuerda con la ciencia humana, pero está en perfecto acuerdo con su propia ciencia creada.— Manuscrito 117, 1898.3MI 301.4

    No estudiar temas de misterio científico. La luz de la verdad que Dios quiere que llegue a la gente de este mundo en este momento no es la que los eruditos del mundo quieren impartir, porque estos a menudo llegan a conclusiones erróneas en sus investigaciones, y como consecuencia del estudio de las obras de muchos autores, se entusiasman con teorías de origen diabólico. Satanás, revestido con el ropaje de un ángel de luz, presenta al estudio de la mente humana diversos temas que parecen muy interesantes y llenos de misterio científico. En la investigación de estos temas, se induce a los hombres a aceptar conclusiones erróneas y a unirse con espíritus seductores en la obra de proponer nuevas teorías que apartan de la verdad.— Manuscrito 23, 1908.3MI 301.5

    Los peligros de la investigación científica . Constantemente los médicos serán tentados a exaltar a la ciencia por encima de Dios, el gobernante del universo. Se corre el peligro de que los médicos abandonen poco a poco la sencillez de la fe bíblica en el poder de Dios. Esto me ha sido presentado durante muchos años como un instrumento activo para ofuscar la mente de los que estudian medicina, y muchos han caído sobre esta piedra de tropiezo, y muchos más tropezarán, porque no son humildes como la Biblia declara que deben ser. Me ha sido presentado de una manera muy categórica el peligro al que nuestros jóvenes se exponen al asociarse con educadores en una institución médica y escuchar sus argumentos. Si los jóvenes no perciben su dependencia diaria de Dios, serán engañados para su propia ruina.3MI 302.1

    Aquí, hermano, el Dr. J. H. Kellogg ha sido y será su peligro en las investigaciones científicas de usted; a no ser que aumente diariamente en el conocimiento y el amor de la verdad, creciendo en Cristo, su cabeza viviente, usted se halla en auténtico peligro. En este momento no tengo nada que decirles a usted ni al pastor en cuanto al autor del libro publicado. No tengo fuerza para dedicarla a estos asuntos, pero sé que al Señor le ha complacido mostrarme, con trazos nítidos, el peligro que usted ha corrido en el pasado y que corre en el momento actual. Cuide la forma en la que acepta estas cosas que limitan el poder de Dios. Está inmediatamente ante nosotros el momento en que toda la tierra será alumbrada con su gloria. Esa luz ya está empezando a brillar, y lo que usted debería estudiar de forma especial es cómo seguir el ritmo de la providencia de Dios que se abre. Porque es terrible estar espiritualmente ciego. Es fatal que un hombre se crea a salvo y que ande siguiendo las chispas que él mismo genera. La sofistería tejerá para usted un velo muy sutil; temo que lo atrape.— Carta 18, 1892.3MI 302.2

    Los científicos no pueden explicar los caminos de Dios . Los personajes más doctos en la ciencia no pueden interpretar ni explicar los caminos y las obras de Dios. Solo los que se han desvestido por completo del yo y el egoísmo y han sido hechos participantes de la naturaleza divina pueden entender, con la ayuda de sus facultades espirituales, los caminos y las acciones divinas. Para los que no lo conocen, los caminos de Dios son inescrutables.— Manuscrito 76, 1903.3MI 302.3

    La filosofía del sentido común, de más valor que los idiomas antiguos. La filosofía del sentido común es de mucha más trascendencia para los jóvenes que el estudio del griego y el latín. Se usa demasiado el cerebro, como al maltratado estómago. Recibe gran cantidad de alimentos de los que no puede ocuparse, y el resultado es que Satanás entra con sus tentaciones y siembra las semillas y causa ideas de infidelidad, que los alumnos han recibido de sus libros de estudio en la educación de la escuela, para convertirlas en asunto de gran interés. Un poder cautivador se apodera del intelecto y lo trabaja hasta que se convierte en un fructífero campo de cizaña, una maldición en lugar de una bendición.— Manuscrito 11, 1898.3MI 303.1

    Siete, el símbolo de Dios de la completitud. El Cristo de Patmos tenía siete estrellas en la mano derecha. Esto nos garantiza que no es preciso que ninguna iglesia fiel a su deber tema acabar en nada; porque ninguna estrella que tenga la protección de la Omnipotencia puede ser arrancada de la mano de Cristo. Si una estrella se separa de Dios, y se cae de su engarce, otra ocupará su lugar. Nunca habrá menos de siete, siendo este número el símbolo divino de la completitud.— Manuscrito la, 1890.3MI 303.2

    La habilidad en las artes comunes, don de Dios. La habilidad en las artes comunes es un don de Dios. Él provee tanto el don como la sabiduría para usarlo correctamente. Cuando él deseaba que se hiciera cierto trabajo en el tabernáculo dijo: «Mira, yo he llamado por nombre a Bezaleel, hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá; y lo he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte» [Éxo 31:2, 3].— Carta 60, 1907.3MI 303.3

    Los resultados de la pérdida de sueño. Reduzca su trabajo a lo que entienda mejor. Usted ha sobrellevado tantas responsabilidades que está casi arruinado en fuerza mental y física. No intente apresurar las cosas como ha venido haciendo. Usted no puede permitirse sacrificar su descanso y su sueño necesarios para adelantar su trabajo. Se está agotando por completo demasiado rápido. Con nervios gravados en exceso, dolor de cabeza y noches si dormir, usted ha estado perdiendo terreno física, mental y espiritualmente.— Manuscrito 124, 1902.3MI 303.4

    ¿Vides de Sodoma y Gomorra en el huerto del Señor? ¿Se permitirá que las vides de Sodoma y Gomorra crezcan en el huerto del Señor? ¿Serán visitados los terribles juicios de Dios sobre aquellos que conocen la verdad, porque no han formado caracteres según el ejemplo divino? ¿Se verá Dios obligado a decir de su pueblo hoy lo que dijo de Israel: «Te planté de vid escogida, toda ella de buena simiente, ¿cómo, pues, te me has vuelto sarmiento de vid extraña?» [Jer. 2: 21]? Do-minemos el yo. Venzamos cada rasgo perverso de carácter. Entonces las uvas del Señor volverán a crecer en la otrora floreciente vid, que ya no dará las uvas de Sodoma ni los racimos de Gomorra.— Carta 141, 1902.3MI 304.1

    El alma, sujeta a leyes, igual que las cosas naturales. Estamos sujetos a ciertas leyes, igual que las plantas están sujetas a la ley. Cada árbol dará su fruto previsto. La desobediencia a las leyes que gobiernan nuestro ser da como resultado enfermedad, sufrimiento y muerte.3MI 304.2

    El alma también está sujeta a leyes, y el desacato de estas leyes, torciendo y malinterpretando las Escrituras, dará como resultado la enfermedad y la muerte del alma. Los que siguen una senda de error pierden la paz genuina de Cristo y llegan a ser como el mar turbulento, que arroja cieno y lodo.— Carta 87, 1905.3MI 304.3

    La ciencia del habla y la conversación, enseñada en la Biblia. Nuestra formación con respecto a la ciencia de la conversación mejorará en todos los sentidos si hacemos de la Palabra de Dios nuestro estudio. Esta rama de la educación ha sido descuidada deplorablemente. Muchos reciben diplomas de universidades que no han obtenido por la adquisición de una educación integral. Los maestros y los alumnos son aptos para saltarse el importante tema de la educación del habla. Por falta de formación en este frente, los alumnos pierden mucho. Salen de la escuela siendo deficientes en su experiencia toda su vida [...].3MI 304.4

    Que todos los que se han puesto del lado de Cristo, el mayor Maestro que el mundo jamás conoció, aprendan de él el arte de la conversación. En esta ciencia, se aprende con la práctica.— Manuscrito 74, 1897.3MI 304.5

    El hombre, bajo un hechizo espiritista. Satanás se está esforzando al máximo para introducir sofisterías espiritistas, y para engañar las mentes. Cada seguidor de Cristo debe vestirse ahora con toda la armadura de Dios y pelear valientemente contra las intromisiones del poder de las tinieblas. No sean nuestros soldados sorprendidos durmiendo en sus puestos. El mundo ha de ser amonestado. Si alguna vez hubo un tiempo en que debería ejercerse una fuerte influencia espiritual en nuestros congresos al aire libre es ahora.3MI 305.1

    Hay hombres fuertes, valiosos a los ojos de Dios, que están fascinados. No se dan cuenta de que están representados por las vírgenes insensatas. La filosofía espiritista científica ha apartado sus mentes del mensaje que debe proclamarse en este tiempo. Algunos viven solo para criticar, pues se relacionaron con los que aprendieron del gran engañador. Sus corazones portan el veneno de la serpiente y están preparados para emprender una campaña de incredulidad.3MI 305.2

    Los que se durmieron en sus puestos han de despertar ahora y aderezar sus lámparas. No deben alimentar ni un solo vestigio de duda con respecto a la verdad para estos tiempos. El hipnotismo de Satanás debe ser expuesto en su verdadera dimensión. No hemos de caminar hacia Egipto, sino hacia Canaán, la tierra prometida.— Manuscrito 80, 1905.3MI 305.3

    Dios alcanzó a los magos por medio de una estrella. Usted verá que en todo lugar Dios actúa de la manera en que mejor pueda alcanzar a la gente. Cuando acudió a revelar a Cristo a los magos, no acudió a ellos como hizo con los pastores de la llanura de Belén. Los sabios leían las obras de Dios en los cielos. «Los cielos cuentan la gloria de Dios» [Sal. 19: 1], y Dios acude a ellos de la manera misma en que mejor podía alcanzarlos. Hace que se les aparezca una estrella, una estrella maravillosa. Los ángeles de Dios se ciernen en los cielos en forma de estrella, y [los magos] ven la estrella; y cuando empiezan a comprender que está ocurriendo algo extraño, comienzan a moverse, y la estrella se mueve delante de ellos.— Manuscrito 1, 1890.3MI 305.4

    En la marcha de la muerte. El mundo, que actúa como si no hubiera Dios, absorto en propósitos egoístas, experimentará pronto una súbita destrucción, y no escapará. Muchos continúan en una complacencia descuidada del yo hasta que llegan a estar tan disgustados con la vida que terminan con su existencia. Bailando y parrandeando, bebiendo y fumando, complaciendo sus pasiones animales, marchan como bueyes al matadero. Satanás está trabajando con todo su arte y encantos para mantener a los hombres marchando a ciegas, hasta que el Señor se levante de su lugar para castigar a los habitantes de la tierra por sus iniquidades, cuando la tierra devolverá su sangre y no cubrirá más sus muertos. El mundo entero parece empeñado en la marcha de la muerte.— Manuscrito 139, 1903.3MI 305.5

    Los dientes deben realizar un trabajo cabal. La transformación del alimento en sangre buena es un extraordinario proceso, y todo ser humano debería estar informado respecto de este asunto. Para que los jugos gástricos se puedan poner en acción y que la saliva se mezcle con los alimentos, los dientes deben hacer su trabajo con cuidado y de forma cabal.— Carta 17, 1895.3MI 306.1

    Las tendencias heredadas perpetuadas. Lo que en el trato de Dios con nosotros puede parecer adverso es, en realidad, misericordia a cada paso, que despierta la naturaleza más elevada y provoca un aborrecimiento del pecado y la injusticia y nos lleva a guardamos de las prácticas egoístas, del artificio y la injusticia, de todo rasgo de carácter defectuoso. Si los seres humanos reprodujeran los atributos de Dios, no tendrían la dolorosa experiencia de transmitir tendencias y rasgos de carácter erróneos a sus hijos, para que sean reproducidos en sus hijos, comunicando así los males que podrían haber sido reprimidos.— Carta 65, 1895.3MI 306.2

    Se necesitan pensadores profundos. Muchos obtienen un conocimiento superficial de la verdad o de la doctrina bíblica y luego se detienen, pensando que lo saben todo. Pero, ¿lo saben todo? No; no: La orden de Dios es: Avancen. Porque los jóvenes varones se miden a sí mismos entre sí mismos, y alcanzan un estándar que otros han alcanzado, se contentan con dejar de aprender. Pero la voz de Dios los manda avanzar. Podría lograrse cincuenta veces lo que ahora en el cultivo de uno mismo si las mentes de hombres y mujeres estuvieran despiertas a sus propias posibilidades y sus propios privilegios. La educación de uno mismo significa más de lo que las universidades pueden darle a uno. Los personajes de verdadera educación son escasos. Los de talento son numerosos, pero al no mejorar sus oportunidades, y sus talentos no se multiplican. Cuando hombres y mujeres tengan hambre de conocimiento con el fin de bendecir a sus semejantes, Dios los bendecirá. Preparará los odres nuevos para el vino nuevo. Habrá una expansión, un desarrollo de las facultades superiores, para que lleguen a ser pensadores profundos. Si los que tienen talentos no se acomodaran satisfechos de que tienen suficiente para la gran obra; si cavaran más hondo, no habría tal escasez de obreros. Deberíamos tener una enseñanza más espiritual y el tesoro escondido afloraría a la superficie mediante un esfuerzo diligente.— Manuscrito 104, 1898.3MI 306.3

    Acción y reacción en el pensamiento. El Señor hizo el cerebro para que la mente pueda pensar con un propósito. Hay acción y reacción en el pensamiento. Dios quiere que el ser humano use seriamente el cerebro. Toda la maquinaria humana ha de estar bajo el control de Aquel que nos creó. Se requiere a la mente, el corazón, el alma y la fortaleza al servicio de Dios.— Carta 100, 1898.3MI 307.1

    La energía física sacrificada a la lujuria. Prevalecen prácticas inicuas que recargan la salud espiritual. Las pasiones son estimuladas a una actividad excesiva. La vida matrimonial es profanada hasta tal punto que miles y miles sacrifican su fuerza vital sobre el altar de la lujuria. Todo el ser se degrada hasta que es imposible que la verdad sea recibida en el templo del alma.— Manuscrito 10a, 1898.3MI 307.2

    La enseñanza del cultivo de la voz. La educación incluye el importante obra de educar la voz. Los alumnos han de ser enseñados a dar a su lectura y sus recitaciones tal expresión que las hagan interesantes para los oyentes. Han de ser enseñados a usar los músculos abdominales al hablar, y este estudio resultará un remedio para muchas dificultades de la voz y el pecho, y el medio de prolongar la vida.— Manuscrito 83, 1908.3MI 307.3

    Oír la voz de Dios o el eco de la misma. Se oye la voz de Dios, pero podemos estar tan alejados de él que solo oigamos el eco. Hay palabras de instrucción procedentes de Dios día a día, y en una hora que no conocemos puede que dé palabras a sus mensajeros escogidos destinadas a nosotros que perdemos por falta de discernimiento y aprecio. Luego caminamos tropezando en la incertidumbre de la noche, y no sabemos con qué tropezamos. Hay para nosotros una brillante gloria a medida que avancemos, pero que puede que nunca veamos a menos que, en efecto, avancemos. Puede que captemos algunas vislumbres, pero eso es todo. No vemos el brillo de la gloria celestial. Por lo tanto, no podemos hablar de ella, ni orar al respecto— Carta 147, 1897.3MI 307.4

    Fajas apretadas alrededor de la cintura. Algunas mujeres creen necesario rodear y atar su cintura como si no fuera lo suficientemente pequeña. Por eso vemos la dificultad de tan entrecortada respiración [...]. Por el amor de Cristo, no apretuje usted su corazón; es la máquina de todo el cuerpo. Es la morada que Dios nos ha dado. David dijo: «Asombrosa y maravillosamente he sido hecho” [Sal. 139: 14, LBA]. ¿Consideran los padres que están sentando las bases para una muerte temprana? Me apena ver esos hombros anchos y esas cinturas pequeñas. Es malo no dejar que la maquinaria humana haga su trabajo.— Manuscrito 9, 1893.3MI 308.1

    Los tratamientos con agua caliente son beneficiosos. La luz que me ha sido dada con referencia a varios casos críticos me fue presentada cuando tuve que cuidar de un niño enfermo, y en cada caso las instrucciones dadas fueron: No apliques hielo a la cabeza, sino agua fría; pero aplica fomentos calientes a los intestinos, al estómago y al hígado. Esto calmará la fiebre mucho antes incluso que el frío. La reacción tras las aplicaciones frías eleva la fiebre en lugar de eliminarla. Se me ha dado esta instrucción una y otra vez. En algunos casos, las aplicaciones de hielo pueden ser justificables, pero en la mayoría de los casos no son aconsejables. Si el inválido tiene alguna vitalidad, el cuerpo enviará la sangre a donde está el frío, y muy a menudo el cuerpo no tiene ninguna energía para este gravamen. Puede que algunos casos aguanten este tipo de tratamiento, pero tengo gran temor por el hermano si se prosigue con él. Usen agua caliente. En nueve casos de cada diez, será un trabajo con más éxito que el que tendría el frío hielo.— Carta 112a, 1897.3MI 308.2

    El levantamiento de peso y la expansión pulmonar. Se me indicó que hay gran peligro en pasarse con el tratamiento, el masaje y la prueba de levantamiento de peso para ver quién puede sobresalir en la expansión de sus pulmones a lo sumo de su capacidad. Se precisa gran cautela en esta expansión de los pulmones, porque a menudo se provoca una lesión que jamás llega a conocerse, pero el resultado es el mismo en cualquier caso. Pierden poder vital, y debilitan los pulmones sin remedio. Se atribuyen otras causas a la debilidad de los órganos esenciales, pero en esta prueba de los pulmones ha llegado a haber una lucha por la supremacía, mientras un médico defiende su postura.3MI 308.3

    Por otra parte, está el tratamiento de levantamiento de peso. Muchos suponen que esta hace mucho bien. Puede, si no se hace en exceso. Pero me ha sido presentado el resultado. Los músculos de algunos nunca se recuperan. Se ejerce sobre los tendones, los músculos y los nervios una tensión que no es natural que la maquinaria no fue hecha para soportar.3MI 309.1

    No ha de ponerse ninguna tensión violenta ni antinatural en la maquinaria humana; porque todas sus funciones son muy delicadas. Y, dado que el Señor no ha puesto ante nadie el procedimiento de forzar los pulmones al límite, ¿no harían bien los médicos en usar cautela al abordar estos órganos? Se producen lesiones de los órganos esenciales cuando el instrumento humano no comprende cómo o cuándo. No será beneficioso para sus alumnos correr ningún riesgo. Deberían darse períodos de reposo a cada alumno. Deberían tener un cambio, pasando del estudio continuo a trabajo físico intenso. El ejercicio físico, combinado con una vida de estudiante, es bueno.— Carta 102, 1898.3MI 309.2

    Cómo se pierde la voluntad.— Es posible que el ser humano, cediendo a Satanás en las asociaciones del mundo, pierda su poder de ejercer su voluntad al resistir la tentación. Los ardides del enemigo están ejerciendo constantemente presión en la mente y el alma para atar al ser humano, haciéndolo cautivo de la fuerza del hábito.— Carta 77, 1899.3MI 309.3

    Efectos físicos del estudio de la Palabra de Dios.— Se descuida muchísimo el estudio de la Palabra. Si la Palabra es estudiada con mente humilde, el Espíritu Santo hará su aplicación. «La exposición de tus palabras alumbra”, dice el salmista. «Hace entender a los sencillos” [Sal. 119: 130]. Emite valiosos rayos de luz para todos los que estudian sus divinos principios. Es mejor que ningún fármaco, y dará firmeza física.— Manuscrito 53, 1898.3MI 309.4

    La preocupación mata. No es el trabajo lo que mata, sino la preocupación. La única manera de evitar la preocupación consiste en llevarle todas nuestras tribulaciones a Cristo. No contemplemos el lado oscuro de las cosas. Cultivemos la alegría de espíritu. Muchas cosas me entristecen, pero trato de no pronunciar palabras desalentadoras, porque alguien que las escuche podría estar triste también, y no quisiera hacer nada que aumentara su tristeza.— Carta 208, 1903.3MI 309.5

    El resultado del exceso de trabajo. Hay personas que son demasiado enérgicas. Tienen tanto celo que su fuerza física se ve gravada en exceso. Es un error pasarse y agotar la resistencia mediante trabajo constante sin tomar períodos de descanso. Si toda la maquinaria es usada demasiado y se pasa por alto la necesidad de períodos de descanso y de ejercicio, seguirán malos resultados. La maquinaria humana está creada con todos los nervios, músculos y tendones variados para ser mantenida en acción saludable. Si no se usan, se debilitarán y percibirán el descuido. Si se abusa de ellos, se desgastarán prematuramente.— Carta 231, 1905.3MI 310.1

    PATRIMONIO WHITE,

    20 de septiembre de 1967

    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents