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Sermones Escogidos Tomo 1

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    37 —El fundamento de nuestra fe

    EN ESTE tiempo, es decir, en los días finales de la historia de esta tierra, debemos realizar un studio más detenido del libro de Apocalipsis. ¿Por qué? Porque describe las escenas con las que nos vamos a encontrar. Necesitamos comprender qué nos espera y cómo habremos de enfrentarlo. Tenemos que saber qué esfuerzos deben ser hechos, para que en este tiempo peligroso no seamos sorprendidos por las estratagemas del enemigo. Sabemos que el último gran conflicto constituirá el esfuerzo más decidido de Satanás para lograr sus propósitos. Vendrá, no solamente como león rugiente, sino como seductor, revistiendo el pecado con hermosas vestimentas de luz para poder atrapar a los seres humanos.SE1 297.1

    El Señor quiere que comprendamos cuán importante es que permanezcamos cimentados en la plataforma de la verdad eterna en estos últimos días. Los que piensan que la iglesia militante es la iglesia triunfante, cometenSE1 297.2

    _______________

    Manuscrito 46, 1904. un gran error. La iglesia militante obtendrá grandes triunfos, pero también tendrá fieros conflictos con el mal para poder establecerse firmemente sobre la plataforma de la verdad eterna. Todos nosotros hemos de estar decididos a permanecer con la iglesia sobre dicha plataforma. (Se cita Apocalipsis 1: 1-3, 9-13, 17-20).

    Así instruyó Cristo a Juan. Es la palabra de Dios la que usted encontrará en el libro de Apocalipsis. Hay quienes califican al Apocalipsis como un libro sellado. Es un misterio, pero un misterio revelado. Necesitamos comprender qué es lo que nos dice acerca de las escenas que han de ocurrir en los últimos días de la historia de esta tierra. El enemigo introducirá todo lo que pueda para llevar adelante sus designios engañosos. ¿Acaso no son faltos de sabiduría los que no tienen deseos de comprender las cosas que habrán de ocurrir sobre este planeta?SE1 298.1

    Lamento tanto que Living Temple [El templo viviente] haya sido puesto en circulación, y lo peor de todo, lo que afligió mi corazón, fue la afirmación hecha concerniente al libro: «Contiene las mismas opiniones que ha estado enseñando la hermana White». Cuando escuché esto me apesadumbré tanto que no pude decir nada. Si hubiera dicho algo, habría estado obligada a decir la verdad tal como era.SE1 298.2

    Se me había mostrado que un peligro se avecinaba y que debía prepararme para él. Debo escribir las cosas que Dios me había dado con el fin de prepararme para eso. No he leído Living Temple, aunque lo tenía en mi biblioteca. Finalmente, mi hijo me dijo: «Mamá, debes leer por lo menos algunas partes del libro para que puedas ver si está en armonía con la luz que Dios te ha dado”. Se sentó a mi lado y leimos los párrafos a los que se refirió. Guando acabamos le dije: «Estas son las mismas opiniones contra las cuales se me había ordenado que hablara en forma de advertencia en el mismo comienzo de mis labores públicas. Cuando salí del estado de Maine, me fui a Vermont y a Massachusetts para dar un testimonio contra esas opiniones. Living Temple contiene el alfa de esas teorías. Sabía que la omega seguiría poco después, y temblé por nuestro pueblo. Estos atractivos sofismas son parecidos a la tentación que el enemigo presentó a Adán y Eva en el Edén.SE1 298.3

    Cuando apenas era una jovencita fui a New Hampshire a advertir en contra de estas mismas doctrinas. Había un hombre de apellido Billings y otro de apellido Bennet, que estaban predicando sobre una espiritualidad más elevada. Me pidieron que me reuniera con estos hombres y lo hice, dándoles la luz que Dios me había dado. En la reunión me sobrevino una gran aflicción. Fui arrebatada en visión. Ellos comenzaron a regocijarse pensando que las cosas les serían favorables. Cuando me levanté para dar mi testimonio, empezaron a vociferar. Me detuve y no dije palabra hasta que hubieron concluido. Entonces continué y les dije claramente adónde los conducirían las doctrinas que ellos propugnaban.SE1 298.4

    Tuve que hacer frente a las mismas enseñanzas en Dorchester, Massachusetts, donde viví por un tiempo. En una reunión que se celebró allí, se levantó un hombre y después de hacer una confesión, dijo: «He escuchado hoy el testimonio de Elena Harmon y he sentido como si hubiera estado participando del más rico festín alguna vez puesto delante de mí». En el pasado este hombre había sido un modelo de piedad, pero aceptó estas teorías seductoras, teorías que enseñaban que los hombres y las mujeres podían vivir por encima de todo pecado. ¿Cuál fue el resultado? Abandonó a su esposa e hijos y se fue a vivir con otra mujer.SE1 299.1

    En aquel tiempo yo apenas era una jovencita, y dije: «¿Por qué me piden que dé este testimonio?». Aquel en cuya casa me estaba quedando dijo: «Dios sabe el porqué. Los hombres que promueven estas doctrinas tienen una influencia poderosa porque pretender ser muy piadosos, y si dijéramos algo en su contra, nos encarcelarían, pero tú eres menor de edad y no te pueden tocar”.SE1 299.2

    Enfrentamos estas teorías de nuevo en Topsham, Maine. Un hermano que las había aceptado, estaba muy enfermo, y quería que yo orara por él. Le dije: «No puedo orar por usted mientras usted y estas hermanas tengan tantas libertades indebidas unos con otros». Mandó a buscar al pastor Jaime White, quien al venir, le preguntó: «¿Qué hará usted?». Respondió: «¡Qué voy a hacer! ¿Usted me pregunta qué haré? Me liberaré de todos estos males. Me pondré en armonía con lo que la hermana Elena Harmon me ha estado presentando. Acepto lo que dijo como la palabra del Señor”. Así se disolvió el grupo con el que estaba asociado. Y muchos de estos grupos fueron disueltos mediante la luz que Dios me había dado.SE1 299.3

    De esta manera trabajé y sufrí en mi juventud. Y a lo largo de mi vida he tenido que enfrentar los mismos errores, aunque no siempre de la misma manera. En Living Temple se afirma que Dios está en la flor, en la hoja, en el pecador. Pero Dios no vive en el pecador. La Palabra afirma que Dios habita solo en los corazones de los que lo aman y practican la justicia. Dios no habita en el corazón del pecador; es el enemigo quien reside allí.SE1 299.4

    Hay algunas cosas sobre las que debemos meditar y otras que no debemos discutir. En cuanto a Dios, lo que él es y dónde está, el silencio es elocuencia. Cuando se sientan tentados a hablar de lo que Dios es, callen, porque tan ciertamente como empiecen a hablar de esto, lo empequeñecerán.SE1 300.1

    Nuestros pastores deben ser muy cuidadosos de no entrar en controversia en cuanto a la personalidad de Dios. Este es un tema que no deben abordar. Es un misterio y el enemigo descarriará seguramente a los que lo traten. Sabemos que Cristo vino en persona a revelar a Dios al mundo. Dios es una persona y Cristo es una persona. En la Palabra se habla de Cristo como «el resplandor de su gloria, la imagen misma de su sustancia” (Heb. 1: 3).SE1 300.2

    Se me prohibió hablar con el Dr. Kellogg sobre este tema, porque no es un tema del que se deba hablar. Fui instruida de que ciertas opiniones de Living Temple eran el alfa de una larga lista de teorías engañosas. Estas opiniones habían tenido un efecto sobre nuestro pueblo en todas partes. Algunos pensaban que era insólito que yo escribiera: «No envíen sus hijos a Battle Creek”.SE1 300.3

    Fui instruida en cuanto al peligro de la influencia mundana en Battle Creek. He escrito cientos de páginas sobre el peligro de tener un sanatorio tan grande y de reunir tantos jóvenes en un lugar. Los jóvenes de Battle Creek se hallan en peligro. Estarán en contacto con el error. Años atrás no pensaba que encontrarían estos errores precisamente en el Sanatorio; pero cuando se publicó Living Temple, y algunos de nuestros pastores me dijeron que no había nada en él, sino lo que yo había estado enseñando toda mi vida, vi cuán grande era el peligro. Vi que la ceguera había caído sobre algunos que habían conocido la verdad por mucho tiempo. Ruego que el Señor abra los ojos de estos ministros, para que puedan ver la diferencia entre la luz y las tinieblas, entre la verdad y el error.SE1 300.4

    En una escena que pasó ante mí, vi la obra hecha por medicosmisioneros. Nuestros hermanos dirigentes la contemplaban, observaban lo que se hacía, pero no parecían comprenderla. El fundamento de nuestra fe, que fue establecido con tanta oración, con tan fervoroso escudriñamiento de las Escrituras, estaba siendo demolido columna tras columna. Nuestra fe iba a quedar sin fundamento sobre el cual apoyarse; se eliminó el santuario, se eliminó la expiación. Me di cuenta de que debía hacerse algo.SE1 300.5

    El conflicto casi me aniquila. Vi lo que se avecinaba, y observé que nuestros hermanos estaban ciegos. No se percataban del peligro. Nuestros jóvenes, en especial, estaban en peligro. Se gozaban en la hermosa escena: Dios en la flor, Dios en la hoja, Dios en el árbol. Pero si Dios se encontraba en estas cosas, ¿por qué no adorarlas?SE1 300.6

    La razón por la que publiqué algo respecto a la obra medicomisionera fue porque estos errores debían ser enfrentados. No planifiqué enfrentarlos, pero en las visiones de la noche vi un gran barco mar adentro. De repente el vigía exclamó: «¡Témpano a la vista!». Sin vacilación se escuchó el mandato: «¡Háganle frente!». Los motores fueron puestos a todo vapor y la nave se estrelló contra el témpano. Hubo un choque tremendo y el barco se estremeció de proa a popa; pero salió ileso del choque y continuó su camino a salvo. Luego de ver esta escena, supe qué obra yo debía realizar. Comprendí que yo debía enfrentar los errores que surgirían entre nosotros.SE1 301.1

    He estado esperando que ocurra una reforma concienzuda y que se mantuvieran los principios por lo que hemos luchado durante mi juventud, y que fueron presentados con el poder del Espíritu Santo. Noche tras noche, cuando iniciamos nuestra obra, nuestros hermanos estudiaron las verdades que ahora sostenemos. Al llegar a algo que no podían entender, se arrodillaban y permanecían a veces allí durante horas. En ocasiones el sol salía antes de que ellos hubieran abandonado su esfuerzo. A veces, cuando decían: «No podemos hacer nada más», el poder de Dios descendía sobre mí y era arrebatada en visión y se me daba instrucción. Entonces podía explicarles lo que no podían entender. Les leía las Escrituras sin mirar las páginas impresas. Así se daba luz acerca de Cristo, su misión y su sacerdocio, y los grandes puntos de nuestra fe fueron firmemente establecidos.SE1 301.2

    Sin embargo, durante ese período, mi mente estaba cerrada a la comprensión de las Escrituras. Este fue uno de los mayores pesares de mi vida. Así fue como todos los puntos de nuestra fe se establecieron en armonía con la Palabra de Dios.SE1 301.3

    En ese tiempo estaba viviendo en la casa del padre Andrews. Él estaba sufriendo intensamente de reumatismo y padecía graves dolores. Me arrodillé a su lado y puse mis manos sobre su cabeza, le rogué a Jesús que lo sanara. El poder de Dios descendió sobre él y caminó por la habitación alabando a Dios.SE1 301.4

    Poco después de esto fui instruida por el Señor respecto a que no debía acongojarme por mi incapacidad para entender las Escrituras. Dios abrió mi mente y desde aquel momento cuando leo su Palabra, un torrente de luz ilumina mi mente.SE1 301.5

    Así continuó la obra y se nos mostró dónde teníamos que estar. ¿Les sorprende que tenga algo que decir cuando veo que las columnas de nuestra fe comienzan a ser removidas? Se enseñan teorías seductoras de tal forma que no las reconoceremos a menos que tengamos un claro discernimiento espiritual. Me mantendré firme con todo aquel que se ponga de parte de la verdad. Pero no deseo que nuestros jóvenes acudan en masa a Battle Creek. Lo mejor es que no vayan allí. Cualquiera que puede estar tan completamente engañado como para colocar las opiniones equivocadas que se encuentran en Living Temple delante de nuestro pueblo, cualquiera que haga eso no es de fiar como maestro de los jóvenes hasta que esté convertido.SE1 302.1

    Me compadezco por los médicos asociados con el Dr. Kellogg; pero no estoy de acuerdo que hayan pasado por alto los errores que vieron cometer al Dr. Kellogg, sin decir nada acerca de estos. Dios los tendrá por responsables por dejar pasar las cosas sin decirle: «Doctor, usted no lo hizo bien”. El pobre hombre se ha sobrecargado hasta que el enemigo encontró en él una presa muy fácil. A menos que cambie su rumbo y tome uno completamente diferente, se perderá para la causa de Dios. Y sus asociados serán culpables delante de Dios a menos que se decidan y permanezcan libres de todo error.SE1 302.2

    He permanecido despierta noche tras noche, considerando cómo podría ayudar al Dr. Kellogg. Su padre y su madre, antes de morir, me suplicaron que no lo abandonara, que estuviera a su lado hasta el fin. Les dije: «Lo intentaré, si él me escucha». He pasado noches enteras orando por él. Semana tras semana no he dormido hasta la medianoche y luego durante semanas no he podido dormir después de las doce. Escribía continuamente hasta que mi ojo izquierdo se daba por vencido. Y por último mi cerebro se agotó tanto que no podía utilizarlo. Mi hijo venía a mi habitación y me preguntaba si podía leerme algunas cartas que habían llegado. Le decía: «No, Willie, ni una palabra». Estuve en esa condición durante varias semanas. Poco antes de que Willie saliera de casa el invierno pasado hacia Washington, vi que tenía ciertas molestias en sus ojos y me ofrecí para leerle algunos manuscritos. Esto hizo que resurgiera el antiguo problema. Después de que Willie se hubo marchado, tuve que darme completamente por vencida durante un tiempo. Me sentía muy agotada. Mi cerebro había dejado de funcionar. Mi sufrimiento mental era intenso. Tenía mucho dolor en la base del cerebro. Sabía que por un tiempo mi mente estaba paralizada.SE1 302.3

    Willie contaba con que yo fuera a Washington durante la primavera, pero me pareció que no podría ir. Me levanté una mañana y pensé que había llegado al punto donde no podía dar ni un paso más. Dije: «Señor, si es tu voluntad que descienda al sepulcro, toma mi vida, pero no tomes mi vida y permitas que siga viviendo». Vez tras vez elevé esta oración, y de repente pareció que estaba rodeada por una cubierta de luz. Toda partícula de dolor abandonó mi cabeza y al siguiente día escribí veinte páginas antes de la cena.SE1 303.1

    Temí que cuando saliera para Washington el problema resurgiera, pero no lo hizo. Escribí algo cada día durante mi estadía en Washington y prediqué tres veces. Cada vez que me dirigía al pulpito lo hacía con temor y temblor, pero el Señor me sostuvo y me ayudó.SE1 303.2

    Mis hermanos, el Señor quiere que seamos uno. Hemos de ser uno en la fe. Quiero decirles que cuando los ministros del evangelio y los obreros medicosmisioneros no están unidos, se introduce en nuestras iglesias el peor mal. Nuestros medicosmisioneros deben estar interesados en la obra de nuestras asociaciones, y los obreros de las asociaciones deben estar interesados en la obra de los medicosmisioneros.SE1 303.3

    Es hora de que estemos sobre una plataforma unida. Pero no podemos unirnos con el Dr. Kellogg hasta que él se coloque donde pueda ser un líder incólume del rebaño de Dios. Hasta que él no tenga esa actitud, no tenemos derecho de apoyarlo.SE1 303.4

    He tomado mi decisión, hermanos. No entraré en controversia. Anoche me levanté a las diez y permanecí despierta por varias horas. Durante ese tiempo se me presentó todo el asunto, y recibí instrucciones de que debía impartir el testimonio que había recibido y entonces dejar el asunto en las manos del Señor. No es mi obra tratar de hacer que la gente crea el mensaje que me ha sido dado. Cuando afirman: «Alguien le ha contado a ella”, no voy a responder. En ese punto el conflicto ha finalizado para mí. Les diré la verdad tal como es en Jesús. Y cuando alguien venga donde mí para saber sobre esto o aquello, les señalaré a Aquel que dijo: «Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y hallaréis descanso para vuestras almas, porque mi yugo es fácil y ligera mi carga” (Mat. 11: 28-30).SE1 303.5

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