Tomar nuestra posición

Hermanos, Dios quiere que vayamos al lado del portador de la luz. Hemos de estar donde esté la luz y donde Dios ha dado un sonido certero a la trompeta. Necesitamos dar a la trompeta un sonido certero. Hemos tenido confusión, hemos dudado, las iglesias se están muriendo. Pero ahora leamos esta declaración: «Después de esto vi otro ángel que descendía del cielo con gran poder, y la tierra fue alumbrada con su gloria. Clamó con voz potente, diciendo: “¡Ha caído, ha caído la gran Babilonia! Se ha convertido en habitación de demonios, en guarida de todo espíritu inmundo y en albergue de toda ave inmunda y aborrecible”» (Apoc. 18: 1, 2).SE1 131.3

¿Cómo vamos a conocer algo de ese mensaje, si no estamos en condiciones de reconocer la luz del cielo cuando llegue a nosotros? ¿Nos limitaremos a aceptar de inmediato el engaño más oscuro tan solo porque proviene de alguien que está de acuerdo con nosotros cuando no tenemos ni una pizca de evidencia de que el Espíritu de Dios lo ha enviado? Cristo dijo: «Yo he venido en nombre de mi Padre y no me recibís” (Juan 5: 43). Esa es precisamente lo que ha estado ocurriendo aquí desde la reunión en Minneápolis. Debido a que Dios ha enviado un mensajero que no está de acuerdo con las ideas de ustedes; por lo tanto, ustedes concluyen que no puede ser un mensaje de Dios. ¿Cómo se atreven a correr este riesgo?SE1 132.1