«Al conocimiento, dominio propio»
«Al conocimiento, dominio propio». Esto es algo que todos deberíamos tener muy presente. La intensidad de los apetitos naturales depende en gran medida del tratamiento que se les dé. Los que dan rienda suelta al apetito, comiendo y bebiendo con los borrachos; los que practican la glotonería, comiendo el doble de lo que deben, llevando su organismo a una situación que prácticamente los imposibilitara para que sean partícipes de la naturaleza divina, pues no están a la corrupción que hay en el mundo debido a la incontinencia. El templo de Dios que debe mantenerse santo, se contamina y se corrompe.SE2 250.5
¡Piensen en todos los males que acarrea la venta de alcohol! Los que venden licor conocen bien los perniciosos efectos que produce. No solamente el que vende licor, sino también el que lo compra y lo bebe, es responsable por los actos tan execrables que se cometen bajo su influencia. Dios está listo para concederle su divino poder a todo hombre sincero, capacitándolo para que venza su apetito por el licor. ¡Cuanto mejor no sería, sin embargo, que los padres enseñen a sus hijos desde su infancia que jamás deben usar ni una gota del intoxicante licor! Los padres, además de ayudar a sus hijos dándoles un ejemplo de estricta temperancia, deberían escudarlos de los llamados «amigos” que los podrían llevar a que satisfagan sus apetitos.SE2 250.6
Lo que comemos tiene mucho que ver con la temperancia. Los padres deberían tomar en cuenta la relación entre la comida y la moralidad. El consumo de carnes «animaliza» al ser humano. En este sentido se hace necesario un despertar. ¿Cómo puede alguien nutrirse de la carne de animales muertos, si tiene el privilegio de utilizar frutas, granos, legumbres y hortalizas, así como nueces; que Dios ha provisto en forma abundante?SE2 251.1
El enemigo hace todo lo que está a su alcance para dominar las mentes de hombres y mujeres. Él los lleva a cultivar un apetito pervertido, de modo que antes de privarse de lo dañino, pasan de un deleite a otro. El dominio propio es una virtud.SE2 251.2
Esperamos que en esta reunión, aquellos que entienden los principios de la reforma prosalud ejerzan una fuerte influencia a favor de la temperancia. Ojalá que los seguidores de Cristo se abstengan no solamente de alcohol, tabaco y café; sino también de toda sustancia dañina que nuble el entendimiento. El enemigo lo ha organizado todo para entrampar al mayor número posible de personas. Él lleva a los hombres y a las mujeres a utilizar productos estimulantes y comidas que alteren la actividad cerebral, de forma que no puedan distinguir entre lo correcto y lo incorrecto, entre el bien y el mal. Padres, enseñen a los miembros de su familia que la indulgencia del apetito es obra del enemigo. Enséñenles a cuidarse de los engaños. Esas instrucciones deben impartirse a todo el que asume la responsabilidad de traer hijos al mundo. Especialmente en este período de la historia del mundo, los padres y las madres deben reconocer que sus hijos pertenecen a Dios, y que él pedirá cuentas respecto a criar a sus hijos en el temor de Dios.SE2 251.3
Debemos practicar el dominio propio en todo ya que necesitamos la mayor energía posible para resistir las tentaciones de Satanás. No debemos complacer el apetito, afectando nuestros órganos digestivos por falta de temperancia. Dios desea que seamos fieles a los principios de la reforma en la prosalud. No podemos olvidar que tenemos un cielo que ganar y un infierno que evitar.SE2 251.4