Loading...
Larger font
Smaller font
Copy
Print
Contents

El Gran Movimiento Adventista

 - Contents
  • Results
  • Related
  • Featured
No results found for: "".
  • Weighted Relevancy
  • Content Sequence
  • Relevancy
  • Earliest First
  • Latest First
    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents

    Séptima regla: Sus frutos

    “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. Así que, por sus frutos los conoceréis”.24Mateo 7:15-20.GMA 256.1

    Estas palabras de nuestro Salvador reconocen el hecho de que el don de profecía existiría en la época del evangelio. Si no hubiera habido profetas verdaderos conectados con la obra, y cada manifestación profética hubiera provenido de una fuente maligna, ¿no habría dicho él: “Guardaos de los profetas”? El hecho de que él nos dice tan definidamente cómo puede conocerse cada clase, es la mejor evidencia de que en la obra del Consolador, el Espíritu Santo, de mostrarnos las “cosas que habrán de venir” (Juan 16:13), se encontraría el verdadero don de profecía. Esta regla, que en nuestra enumeración la hemos llamado regla siete, es infalible. Cristo no dijo que quizá podrán conocerlos por sus frutos, sino, positivamente, “por sus frutos los conoceréis”.GMA 256.2

    Preguntamos: ¿Cuál es el fruto que se verá en la obra de los dones genuinos del Espíritu de Dios? La respuesta se encuentra en la declaración de Pablo con respecto al propósito del Señor en darle dones a la iglesia: “Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevó cautiva la cautividad, y dio dones a los hombres… Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo”.25Efesios 4:8-13.GMA 256.3

    Esta regla se aplica al don profético que ha estado conectado con el mensaje del tercer ángel desde su inicio, y ¿cuál es el resultado? Encontramos que la instrucción continua dada por medio de la Sra. White ha estado en la línea de la unidad y la armonía, amonestando a “aconsejarnos juntos”, y a “unirnos”, a estar en unísono con Cristo, asegurando así un verdadero compañerismo y unión los unos con los otros.GMA 256.4

    Algunos de los opositores de esta obra han dicho burlonamente: “Si no fuera por las visiones de la Sra. White que ustedes tienen, su causa se habría destrozado hace mucho tiempo”. Se les contesta: “Eso es cierto; porque de esa fuente el Señor ha dado consuelo, advertencias y luz, y así se eliminó la disensión, y la obra ha prosperado”. Así que lo que ellos habían designado como un ataque contra el don, en realidad es un testimonio de que su fruto es el del verdadero don de profecía.GMA 257.1

    Durante sesenta años y más, las manifestaciones del espíritu de profecía por medio de la Sra. White, fueron probadas en base a estas siete reglas, y en cada detalle han satisfecho las especificaciones requeridas de una profecía verdadera.GMA 257.2

    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents