Loading...
Larger font
Smaller font
Copy
Print
Contents

Estudios en Educación Cristiana

 - Contents
  • Results
  • Related
  • Featured
No results found for: "".
  • Weighted Relevancy
  • Content Sequence
  • Relevancy
  • Earliest First
  • Latest First
    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents

    Apéndice C — La obra de la escuela de Madison

    Elena G. de White

    1908

    En la obra que se hace en la escuela de preparación para maestros en nuestro territorio y en el extranjero en Madison, Tennessee, y en las pequeñas escuelas establecidas por los maestros que han salido de madison, tenemos una ilustración de una manera en la que debería llevarse el mensaje. Yo diría a los obreros allí: Continúen aprendiendo de Cristo. No se acobarden. Sean libres en Cristo; sean libres. En Madison se ha hecho mucha obra aceptable. El Señor les dice a ustedes: Sigan adelante. La escuela de ustedes ha de ser un ejemplo de cómo el estudio de la Biblia, la educación general, la educación física, y la obra del sanatorio pueden combinarse en muchas escuelas más pequeñas que han de ser establecidas con sencillez en muchos lugares en los estados del sur.EEC 145.1

    Mis hermanos en cargos de responsabilidad, no se lamenten sobre la obra que se está haciendo en Madison para preparar obreros para salir a los caminos y los vallados. Es la voluntad de Dios que esta obra se haga. Dejemos de criticar a los siervos de Dios, y humillemos nuestros corazones delante de Dios. Fortalezcamos a este grupo para que continúe la buena obra en la que están ocupados, y trabajemos para animar a otros a hacer una obra similar. Entonces la luz de la verdad será llevada de una manera sencilla y efectiva, y se realizará una gran obra para el Maestro en un tiempo corto.EEC 145.2

    Cuando el Señor favorece a alguno de sus siervos con ventajas mundanas, es para que puedan usar esas ventajas para el beneficio de la obra. Como colaboradores con Dios, los hombres deben recordar constantemente la necesidad de dar el mensaje de la pronta venida de Cristo a la gente que no ha sido advertida. En esto no estamos abandonados a solo la inteligencia humana, porque los ángeles de Dios están esperando para animarnos en una vida de paciencia y abnegación. Hemos de aprender a estar contentos con comida y vestimenta sencilla, para que podamos ahorrar mucho para invertir en la obra del evangelio.EEC 145.3

    El evangelio de Cristo requiere consagración total. El sembrador cristiano ha de salir a sembrar. Pero muchos por sus murmuraciones y disputas se están incapacitando para el trabajo. Sus sentidos indolentes no disciernen cuán débiles son sus esfuerzos, y cuán fuerte es su incredulidad. Despiértense nuestros miembros de iglesia a sus responsabilidades y privilegios ahora. Pasen menos tiempo en indulgencia propia y adornos innecesarios. El dinero así gastado es del Señor, y se necesita para hacer una obra sagrada en su causa. Eduquen a los niños para hacer obra misionera, y traer sus ofrendas a Dios. Despertémonos a nuestra necesidad de negar nuestro yo. Despertémonos a un sentido del carácter espiritual de la obra en la que profesamos estar ocupados.EEC 146.1

    He dicho solo un poco en comparación con todo lo que se podría decir sobre el tema. Pero apelo a nuestros ministros, a nuestros maestros, y a nuestros médicos para que se despierten del sueño, y vean las oportunidades para trabajar que están a su alcance, pero que por años se ha dejado sin aprovechar.EEC 146.2

    Nuestra falta de abnegación, nuestra negación a ver las necesidades de la causa en este momento, y responder a ellas, demandan arrepentimiento y humillación de corazón delante de Dios. Es un pecado que quien conoce la verdad de Dios cruce sus brazos y traspase su deber a otro.EEC 146.3

    Es un pecado que alguno critique y encuentre faltas en aquellos cuya manera de trabajar no sea exactamente como la propia. Que nadie eche la culpa o censure a los hombres que trabajaron en Madison. En lugar de quejarse por la obra de su hermano, comience su propia obra descuidada. En lugar de encontrar fallas en el carácter de su hermano, escudriñe su propio corazón, confiese sus pecados, y actúe en forma honesta con Dios. Haya condenación del yo por la obra que queda sin hacer en todo su alrededor. En lugar de poner impedimentos en el camino de aquellos que están tratando de realizar algo en el sur, permita que sus ojos se abran para ver que el tiempo está pasando, y que hay mucho que usted puede hacer.EEC 146.4

    El Señor trabaja por medio de diversas agencias. Si hay quienes desean entrar en campos nuevos y comenzar líneas nuevas de labor, anímelos a hacerlo. Los adventistas del séptimo día están haciendo una obra grande y buena; que no se levante ninguna mano para estorbar a su hermano. Los que han tenido experiencia en la obra de Dios debieran ser animados a seguir la conducción y el consejo del Señor.EEC 146.5

    No se preocupe si algunos recursos van directamente a quienes tratan de hacer obra misionera de una manera tranquila y efectiva. Los recursos no los maneja una sola agencia u organización. Hay muchas tareas que deben ser hechas a conciencia para la causa de Dios. Debe buscarse ayuda de toda fuente posible. Hay hombres que pueden hacer la tarea de conseguir medios para la causa, y cuando estos están trabajando a conciencia y en armonía con los consejos de sus compañeros de labores en el campo que representan, la mano de la restricción no debe ponerse sobre ellos. Ciertamente son colaboradores junto con Dios quien dio su vida por la salvación de las almas.EEC 146.6

    Se debe animar a los hermanos Sutherland y Magan a solicitar recursos para el sostén de su obra. Es el privilegio de estos hermanos recibir donaciones de cualquiera de nuestro pueblo a quien Dios impresione para ayudar. Deberían tener los medios —los medios de Dios— con los cuales trabajar. El proyecto de Madison ha sido debilitado en lo pasado, pero ahora debe ir adelante. Si esta obra se hubiera visto a la luz correcta, y se le hubiera dado la ayuda que necesitaba, hace mucho que tendríamos una obra próspera en Madison. Ha de animarse a nuestro pueblo a dar de sus medios para esta obra que está preparando estudiantes de una manera sensata y loable para salir a los campos descuidados para proclamar la pronta venida de Cristo.EEC 147.1

    El Señor dirigió a los hermanos Sutherland y Magan, como hombres de sólidos principios, a establecer una obra en el sur. Han ideado y planificado y sacrificado a fin de llevar adelante la obra en líneas correctas, pero la obra ha sido grandemente demorada. El Señor guió a sus siervos en la selección de la granja en Madison y él desea que sea administrada según directrices correctas, para que otros, aprendiendo de los obreros allí, puedan iniciar una obra similar y conducirla de la misma manera. Los hermanos Sutherland y Magan fueron elegidos por Dios y son fieles, y el Señor del cielo les dice: Tengo una obra especial para que estos hombres hagan en Madison, una obra de educar y preparar a jóvenes y señoritas para los campos misioneros. El Espíritu de Dios estará sobre sus obreros si desean andar humildemente delante de él. Él no ha limitado ni restringido la obra de estos hombres abnegados y sacrificados.EEC 147.2

    A aquellos en nuestras asociaciones que han sentido que tienen la autoridad para prohibir la recolección de recursos en cierto territorio, les digo ahora: Este asunto me ha sido presentado una y otra vez. Ahora doy mi testimonio en el nombre del Señor, a quienes corresponda. Dondequiera que estén, detengan sus prohibiciones. La obra de Dios no ha de ser así estorbada. Estos hombres a quienes ustedes han estado observando y criticando están sirviendo fielmente a Dios. Ellos temen y honran a Dios; son colaboradores con él. Dios les prohíbe a ustedes a poner ningún yugo sobre los cuellos de estos sus siervos. Es el privilegio de estos obreros aceptar donaciones o préstamos para que puedan invertirlos en ayudar a hacer una obra importante que se necesita grandemente hacer. Esta maravillosa carga de responsabilidad que algunos suponen que Dios ha puesto sobre ellos con sus cargos oficiales, nunca fue puesta sobre ellos. Si los hombres estuvieran libres en la alta plataforma de la verdad, nunca aceptarían la responsabilidad de hacer reglas y reglamentos que estorben y frenen a los obreros elegidos por Dios en su obra de preparar misioneros. Cuando aprendan la lección de que “Todos vosotros sois hermanos”, y se den cuenta de que sus colaboradores pueden saber tan bien como ellos cuán bien usar de la manera más sabia los talentos y capacidades confiados a ellos, quitarán los yugos que ahora están frenando a estos hermanos, y les darán crédito por haber amado a las almas, y por su deseo de trabajar abnegadamente para promover los intereses de la causa.EEC 147.3

    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents