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Hijos e Hijas de Dios

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    Entran a la ciudad de Dios, 22 de diciembre

    Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos. Apocalipsis 7:9.HHD 365.1

    Entre los habitantes de la tierra, esparcidos en todo país, hay quienes no han doblado la rodilla ante Baal. Como las estrellas del cielo, que aparecen sólo por la noche, esos fieles resplandecerán cuando la oscuridad cubra la tierra y densas tinieblas a las gentes. En la pagana Africa, en los países católicos de Europa y Sudamérica, en la China, en la India, en las islas del mar, y en todos los oscuros rincones de la tierra, Dios tiene en reserva una pléyade de escogidos que brillarán en medio de las tinieblas, revelando claramente a un mundo apóstata el poder transformador de la obediencia a su ley. Ya están surgiendo ahora en toda nación, lengua y pueblo; y en el momento de la más profunda apostasía, cuando se efectúe el supremo esfuerzo de Satanás dirigido “a todos, a los pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y siervos”, para que reciban, bajo pena de muerte, la señal de adhesión a un falso día de reposo, esos fieles, “irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin culpa”, brillarán “como luminares en el mundo”. Cuanto más oscura sea la noche, más brillantemente resplandecerán.—Prophets and Kings, 188, 189.HHD 365.2

    Las puertas de la ciudad girarán sobre sus relucientes goznes, y las naciones que han guardado la verdad entrarán en ella. Sobre cada cabeza se colocará una corona. Se dirán las palabras: “Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo”. ¿Quiénes estarán preparados para responder a esa invitación? Los obedientes; aquello que guardan sus mandamientos y hacen su voluntad... Cuando los santos ángeles pulsen sus arpas, él [Cristo] desea que los sigáis, cantando el himno de triunfo en la ciudad de Dios.—Manuscrito 113, 1908.HHD 365.3

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