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A Fin de Conocerle

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    Verdades que transforman, 12 de julio

    Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Hebreos 4:12.AFC 199.2

    Las verdades de la Biblia, atesoradas en el corazón y la mente, y obedecidas en la vida, convencen y convierten el alma, transforman el carácter y consuelan y elevan el corazón... La Palabra hace humilde al orgulloso, hace manso y contrito al perverso, al desobediente lo torna obediente. Los hábitos pecaminosos naturales para el hombre están entretejidos en la práctica diaria. Pero la Palabra corta y desecha la concupiscencia, discierne los pensamientos y las intenciones de la mente... y hace que los hombres estén deseosos de sufrir por su Señor.—Manuscrito 42, 1901.AFC 199.3

    El servicio por Cristo es algo celestial, santo y bendito. Hay que escudriñar diligentemente la Palabra, porque el ministerio de la Palabra revela las imperfecciones de nuestro carácter y nos enseña que la santificación del Espíritu es una obra ideada por el Cielo, y presenta en Cristo Jesús la verdadera perfección que, si se mantiene, llegará a ser un todo perfecto en beneficio de cada alma.—Carta 291, 1903.AFC 199.4

    Si sois cristianos inteligentes, mantendréis la vitalidad religiosa y no seréis desanimados por las dificultades... La verdad es preciosa. Ha provocado cambios importantes en la vida y el carácter, y ha ejercido una influencia dominadora sobre las palabras, el comportamiento, los pensamientos y la experiencia. El alma que estima la verdad vive bajo su influencia y siente la tremenda realidad de las cosas eternas. No vive para sí misma, sino para Jesucristo que murió por ella. Para ella, Dios vive y conoce perfectamente sus palabras y acciones.—Manuscrito 70, 1894.AFC 200.1

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