Loading...
Larger font
Smaller font
Copy
Print
Contents

A Fin de Conocerle

 - Contents
  • Results
  • Related
  • Featured
No results found for: "".
  • Weighted Relevancy
  • Content Sequence
  • Relevancy
  • Earliest First
  • Latest First
    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents

    El campo de batalla del alma, 30 de agosto

    En cuanto a mí, en mi integridad me has sustentado, y me has hecho estar delante de ti para siempre. Salmos 41:12.AFC64 250.1

    Algunos consideran el pecado como una cuestión tan superficial que no poseen defensa alguna contra su complacencia o sus consecuencias. ... Para algunos, ... la religión es nada más que un asunto de sentimientos. Manifiestan un gran fervor y devoción durante un tiempo, pero pronto cambian. ... Quieren un sorbo del placer de la excitación: los bailes y los espectáculos.AFC64 250.2

    Si suponéis que Dios tratará livianamente el pecado o hará una excepción para que podáis seguir pecando sin sufrir el castigo, sois objeto de un terrible engaño de Satanás. Cualquier violación voluntaria de la justa ley de Jehová expone vuestra alma a los violentos asaltos de Satanás. Cuando perdéis vuestra integridad consciente, vuestra alma se convierte en un campo de batalla de Satanás. Abrigáis dudas y temores suficientes para paralizar vuestras energías y llevaros al desánimo. El favor de Dios ha desaparecido. Algunos de vosotros sabéis que habéis procurado ocupar su lugar [del Espíritu Santo] y habéis buscado compensación por la pérdida del testimonio del Espíritu Santo de que sois hijos de Dios, procurando la excitación mundana en compañía de los mundanos. En resumen, os habéis hundido más aún en el pecado.AFC64 250.3

    Recordad que la tentación no es pecado. Recordad que por muy difíciles que sean las circunstancias en que pueda encontrarse un ser humano, nada puede debilitar su alma mientras no ceda a la tentación y mantenga su propia integridad. Podéis guardar los intereses que son más vitales para vosotros. Nadie puede dañarlos sin vuestro consentimiento. Todas las legiones satánicas no pueden dañaros a menos que abráis vuestra alma a los dardos satánicos. Mientras permanezcáis firmes de parte del bien, no podrá ocurrir vuestra ruina.—Manuscrito 70, 1894.AFC64 250.4

    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents