Loading...
Larger font
Smaller font
Copy
Print
Contents

El Cristo Triunfante

 - Contents
  • Results
  • Related
  • Featured
No results found for: "".
  • Weighted Relevancy
  • Content Sequence
  • Relevancy
  • Earliest First
  • Latest First
    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents

    Los fariseos se negaron a reconocer la verdadera fuente del poder de Cristo, 26 de agosto

    “Pero los fariseos decían: Por el príncipe de los demonios echa fuera los demonios”. Mateo 9:34.CT 247.1

    En las poderosas obras de Cristo había suficiente evidencia para fundamentar la fe. Pero a estos hombres no les interesaba la verdad. No podían negar la realidad de las obras de Cristo, pero las ensombrecieron con sus condenaciones. Era imposible negar el poder sobrenatural que se manifestaba en las obras de Cristo, pero este poder, sostenían, provenía de Satanás. ¿Creían realmente esto? No, pero estaban tan decididos a que la verdad no afectara sus corazones, ni los convirtiera, que llegaron a adjudicar al demonio la obra del Espíritu de Dios...CT 247.2

    ¡Qué Redentor compasivo! ¡Qué amor incomparable! Acusado por los potentados de Israel de realizar sus obras de misericordia por medio del príncipe de los demonios, despreciado y difamado, fue como uno que vio y no oyó. La obra que vino a hacer desde el cielo habría de realizarse. Comprendió que la verdad debía ser desplegada ante el pueblo. La Luz del mundo debía arrojar sus rayos en medio de las tinieblas y la superstición y revelar el error en contraste con la verdad...CT 247.3

    Cristo no atrajo a las personas hacia él valiéndose de la fuerza o de la compulsión. Mientras proclamaba la verdad, los corazones de los profesos hijos de Dios levantaron un muro de prejuicios contra ella y aquellos que no habían sido altamente privilegiados, esos que no estaban vestidos con el manto de la justicia propia, fueron atraídos a Cristo. Sus mentes se convencieron y despertaron a la actividad. La luz y la verdad vibraron en todo el universo...CT 247.4

    Satanás trató de esconder del mundo el gran sacrificio expiatorio que revela la ley en toda su sagrada dignidad, e impresiona los corazones con la fuerza de la vigencia de sus requisitos. Estaba luchando en contra de la obra de Cristo, y unió a todos sus ángeles y sus instrumentos humanos para oponerse a esa obra. Pero mientras él llevaba a cabo esa tarea, las inteligencias celestiales se estaban combinando con instrumentos humanos en la obra de restauración...CT 247.5

    Aquí están los dos grandes poderes, el poder de la verdad y la justicia, y la obra de Satanás para anular la ley de Dios. El agente humano que es atraído por el poder de Satanás obra en las filas del enemigo; el Salvador emplea sus instrumentos humanos para que trabajen junto con Dios... Los que esperan ser hijos de Dios no deben pensar que se avecinan tiempos fáciles... En este conflicto no se nos ha dejado solos. Jesucristo es el Capitán de nuestra salvación.—Manuscrito 61, 1899.CT 247.6

    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents