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En los Lugares Celestiales

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    “Más que vencedores” 27 de febrero

    Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Romanos 8:37.ELC 66.1

    Mediante el poder que Cristo da, podemos ser “más que vencedores”. Pero nosotros no podemos crear este poder. Podemos recibirlo solamente mediante el Espíritu de Dios.ELC 66.2

    Necesitamos discernir profundamente la naturaleza de Cristo y los misterios de su amor “que excede a todo conocimiento”. Efesios 3:19. Debemos vivir en los cálidos y cordiales rayos del Sol de Justicia. Sólo la amante compasión de Cristo, su divina gracia, su poder omnipotente pueden capacitarnos para desbaratar al implacable enemigo y someter nuestros propios corazones rebeldes. ¿Cuál es nuestra fuerza? El gozo del Señor. Que el amor de Cristo llene nuestros corazones y estaremos preparados para recibir el poder que él tiene para nosotros.ELC 66.3

    Agradezcamos a Dios cada día por las bendiciones que nos da. Si el agente humano se humillara delante de Dios, ... reconociendo su extremada incompetencia en hacer el trabajo que es necesario hacer para que su alma sea purificada; si echara lejos su propia justicia, Cristo moraría en su corazón. Pondría su mano en la obra de crearlo de nuevo, y seguiría la obra hasta que el hombre sea completo en él.ELC 66.4

    Cristo nunca descuidará la tarea que se le ha encomendado. Infundirá en el esforzado discípulo un sentido de la perversidad, de la pecaminosidad, de la depravación del corazón sobre el cual está trabajando. El verdadero penitente se da cuenta de la nulidad de la importancia propia. Mirando a Jesús, comparando su propio carácter defectuoso con el carácter perfecto del Salvador, dice: “No poseo nada de valor; solamente me aferro a tu cruz”.—The Review and Herald, 31 de marzo de 1904.ELC 66.5

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