Loading...
Larger font
Smaller font
Copy
Print
Contents

En los Lugares Celestiales

 - Contents
  • Results
  • Related
  • Featured
No results found for: "".
  • Weighted Relevancy
  • Content Sequence
  • Relevancy
  • Earliest First
  • Latest First
    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents

    Aprendiendo de Dios mediante sus obras, 3 de enero

    Bueno es Jehová para con todos, y sus misericordias sobre todas sus obras. Te alaben, oh Jehová, todas tus obras, y tus santos te bendigan. Salmos 145:9, 10.ELC 11.1

    Nos gusta contemplar el carácter y amor de Dios en sus obras creadas. ¡Qué evidencias ha dado a los hijos de los hombres tanto de su poder como de su amor paternal! Ha adornado los cielos y ha hecho grande y bella la tierra.ELC 11.2

    “¡Oh Jehová, Señor nuestro, cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra! ... Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste, digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre para que lo visites?” “Te alaben, oh Jehová, todas tus obras, y tus santos te bendigan”. Salmos 8:1, 3, 4; 145:10.ELC 11.3

    Si nuestro mundo hubiese sido formado con una superficie perfectamente nivelada, la monotonía habría fatigado la vista y cansado los sentidos. Dios ha adornado nuestro mundo con grandes montañas, colinas, valles y cadenas de montañas. Las desnudas montañas de áspero granito, también las montañas adornadas con vegetación siempre verde y frondas, y los valles con su belleza suavizada hacen del mundo un espejo de encanto. Por doquiera se manifiestan la bondad, la sabiduría y el poder de Dios. En montañas, rocas, colinas y valles veo la acción del poder divino. Nunca puedo estar sola mientras contemplo el gran escenario de la naturaleza.ELC 11.4

    Las montañas, colinas y valles debieran ser para nosotros como escuelas en las cuales estudiar el carácter de Dios en sus obras creadas. Las obras de Dios que podemos ver en las escenas siempre variadas—en montañas, colinas y valles, en árboles, arbustos y flores, en cada hoja, cada brizna de hierba—debieran enseñarnos una lección de la habilidad y del amor de Dios, y de su poder infinito.ELC 11.5

    Los que estudian la naturaleza no pueden sentirse solitarios. Aman las horas tranquilas de meditación pues sienten que son colocados en íntima comunión con Dios mientras descubren su poder en sus obras creadas.—Carta 43, 1875.ELC 11.6

    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents