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Reflejemos a Jesús

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    La ley de Dios - la norma del juicio, 17 de febrero

    Así hablad, y así haced, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la libertad. Santiago 2:12.RJ 54.1

    El primer ángel de (Apocalipsis 14) llama a los hombres: “Temed a Dios y dadle gloria”, y los invita a alabarlo como creador de los cielos y la tierra. Para hacer esto, deben obedecer su ley... Sin la obediencia a sus mandamientos, ninguna adoración puede ser agradable para Dios, “pues éste es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos” 1 Juan 5:3.RJ 54.2

    Muchos maestros religiosos dicen que Cristo, por su muerte, nos liberó de la ley, pero no todos tienen este punto de vista... La ley de Dios, por su misma naturaleza, es inalterable. Es una revelación de la voluntad y el carácter de su Autor. Dios es amor, y su ley es amor. Sus dos grandes principios son el amor a Dios y al hombre. “El cumplimiento de la ley es el amor”. Romanos 13:10. El carácter de Dios es justicia y verdad, y tal es la naturaleza de su ley. El salmista dice: “Tu ley la verdad”; “todos tus mandamientos son justicia”. Salmos 119:142, 172. El apóstol Pablo declara: “La ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno”. Romanos 7:12. Una ley tal, expresión de la mente y la voluntad de Dios, tiene que ser tan perdurable como su Autor.RJ 54.3

    Y esta ley es la norma por la cual las vidas y los caracteres de los hombres serán probados en el juicio. Después de señalar nuestro deber de obedecer sus mandamientos, Salomón agregó: “Porque Dios traerá toda obra a juicio”. Eclesiastés 12:14. El apóstol Santiago amonesta a sus hermanos: “Así hablad, y así haced, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la libertad”.RJ 54.4

    Jesús aparecerá en el juicio como el abogado de su pueblo, para abogar en su favor ante Dios. “Si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo”. 1 Juan 2:1. “Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse por nosotros ante Dios”. “Por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos” Hebreos 9:24; 7:25.RJ 54.5

    En el juicio, todos los que se han arrepentido realmente del pecado, y por fe han reclamado la sangre de Cristo como su sacrificio expiatorio, han tenido el perdón registrado junto a sus nombres en los libros del cielo; al haber sido participantes de la justicia de Cristo, y sus caracteres encontrados en armonía con la ley de Dios, sus pecados serán borrados, y ellos mismos serán considerados dignos de la vida eterna... Jesús dijo: “El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles”. Apocalipsis 3:5.—The Southern Watchman, 10 de octubre de 1905.RJ 54.6

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