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El Ministerio de Publicaciones

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    Capítulo 13—Males de la centralización y la colonización

    Introducción

    El lector encontrará en esta sección una selección de declaraciones referentes a cinco importantes aspectos referentes a la iglesia y la obra de publicaciones: 1. Centralización, 2. Colonización, 3. Confederación, 4. Consolidación, y 5. Cooperación.MPu 156.1

    La Sra. White, ya a mediados de la década de 1870, aconsejó contra la colonización de la gente y las instituciones que resulta en consolidación y centralización del poder; específicamente en Battle Creek. En una carta dirigida al pastor O. A. Olsen, presidente de la Asociación General, declaró en 1896 que “hace veinte años” se le había mostrado que la casa editora de la costa del Pacífico debía “permanecer siempre independiente de todas las demás instituciones; y que no debía ser controlada por ninguna institución”. Continuó diciendo:MPu 156.2

    “Justamente antes de la muerte de mi esposo [1881], algunas personas debatían la posibilidad de colocar estas instituciones bajo un solo poder administrativo. Nuevamente el Espíritu Santo me hizo recordar lo que el Señor me había dicho. Pedí a mi esposo que dijera en respuesta a la propuesta, que el Señor no había planeado ninguna acción como ésa”.—Carta 81, 1896.MPu 156.3

    Una parte considerable de los consejos contra la consolidación se refieren a los esfuerzos por poner los intereses de las casas editoras de la denominación bajo el control de Battle Creek. Es importante comprender este hecho en el contexto de los tiempos históricos.MPu 156.4

    Pero los consejos en algunos casos se extienden a los ramos de la salud y la educación, y se sugieren ciertos principios de amplia aplicación...MPu 156.5

    Las definiciones de confederación y consolidación de Elena de White—expresiones que se usan con frecuencia en esta exposición—, aparecen a continuación.MPu 157.1

    “Sabéis lo que es una confederación: una unión de hombres en un trabajo, que no lleva el sello de una integridad pura, recta y constante”.—Manuscrito 29, 1911.MPu 157.2

    “La obra que el Señor nos ha encomendado progresará con rapidez únicamente cuando trabajemos en unidad... ‘Sí—dirá alguien—, esto es precisamente lo que creo: la consolidación’. Pero la unidad cristiana no es lo que el mundo llama consolidación. La unidad entre los hermanos resulta en consolidación con Cristo y con los ángeles celestiales. Esta clase de consolidación tiene su origen en el cielo”.—Carta 67, 1903.MPu 157.3

    La confederación y la consolidación para aumentar los salarios, para controlar egoístamente los derechos de autor, en la publicación de ciertos libros favorecidos y en la búsqueda de control sobre la Pacific Press, eran dolorosos pasos que alejaban del Señor y de su consejo.MPu 157.4

    La confederación de hombres que procuraban dominar la obra de publicaciones en los Estados Unidos, tenía su centro de operaciones en la Casa Editora Review and Herald. La influencia de esta obra abrumadora se sentía fuertemente en otras instituciones, y los resultados eran desmoralizadores.MPu 157.5

    Hasta la Asociación General participaba en esfuerzos decididos para que la casa editora que funcionaba en Battle Creek obtuviera el control de todo. Elena de White escribió:MPu 157.6

    “La codicia se ha entretejido en casi todas las transacciones comerciales de las instituciones, y ha sido practicada por algunas personas. Esta influencia se ha extendido como la lepra, hasta que ha manchado y corrompido todo. En vista de la corrupción de la casa editora, la Asociación General ha intervenido y propuesto sacar al niño enfermo de sus manos para encargarse de su cuidado. Pero es una trampa para la Asociación General echarse sobre los hombros la obra de publicaciones. Esto no coloca ninguna santidad especial sobre la obra, sino una carga para la Asociación General que la hará caer, la incapacitará y debilitará su eficiencia; a menos que hombres de principios sólidos mezclados con amor, se encarguen de los asuntos comerciales.MPu 157.7

    “En esta fase se ha producido un cambio de responsabilidad, pero los principios errados han permanecido intactos. La misma obra realizada en el pasado continuará haciéndose bajo la máscara de la Asociación General. El carácter sagrado de esta Asociación está desapareciendo con rapidez. ¿Qué se estimará, entonces, como puro, santo y sin mancha? ¿Habrá alguna voz que nuestro pueblo pueda considerar como digna de respeto? Por cierto que ahora no hay nada que ostente las credenciales divinas. Las cosas sagradas se mezclan con negocios terrenos que no tienen relación con Dios”.—Carta 81, 1896; Sp IRHWBC 18.MPu 158.1

    En 1894, la Asociación General estaba constituida por 21 miembros o fideicomisarios. La junta directiva de la Review and Herald estaba formada por siete miembros. El presidente, tesorero y auditor de la junta de la Review and Herald eran miembros de la junta ejecutiva de la Asociación General, que estaba formada por seis personas. De manera que había en Battle Creek juntas directivas vinculadas que controlaban, hasta donde fuera posible, la iglesia y sus instituciones. Elena de White protestaba contra este tipo de acciones ejercido por un número reducido de personas. En el Congreso de la Asociación General de 1901, se efectuó una reorganización que corrigió en gran medida esta clase de “poder real”.MPu 158.2

    Elena de White quedó complacida por las medidas adoptadas en este importante congreso, y dijo que se había ganado una victoria.MPu 158.3

    La cooperación entre instituciones, y no la consolidación, era el objetivo que debía mantenerse vigente. Un esfuerzo unido para alcanzar metas económicas y prácticas bajo la dirección de hombres “puros y rectos” dedicados a la obra con “integridad inmutable” resultarían agradables para Dios y recibirían el sello de su aprobación.MPu 158.4

    La iglesia, sin embargo, debía estar constantemente alerta para prevenir el resurgimiento de una clase de liderazgo y control “real”. Las riendas del gobierno de la iglesia no deben deslizarse a las manos de unas pocas personas o instituciones.—Los Fideicomisarios de los Escritos de Elena G. de White.MPu 158.5

    * * * * *

    Exceso de intereses en un solo lugar—Nuestro pueblo corre constantemente el peligro de concentrar demasiados intereses en un solo lugar; pero Dios no se propone que se haga tal cosa. He recibido repetidamente mensajes acerca de los peligros de este procedimiento.MPu 159.1

    Los hermanos de Wáshington y Mountain View debieran estudiar diligentemente las advertencias dadas acerca de los resultados malignos de la concentración exagerada de la obra de publicaciones, y de otros intereses, en un mismo lugar. A Dios no le agrada la influencia resultante de tales concentraciones. Si todos los hombres que así se reúnen en un lugar son hombres sabios y de experiencia, que andan con humildad ante Dios, entonces el mundo necesita que estos hombres se alcen como representantes del Señor en muchos lugares. Debemos buscar la honra y la gloria de Dios en todas las cosas. Hemos estado perdiendo tiempo en Wáshington y en Mountain View al concentrarnos tanto en estos lugares.—Carta 164, 1909.MPu 159.2

    Battle Creek no debe absorberlo todo—El presente es un tiempo de peligro especial. En 1890 y 1891 se me presentó una visión de los peligros que amenazarían a la obra debido a una confederación de la casa editora de Battle Creek. Se introducirían propuestas que sus autores considerarían muy sabias, que buscarían la formación de una confederación que convertiría a Battle Creek, lo mismo que Roma, en la gran cabeza de la obra y permitiría a la obra de publicaciones absorber todo lo que se relacionara con el ramo de las publicaciones. Esta sabiduría no procede de Dios, sino que es sabiduría humana. Estos asuntos se han estado presentando repetidamente en diferentes aspectos, pero esta propuesta de consolidación, si se adopta, producirá como resultado grave daño a la obra de Dios. Dios quiere que su obra avance con firmeza y solidez, pero ningún ramo debe interferir ni absorber otros ramos de la misma obra grandiosa.—Carta 71, 1894.MPu 159.3

    Evitad la centralización del poder—En ocasiones se ha sugerido vehementemente que los intereses de la causa se beneficiarán por medio de la consolidación de nuestras casas editoras, poniéndolas virtualmente bajo una misma administración. Pero el Señor ha revelado que esto no debe llevarse a cabo. No es su plan centralizar el poder en las manos de unas pocas personas ni poner a una institución bajo el control de otra.—Testimonies for the Church 7:171.MPu 160.1

    Colonización versus plantas en diferentes lugares—Se ha convertido a Battle Creek en una Jerusalén; pero esto no se ha hecho con la dirección ni la voluntad del Señor. Puede ser que usted vea alguna ventaja en la colonización, pero se puede obtener un número mayor de ventajas construyendo plantas publicadoras en diferentes lugares.MPu 160.2

    Esta obra ha comenzado en Nashville, y debiera colocarse sobre un fundamento firme, para que la luz de la verdad brille desde aquí hacia otros lugares. Dios se propone que la obra progrese de este modo.MPu 160.3

    El edificio que se está planeando construir en Battle Creek no es necesario. Invertir dinero de este modo dará un mal ejemplo. Nuestra gente de Battle Creek ha estado continuamente tentada a encontrar alguna excusa para invertir más dinero en edificios. De este modo se ha privado a otras partes del campo de la posibilidad de construir edificios que necesitaban.—Carta 73, 1901.MPu 160.4

    Dios llama a la descentralización—Ensanchaos y extendeos; sí, pero no en un solo lugar. Salid y estableced centros de influencia en lugares donde no se ha hecho nada, o casi nada. Romped el núcleo de vuestra consolidación; difundid los rayos de luz salvadora por los rincones oscuros de la tierra. Debéis hacer una obra similar a la del águila cuando incita a sus polluelos a salir del nido y volar...MPu 160.5

    Los brazos del poder de Battle Creek se están extendiendo cada vez más lejos en un esfuerzo por controlar el poder lejos y cerca, y destruir lo que no pueden controlar. Alzo mi voz en protesta. El espíritu que ahora controla no es el Espíritu del Señor.—Testimonies for the Church 8:150.MPu 161.1

    ¿Una casa editora en un solo lugar?—Me encontraba en una sala donde se había congregado una cantidad de personas para tener una junta. El Hno. D estaba presentando la idea de que los talleres de impresión locales pequeños no eran necesarios y que se mantenían con grandes gastos. Dijo que pensaba que todo el proceso de publicación de libros debía hacerse en un solo lugar con el fin de ahorrar.MPu 161.2

    Había presente Uno que tenía autoridad, y después de hacer algunas preguntas, dijo: “Estas casas editoras más pequeñas pueden administrarse de una manera tal que las convierta en ayuda para la obra de Dios si se les presta la atención debida. En el pasado se ha introducido una gran falta de principios en la administración de la obra de publicación de libros, y esta experiencia volverá a repetirse, a menos que los corazones de los hombres cambien y se conviertan totalmente”.—Carta 162, 1902.MPu 161.3

    Debiera dividirse la impresión de publicaciones—La división de la Asociación General en uniones distritales fue una disposición efectuada por Dios. En la obra de Dios en estos últimos días no debiera haber centros en Jerusalén,*Las uniones originales que surgieron de los seis distritos de la Asociación General en que se había dividido a los Estados Unidos y Canadá en el Congreso de la Asociación General de 1889, y los dos distritos de ultramar, Europa y Australia. En 1894 se organizó la Unión Australasiana, la cual se convirtió en un modelo para la reorganización de los distritos en uniones en los Estados Unidos en 1901, en conexión con la reorganización de la Asociación General. Seventh-day Adventist Encyclopedia, 1514. ni poder de realeza...MPu 161.4

    El poder de realeza manifestado anteriormente en la Asociación General en Battle Creek no debe perpetuarse. La casa editora no debe ser un reino en sí misma. Es indispensable que los principios que gobiernan los asuntos de la Asociación General se mantengan en la administración de la obra de publicaciones y la obra del sanatorio...MPu 161.5

    El Señor ha declarado que debe haber plantas publicadoras en diversos lugares. No debiera investirse de poder supremo a unas pocas instituciones mayores. En el último Congreso de la Asociación General [1901] se presentó esta luz: Dividid la Asociación General en uniones. Que haya menos responsabilidades concentradas en un solo lugar. Que se divida la obra de imprimir nuestras publicaciones.MPu 162.1

    Los mismos principios que se aplican a la obra de publicaciones, también se aplican a la obra del sanatorio.—Manuscrito 13, 1903.MPu 162.2

    Se necesitan muchas plantas impresoras—Tengo un mensaje para usted.+Al presidente de la Asociación General y al gerente de la Review and Herald. Debe ser cuidadoso en sus planes, porque corre el peligro de caer en la centralización. Si siguiera sus disposiciones naturales, habría una tendencia a organizar de tal manera la obra de publicaciones que la mayoría de nuestros libros llevarían el sello de Wáshington. El peligro que representa esta manera de actuar me compele a hablar.MPu 162.3

    No es el plan del Señor centralizar la obra casi totalmente en un solo lugar. Ya pasó el tiempo cuando se trataba de constreñir la obra en el sentido de confinarla a unos pocos lugares. Hay que establecer y reconocer pequeñas casas editoras en el Sur y en otros lugares que todavía no se han designado.MPu 162.4

    La obra de publicaciones debe desarrollarse en nuevas líneas y llevarse a cabo como no se lo ha hecho nunca antes.—Carta 328, 1907.MPu 162.5

    Confederación en la Review and Herald—Se ha hecho esta pregunta: “¿A qué se refiere la Sra. White cuando dice y escribe que había en la casa Editora Review and Herald una confederación que ofendía a Dios?” Si las personas a quienes se dio este testimonio hubieran tenido la iluminación del Espíritu de Dios, habrían comprendido de qué se trataba.MPu 162.6

    Había una confederación acerca del asunto de los salarios. Algunos se pusieron de acuerdo para no dar su consentimiento en este punto, y no lo hicieron hasta que el reproche se repitió varias veces y cada vez llegaba más cerca de ellos, de modo que no se atrevieron a ir más lejos sin hacer algún cambio. Finalmente cedieron, pero no sinceramente, no porque hubieran visto la pecaminosidad de su comportamiento.MPu 163.1

    ¿Aceptó el Señor el espíritu y la manera de ese consentimiento? No; no podía confiar en ellos como representantes de su causa para hacer progresar su obra. Habían avanzado motivados por su propio espíritu y autosuficiencia, y como resultado, la obra se desfiguró en sus manos. Se confederaron para sostenerse y apoyarse unos con otros; ¿en qué? Que ellos contesten. Los dejo con Dios. Es suficiente que Dios no confíe su obra a sus manos, para que ellos la moldeen y le den forma siguiendo sus propios designios, mientras el Espíritu Santo no los moldeaba ni les daba forma a ellos.MPu 163.2

    Se ha dado luz repetidamente acerca del espíritu que debiera controlar a la Review and Herald. No puede ofrecerse ninguna excusa para explicar el alejamiento de los principios que debieran manifestarse en todos los ramos de la obra de Dios. Los hombres no deben ocuparse de la obra para plasmarla de acuerdo con sus ideas personales, ignorando los principios que Dios ha declarado repetidamente que debieran ponerse en práctica en la edificación y prosperidad de su causa.MPu 163.3

    El Modelo, Jesucristo, debe mantenerse siempre ante nuestra vista. El Señor Jesús dice: “Sígueme”. “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame”. Lucas 9:23. No se hizo esto, pero se introdujo un nuevo orden de cosas en la casa editora. Los consejos de Dios con mucha frecuencia fueron descartados en vuestras reuniones. ¿Cómo?, en el caso de algunos, por medio de una confederación impía. “Nos mantendremos juntos—dijeron—. Usted me da su apoyo y yo lo apoyaré”. Este era el principio que controlaba a algunos de los obreros de la casa editora. Dios llamó a eso una confederación impía. Su gracia y su espíritu no intervinieron para nada en esta norma de conducta humana...MPu 163.4

    Satanás no dejará ningún recurso sin probar para cumplir sus objetivos, para ocultar y oscurecer la verdad y establecer el error. Se hizo esto. Dios ha sido deshonrado; la verdad y la justicia han languidecido a causa de esta confederación impía. ¡Son increíbles los engaños que Satanás practicará con tal de destruir a las almas! La conciencia, por amor al dinero, se ha vendido para obtener ganancias; ha habido una violación de los principios, del honor y de la integridad. Dios conoce la obra de cada uno, y todo será sometido a juicio. ¡Ojalá que los ojos ciegos fueran abiertos!—Carta 71, 1894.MPu 164.1

    Una confederación para usar métodos errados—Hay hombres que han tratado de privar a sus hermanos de sus derechos, y se han valido egoístamente de todos los medios a su alcance para conseguir ventajas para la Review and Herald. Han procurado justificarse diciendo: “Lo hago para beneficio de la causa de Dios”. Las preferencias y los prejuicios humanos han hecho vacilar las mentes de los que se han confederado para respaldar métodos que contrarían la Palabra de Dios. El egoísmo ha inducido a quienes debían haber sido fieles a los principios, a hacer caminos torcidos para sus pies.—Manuscrito 29, 1911.MPu 164.2

    Una confederación para robar de la tesorería de Dios—La modalidad que se ha seguido en el asunto de los salarios, en el tiempo bajo consideración, fue un comportamiento puramente egoísta que contrariaba los principios sobre los cuales la casa editora se había establecido, los principios de la abnegación y la justicia recíproca entre los hombres. Los que ejercían influencia para aumentar los salarios de los obreros de la institución estaban desagradando a Dios. Había una confederación para robar de la tesorería de Dios. Uno trabajaba para asegurar salarios más elevados para otros, de tal manera que el contraste entre los salarios de los obreros no pareciera desproporcionado. Todos los que participaron en esto se habían dedicado a una obra egoísta, la que tarde o temprano los afectaría a ellos mismos, a menos que se arrepintieran. Los ángeles malignos se regocijaban; pero el Señor dijo: “¿No los juzgaré por estas cosas?” “Y me volvieron la cerviz, y no el rostro; y cuando los enseñaba desde temprano y sin cesar, no escucharon para recibir corrección. Antes pusieron sus abominaciones en la casa en la cual es invocado mi nombre, contaminándola”. Jeremías 32:33.MPu 164.3

    El Señor me llevó mediante su Espíritu a las reuniones de junta en las que usted hablaba pidiendo que se aumentara el salario de uno u otro obrero. Luego se me mostró que el resultado será su separación de la casa editora debido a la acción equivocada que ha seguido en diversas líneas de acción...MPu 165.1

    Después de haber presenciado la confederación efectuada para elevar los salarios de los obreros de la institución, el Señor me llevó a las reuniones de la comisión de auditoría que fija los salarios de los pastores. Había ángeles de Dios en ese lugar, que llevaban un registro de todo lo que se hacía. La voz del Hno. E era el poder controlador, que cortaba a voluntad, decidía los salarios de los obreros de acuerdo con sus propias ideas y sentimientos. A nadie se le ocurría que los seres celestiales estaban tomando nota de cada transacción. El Hno. E no era hombre pobre; aceptaba salarios elevados para sí mismo y prestaba su decidida influencia para asegurar buenos salarios para otros empleados de la casa editora. Pero esos otros obreros, cuyas circunstancias ni el Hno. E ni los demás miembros de la comisión se tomaban el trabajo de averiguar, eran pagados de acuerdo con el parecer de este administrador. Estos hechos volverán a encontrarse en el gran día cuando “Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala”. Eclesiastés 12:14.—Carta 15, 1895.MPu 165.2

    Una confederación sobre los derechos de autor—La casa editora fue apartada de su propósito original; los hombres establecían condiciones con los autores; se constituían juntas; se maquinaban arreglos. Mientras un autor prestaba servicio en una reunión en otro lugar, se pagaban los gastos de un hombre para que fuera a ver a este hermano a fin de inducirlo a fijar el menor costo posible a sus libros. Este emisario argüía que la institución quería dar la más amplia circulación a ese libro sobre un asunto tan importante, y que las ventas serían mucho mayores si la obra se vendía a menor precio.MPu 165.3

    Como resultado, el derecho de autor se fijaba en un mínimo. Luego esta confederación presentaba este caso como una regla para los demás autores. Se me advirtió que todo esto era obra de un sistema de opresión y robo, y que la totalidad de la institución estaba infiltrada por principios corrompidos, que la luz de Dios se estaba alejando de todos los que estaban comprometidos en esta confederación, y que la gloria de su presencia se apartaría de ellos.MPu 166.1

    La causa de Dios en cualquier rama de su obra no debe promoverse con esta clase de política, porque se origina en Satanás y sólo puede tener su inspiración. A los que no se arrepientan y traten de enderezar las cosas, Dios los dejará que tropiecen en las tinieblas. No discernieron la injusticia en la práctica. Consiguieron libros y los desviaron de su propósito original para obtener las ganancias que se habían propuesto. Pero cada página de esa oscura historia está escrita en los libros del cielo para dar testimonio contra todos los que participaron en estos planes turbios, a menos que se arrepientan con ese arrepentimiento del que no hay que arrepentirse. El Señor no puede tolerar ninguna transacción de esta clase, como las que se han hecho presumiblemente en su nombre. El aborrece esos principios satánicos.—Manuscrito 105, 1898.MPu 166.2

    Círculos de hombres que fomentan principios errados—Habrá en la institución hombres que conducirán por sendas extraviadas a personas cuyas mentes no están firmemente establecidas en los principios de la verdad presente. Estos hombres sin consagración establecerán hitos falsos y andarán por caminos falsos, porque carecen de un claro discernimiento. Manifestarán un deseo ardiente por entrar en confederaciones; para constituir círculos entre ellos a fin de afirmarse mutuamente en los principios errados que apoyan. Cada uno difundirá conceptos e ideas de los demás.MPu 166.3

    Mi Instructor habló lenta y solemnemente como sigue: “Formad una confederación; a la que dirán: ‘Formad una confederación’; y serán rotos en pedazos”. Tres veces repitió estas palabras. “Reuníos, pueblos, y seréis quebrantados: oíd, todos los que sois de lejanas tierras; ceñíos, y seréis quebrantados. Tomad consejo, y será anulado; proferid palabra, no será firme, porque Dios está con nosotros”. Isaías 8:9, 10.MPu 167.1

    Los obreros de la casa editora deben ser hombres de principios puros; hombres que busquen diariamente a Dios; hombres que han aprendido perfectamente el hecho de que la vigilancia permanente es su única seguridad. Si los que se emplean en la institución eligen confederarse con otros para hacer la obra que ahora se está llevando a cabo en ella, perderán su integridad. Cualquiera que busque el consejo de Dios y que no confíe en la pretendida pureza y falsa piedad de algunos de los obreros que ahora trabajan en la casa editora, encontrará sumamente difícil mantener los principios rectos; pero el único curso de acción correcto para cualquier propósito es trabajar de acuerdo con los principios evangélicos, y no permitir que nada nos aparte de ellos.—Manuscrito 24, 1891.MPu 167.2

    Llamado a la consolidación motivado por el enemigo—El enemigo de nuestra obra fue quien motivó el llamado a la consolidación de la obra de publicaciones bajo un solo poder controlador, en Battle Creek.MPu 167.3

    Se me dijo que debía alzar la voz en advertencia contra esto. No debemos estar bajo el control de hombres que son incapaces de controlarse a sí mismos y que no están dispuestos a aceptar las razones de Dios. No debemos ser guiados por hombres que desean que su palabra sea el poder controlador. El desarrollo del deseo de controlar ha sido muy marcado, de modo que Dios envió una advertencia tras otra prohibiendo las confederaciones y la consolidación. Nos advirtió contra la práctica de unirnos en compromiso para realizar ciertos acuerdos que serían presentados por hombres que trataban de controlar los movimientos de sus hermanos.—Carta 114, 1903.MPu 167.4

    Hombres que se sobrecargan sin medida—Siento aflicción cuando pienso en la casa editora. Los hombres a cargo de los diferentes departamentos están de tal manera sobrecargados de responsabilidades que carecen de tiempo para realizar un trabajo adecuado...MPu 168.1

    ¿Qué impresión debiera efectuar esto sobre mi mente en vista de las cosas que el Señor me ha revelado en relación a los métodos y planes concebidos para tomar más responsabilidades, y sus planes referentes a la consolidación, según los cuales usted tomaría bajo su dirección y control a todas las institucions cercanas y lejanas? Usted sencillamente se está sobrecargando sin medida. No tiene colaboradores capaces de encargarse de las responsabilidades que usted ya ha aceptado.—Manuscrito 28, 1896.MPu 168.2

    ¿Consolidación humana o gobierno de Dios?—Deteneos en el lugar donde estáis. Ya no podéis recobrar vuestro registro del pasado tratando de reconstruir, reorganizar y consolidar otras instituciones con la institución defectuosa de Battle Creek. En el nombre del Señor os digo enfáticamente: No, no. Dejad a la Pacific Press bajo el gobierno de Dios, y humillad vuestros corazones ante Dios antes de que sea demasiado tarde para siempre. Se aproxima el gran día de Dios, cuando cada persona será conocida como Dios la conoce.—Manuscrito 7, 1897.MPu 168.3

    La consolidación tiende a exaltar lo humano—El sistema de la consolidación, en cualquier lugar donde se ponga en práctica, tiende a la exaltación de lo humano en lugar de lo divino. Los que tienen responsabilidades en las diferentes instituciones se vuelven hacia la autoridad central en busca de dirección y apoyo. Al debilitarse el sentido de responsabilidad personal, pierden la experiencia humana más elevada y preciosa de todas, que es la dependencia permanente de Dios. Al no comprender su necesidad, dejan de mantener la actitud de vigilancia y oración constantes, y la continua entrega a Dios, quien es el único que puede capacitar a los seres humanos para que escuchen y obedezcan la enseñanza de su Espíritu Santo. Se coloca al hombre en el lugar donde Dios debiera estar. Los que son llamados a actuar en este mundo como embajadores celestiales se conforman con buscar sabiduría en hombres finitos que yerran, cuando podrían tener la sabiduría y fortaleza del Dios infinito que jamás comete un error.MPu 168.4

    Dios no se propone que los obreros de sus instituciones busquen a los hombres y confíen en ellos. Desea que concentren su atención en él.MPu 169.1

    Nuestras casas editoras nunca debieran relacionarse tan estrechamente unas con otras de manera que una se arrogue el poder de dictar lo que la administración de la otra hace o decide.MPu 169.2

    Cuando un poder tan grande se coloca en las manos de unas pocas personas, Satanás hace esfuerzos definidos para pervertir el juicio, para insinuar principios normativos errados, para constituir un criterio de acción equivocado; al hacer esto, no sólo consigue pervertir una institución sino, además, por medio de ésta logra obtener control de las otras, y así consigue imprimir un molde equivocado a la obra en lugares alejados. Así se difunde la influencia del mal. Que cada institución mantenga su independencia moral, llevando a cabo su obra en su propio campo. Que los obreros locales sientan que deben hacer su obra como si estuvieran en presencia de Dios, de sus santos ángeles y de los mundos no caídos.MPu 169.3

    Si una institución adopta un criterio de acción equivocado, que eso no corrompa a otra institución. Que se mantenga firme a los principios que se expresaron en su establecimiento, y lleve a cabo la obra en armonía con estos principios. Cada institución debe esforzarse por trabajar en armonía con todas las demás, hasta donde esto sea consecuente con la verdad y la justicia; pero más allá de esto, ninguna debe ir hacia la consolidación.—Testimonies for the Church 7:172, 173.MPu 169.4

    Cada casa editora es un cuerpo independiente—Se me ha advertido que no es juicioso consolidar la casa editora Pacific Press con la Review and Herald de Battle Creek. El tiempo convencerá a todos que este asunto es demasiado serio para tomarlo con liviandad. La casa editora de Battle Creek no debe ser el único centro de poder de los adventistas del séptimo día. Debe permanecer sola. La Pacific Press no debiera ser inducida a temer el poder que se ha conferido a la casa editora de Battle Creek. El Señor tiene su propio propósito que desea llevar a cabo por medio de estas instituciones.MPu 170.1

    No debiera haber controversia en este punto. No debe continuarse la vinculación con los intereses de la casa editora de Battle Creek, de modo que absorba a la Pacific Press y ambas se conviertan en un solo órgano. La Pacific Press debe permanecer sola. Las dos instituciones no podrían promover mejor la obra de Dios consolidándose, que en su calidad de instituciones independientes.MPu 170.2

    Las instituciones activas en conexión con la obra de Dios en Battle Creek, han estampado un molde erróneo sobre la obra de Dios. Los hombres han maquinado y planeado de un modo que no corresponde al mandato de Dios, y la casa editora de California ya ha seguido y adoptado demasiado los métodos e invenciones procedentes de Battle Creek. Nuestras instituciones gozarán de solidez y poder si se mantienen en contacto con la palabra de Dios en su relación y en sus transacciones con los demás.—Carta 80a, 1896.MPu 170.3

    El [Dios] quiere que sus instituciones se mantengan independientes unas de otras, y sin embargo en perfecta armonía mutua.—Carta 41, 1898.MPu 170.4

    Entidades separadas y distintas—He recibido repetidas advertencias muy claras en diferentes lugares. No podría definir su significado porque se me presentaron en figuras y símbolos. Este asunto, que me fue presentado antes de la muerte de mi esposo, me mantuvo muy confundida. Después de eso se me ha revelado que se harían esfuerzos para vincular la casa editora de Oakland con la casa editora de Battle Creek, con el fin de que la institución de Battle Creek ejerciera el control. No comprendí plenamente estas advertencias, porque muchas veces se me había dado el mensaje de que estas dos instituciones no debían combatirse mutuamente, ni manifestar nada que se pareciera a celos o envidia, sino que debían mantenerse como instituciones hermanas, cada una haciendo la obra que se les había señalado como organismos de Dios... Cada institución fue establecida por Dios para hacer la obra que le corresponde.MPu 170.5

    Antes de la muerte de mi esposo, este asunto referente a la casa editora de Battle Creek y la casa editora de Oakland, se me presentó bajo el símbolo de la vid, y desde entonces se me ha presentado con el mismo símbolo. El Señor me ha mostrado que ambas instituciones deben mantenerse tan separadas como dos ramas que, aunque distintas, arrancan de la misma cepa. No deben unirse para formar una sola, sino que deben mantenerse diferentes; y sin embargo cada una debe derivar su nutrimento de la misma fuente.—Carta 64, 1896.MPu 171.1

    La Pacific Press debe mantener su independencia en Dios—Dios quiere que la Casa Editora Pacific Press se mantenga libre y transparente, sin trabas impuestas por ningún poder. Dios desea que cada una de sus instituciones se eleve por encima de la atmósfera helada en la que se encontraría la institución humana si quedara librada a sí misma. Con el deseo de vivir y respirar, debe hacerlo en la atmósfera santa, pura y vivificante del cielo, porque en caso contrario los sentimientos, planes y resoluciones obstruirán y sofocarán nuestros movimientos de progreso hacia el cielo.—Carta 35a, 1895.MPu 171.2

    Dios me ha presentado lo que yo os he comunicado, que la Pacific Press debe retener su propia individualidad, confiando en Dios, haga su obra en Dios como su institución; el agente humano trabajando con Dios, con espíritu contrito, manso y humilde de corazón, listo para ser enseñado por Dios, pero no sujeto a ningún poder terrenal que proponga planes y medios que no están de acuerdo con las instrucciones dadas por Dios. Manteneos en guardia, y no vendáis vuestra libertad religiosa a ninguna institución y a ningún hombre, junta o concilio de hombres.—Special Testimonies, Publishing Work 25.MPu 171.3

    Las ramas de la Pacific Press deben vivir—El Señor me hizo ver que las ramas de esta obra se plantarán en otros lugares y harán su obra bajo la supervisión de la Pacific Press;*En este momento, la Pacific Press tiene sucursales funcionando en Omaha, Nebraska y Oshawa, Ontario. pero si eso tuviera éxito, surgirían celos, suposiciones malignas y codicia. Se harían esfuerzos para cambiar el orden normal de las cosas, y aprovecharse de la obra entre otros intereses en Battle Creek. Los hombres están muy inclinados a cambiar el orden de las cosas, pero el Señor prohíbe tal consolidación. Debe permitirse que cada rama viva y haga su propia obra.MPu 172.1

    En toda institución ocurrirán errores, pero si los gerentes aprenden la lección que todos deben aprender, que es avanzar cautelosamente, no se repetirán esos errores, y Dios presidirá sobre la obra. Cada obrero de nuestras instituciones necesita hacer que la Palabra de Dios sea su regla de conducta. Entonces la bendición de Dios descansará sobre él. No puede dejar de lado con seguridad la verdad de Dios como su guía e instructor. Si el hombre pudiera crear inspiración sin depender de Dios, entonces podría dejar de lado la pura y santa Palabra de Dios como su Libro Guía. La verdad debe controlar la conciencia y el entendimiento en toda la obra que se realiza. El Espíritu Santo debe presidir sobre los pensamientos, las palabras y las acciones. Debe dirigir en todas las acciones temporales y espirituales.—Carta 81, 1896.MPu 172.2

    La Pacific Press y las publicaciones en idiomas extranjeros—Apruebo los esfuerzos realizados para establecer la obra en alemán y escandinavo en College View.*Después del incendio de la la Casa Editora Review and Herald, en 1902, la publicación de libros en lenguas extranjeras se trasladó a la imprenta College Press, en College View, Nebraska; y posteriormente esta obra se llevó a cabo con el nombre de Asociación Publicadora Internacional en 1915, pero el edificio que ocupaba fue destruido por un incendio en 1916, y se construyó una planta en Brookfield, Illinois. Allí continuó la obra hasta que fue transferida en 1959 a la sede de la Casa Editora Pacific Press Publishing Association, en Mountain View, California. Seventh-day Adventist Encyclopedia, 983. Espero que se harán planes para animar y fortalecer esta obra.MPu 172.3

    No debiera dejarse toda la carga de la obra a nuestros hermanos extranjeros. Tampoco nuestros hermanos de todo el campo debieran dejar una carga demasiado pesada a las asociaciones situadas cerca de College View. Los miembros de estas asociaciones deben tomar la iniciativa y hacer lo mejor que puedan, y todos debieran acudir en su ayuda. La verdad debe proclamarse a todas las naciones, tribus, lenguas y pueblos.MPu 173.1

    No se puede justificar a nuestros hermanos alemanes, daneses y suecos de no poder actuar armónicamente en la obra de publicaciones. Quienes creen la verdad debieran recordar que son los hijitos de Dios, y que están bajo su tutela. Que demuestren agradecimiento a. Dios por sus numerosas misericordias y que sean bondadosos unos con otros. Tienen un mismo Dios y un mismo Salvador; y también un mismo Espíritu, que es el Espíritu de Cristo que debe introducir la unión entre sus filas.—Testimonies for the Church 9:189.MPu 173.2

    Responsabilidad individual y personal—Conozco algo acerca de estas dos instituciones, porque mi esposo y yo tuvimos que dirigir su establecimiento y funcionamiento. El Señor dio instrucciones especiales acerca de su administración. No privé de estos principios a los que se contaban entre los creyentes de la verdad.MPu 173.3

    Se me había presentado la obra en sus comienzos como un arroyo pequeño. Al profeta Ezequiel se le dio una visión referente a “aguas que salían de debajo del umbral de la casa hacia el oriente;... al sur del altar”. Tenga la bondad de leer. Ezequiel 47. Observe especialmente el vers. 8: “Y me dijo: Estas aguas salen a la región del oriente y descenderán al Arabá [desierto], y entrarán en el mar [mar Muerto]; y entradas en el mar, recibirán sanidad las aguas”. Esta obra se me presentó extendiéndose hacia el este y el norte, a las islas del mar y a todas partes del mundo. A medida que aumente la obra se manifestará un grande y activo interés en administrarla por medio de instrumentos humanos. La obra no debe concentrarse en un solo lugar, ni siquiera en Battle Creek. La sabiduría humana arguye que es más conveniente edificar el interés donde la obra ya ha adquirido carácter e influencia; se ha cometido errores en este sentido. Así es como se reprimen y debilitan la individualidad y la responsabilidad individual. La obra es del Señor, y la fuerza y la eficiencia no deben concentrarse totalmente en un solo lugar.—Carta 71, 1894.MPu 173.4

    Las casas editoras deben evitar luchar por la supremacía—En la producción de libros hay una lucha por la supremacía... Dios dice a cada uno: “Prestad atención”. La levadura de la influencia es muy poderosa. Ya sea buena o mala, lo compenetra todo. Si se permite que entre la levadura del egoísmo, la codicia y la crueldad, someterá todas las propiedades del cuerpo a la fuerza corruptora. No habrá entrañas de misericordia, ni tierna consideración, ni se luchará contra rasgos de carácter objetables que se desarrollan con tanta rapidez y se convierten en gigantes del mal. A menos que se extirpe del alma esta raíz de amargura, continuará apareciendo, y por causa de ella muchos serán contaminados.—Manuscrito 131, 1899.MPu 174.1

    La Review and Herald y la Pacific Press se me han presentado como rivales. Las amonestaciones y advertencias que Dios les ha enviado para producir una reforma, no han sido obedecidas. Cuando llega el reproche se siente molestia y se despiertan sensaciones desagradables; pero no se ha hecho la obra que debe efectuarse para purificar estas instituciones del egoísmo, la codicia y las transacciones injustas...MPu 174.2

    Toda la luz y toda la evidencia que Dios os ha dado a manera de reproche, las habéis descartado valiéndoos del proceso de racionalización, y les habéis dado un sentido que no se entendía... Dios se propone que las casas editoras, de donde salen nuestras publicaciones, sean canales vivientes de luz. ¿Por que no trabajáis para establecer todas las ramas comerciales sobre principios rectos?—Carta 150, 1899.MPu 175.1

    El plan de Dios es la cooperación—Que cada departamento de nuestra obra, que cada institución conectada con nuestra causa, se administre en forma considerada y generosa. Que cada rama de la obra, mientras mantiene su carácter distintivo propio, procure proteger, fortalecer y edificar a las demás ramas. Hombres de diversas habilidades y características son empleados para que hagan funcionar las diversas ramas de la obra. Este ha sido siempre el plan de Dios. Cada obrero debe realizar un esfuerzo especial en su propia rama; pero cada uno tiene el privilegio de capacitarse y trabajar para promover la salud y el bienestar de todo el cuerpo del cual es miembro.MPu 175.2

    Nada de consolidación, nada de rivalidad ni crítica, sino cooperación, es el plan de Dios para sus instituciones.—Testimonies for the Church 7:174.MPu 175.3

    Cooperación pero no consolidación—La casa editora de Battle Creek y la Pacific Press deben considerarse como instituciones hermanas. Mediante la mutua cooperación pueden ejercer una influencia saludable una sobre otra, pero no en consolidación. Estas instituciones no deben consolidarse en una sola. Los gerentes en Battle Creek se han complacido en cultivar sentimientos no cristianos ni fraternales, envidia y celos, hacia la Casa Editora Pacific Press. Han manifestado el deseo ardiente de rebajar esa institución y ponerla bajo su propia jurisdicción; pero la luz que he recibido durante años es que estas instituciones deben mantenerse separadas, cada una preservando su propia individualidad. Una relación más estrecha que esto redundará en perjuicio de ambas casas...MPu 175.4

    Temo que los administradores de la Pacific Press hayan aceptado propuestas sin darles la debida consideración con atención y oración. No debiera aceptarse ninguna propuesta, no importa de dónde provenga, a menos que se presente en forma definida y por escrito, con una copia para los gerentes de cada institución. Luego, varios de los administradores reunidos deben presentar el asunto delante de Dios; extended los documentos ante él, y con oración ferviente buscad un sincero discernimiento y juicio claro para decidir si los planes propuestos son para gloria de Dios y beneficio de ambas instituciones.—Manuscrito 31, 1895.MPu 176.1

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