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El Evangelismo

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    Los problemas relativos a la observancia del sábado

    No hay razón para que exista ansiedad o temor—A menudo cuando nuestros obreros presentan la decisiva verdad del sábado al pueblo, algunos se detienen vacilantes por temor de atraer la pobreza y penurias sobre ellos mismos y sobre sus familias. Dicen: Sí, veo lo que tratáis de mostrarme, con respecto a la observancia del séptimo día de la semana; pero temo que si guardo el sábado perderé mi puesto, y no podré atender a mi familia. Y así, muchos conservan su puesto mundano y desobedecen el mandato de Dios. Pero estos versículos Lucas 12:1-7, nos enseñan que el Señor conoce todas nuestras circunstancias; comprende nuestros inconvenientes; y cuida de todos los que perseveran en conocer al Señor. Nunca permitirá que sus hijos sean tentados más de lo que puedan soportar.Ev 176.2

    Cristo declaró a sus discípulos: “No os acongojéis por vuestra vida, qué habéis de comer, o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir: ¿no es la vida más que el alimento, y el cuerpo que el vestido? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni allegan en alfolíes; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros mucho mejores que ellas? Mas ¿quién de vosotros podrá, congojándose, añadir a su estatura un codo?” “Pues si no podéis aun lo que es menos, ¿para qué estáis afanosos de lo demás?”Ev 176.3

    Sosteniendo ante ellos el lirio del campo con su hermosura y su pureza, el Salvador continuó: “Reparad los lirios del campo, cómo crecen; no trabajan ni hilan; mas os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria fue vestido así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana es echada en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fc?Ev 176.4

    “No os congojéis pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o con qué nos cubriremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas: que vuestro Padre celestial sabe que de todas estas cosas habéis menester. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”.Ev 176.5

    Cristo enseña aquí una preciosa lección con respecto a su servicio. Cualesquiera sean las cosas que ocurran, él dice: “Servid a Dios”. Cualesquiera sean los inconvenientes y las durezas con que os encontréis, confiad en el Señor. No tenemos razón para afligirnos y temer, si hacemos nuestra resolución en favor de la verdad, de que nosotros y nuestras familias sufriremos. Hacerlo es manifestar falta de fe en Dios. “Vuestro Padre celestial sabe que de todas estas cosas habéis menester”, dice el Salvador. Si estudiáramos la Palabra más fielmente, creceríamos en fe.—Manuscrito 83, 1909.Ev 177.1

    Es tiempo de extender una mano ayudadora—Es éste un tiempo importante para estas localidades donde se ha despertado interés. Un gran número de personas... están en el valle de la decisión. Conceda el Señor a sus siervos sabiduría para hablar a estas almas palabras tales que les den coraje para confesar la verdad y rendir a Dios su voluntad y la entera devoción de su corazón. Oramos por que el Señor inspire con fe a estas almas que están convencidas de la verdad de que el séptimo día es el día de descanso del Señor, oramos por que no consulten con sus propios sentimientos y permitan que el enemigo los induzca a decidir que el sacrificio es demasiado grande.Ev 177.2

    Sufrirán pérdida en los asuntos materiales, y la mano ayudadora no faltará. Muchos preguntan: “¿Cómo podremos mantener a nuestras familias? Perderemos nuestras ocupaciones no bien decidamos observar el séptimo día y no trabajar en sábado. ¿Morirán de hambre nuestras familias?” ¿Qué podemos contestar? La pobreza y la necesidad se ven en todos lados, y hay almas sinceras qué no saben qué deben hacer. No se atreven a tomar una decisión, aunque saben que el séptimo día es el sábado del Señor. Saben que Dios bendijo el séptimo día y lo apartó para que el hombre lo observe como un recordativo de la creación de este mundo hecha por Dios en seis días y de su reposo en el día séptimo.Ev 177.3

    Se nos aflige el corazón cuando vemos las dificultades que se alzan como montañas ante estas personas, las perspectivas de escasez y necesidad para ellas y la posibilidad de que sus hijos pidan sin recibir. Más de uno dice: “Quiero guardar el sábado, pero en cuanto avise a mi empleador que he decidido observar el día de reposo, él me despedirá”. Hay cientos de personas que esperan la oportunidad de ocupar los puestos que queden vacantes. Esto me aflige mucho. Todo lo que podemos hacer es animarlos a que tengan fe y orar por ellos. Algunas veces quisiera tener un millón de dólares, porque podría emplear cada uno de ellos en esta obra...Ev 177.4

    Muchas personas llegan a transgredir abiertamente la santa ley de Dios, como resultado de su unión, de su acuerdo y de su colaboración con sus compañeros que son instrumentos de Satanás. Dios les envía luz para sacarlos del engaño, pero ellos rehúsan aceptar la Palabra de Dios tal como está escrita. Aceptan, en cambio, el error y prefieren las mentiras de Satanás antes que un “Así dice Jehová”. Y estos abogados del error hacen que sea muy difícil que los que captan la verdad la obedezcan.Ev 178.1

    Los ojos humanos ven únicamente hambre ante los que observan el sábado.—Manuscrito 19, 1894.Ev 178.2

    Nunca producirá hambre—Nunca necesita alguien temer que la observancia del verdadero sábado dará por resultado el hambre.Ev 178.3

    Isaías 58:11, 12; Proverbios 7:2; Isaías 58:14. Estas promesas constituyen una respuesta suficiente a todas las excusas que el hombre pueda inventar para rehusarse a guardar el sábado. Aun cuando, después de comenzar a guardar la ley de Dios, parezca imposible sostener a la familia, comprenda toda alma en duda que Dios ha prometido cuidar de aquellos que obedecen sus mandamientos.—Manuscrito 116, 1902.Ev 178.4

    Se necesitan hombres valerosos—Se requiere valor moral para adoptar la posición en favor de la observancia de los mandamientos del Señor. Un opositor de la verdad dijo cierta vez que únicamente las personas de mente débil, necias e ignorantes se apartarían de las iglesias para observar el séptimo día como día de reposo. Pero un ministro que había aceptado la verdad replicó: “Si Ud. piensa que la gente de mente débil hace esto, procure hacerlo Ud. mismo”. El acto de colocarse en el lado impopular requiere valor moral, firmeza, decisión, perseverancia y mucha oración. Estemos agradecidos porque ahora podemos acudir a Cristo tal como antaño iban a él en el templo los pobres y los dolientes...Ev 178.5

    Ud. no se ha atrevido a pisotear los mandamientos de Dios, y se ha puesto en el lado de la verdad impopular, y ahora deje que los resultados sean los que fueren. ¿Cree Ud. que el Salvador se alejará y lo dejará luchar solo? No; nunca. Pero él nunca dijo a sus discípulos que no experimentarían pruebas, que no tendrían que manifestar abnegación ni realizar sacrificios. El Maestro fue varón de dolores, experimentado en quebrantos. “Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos”. 2 Corintios 8:9. Damos gracias a Dios porque en su pobreza Ud. puede llamar a Dios su Padre.Ev 178.6

    La pobreza está por sobrecoger a este mundo, y habrá un tiempo de angustia como nunca ha habido hasta ahora. Habrá guerras y rumores de guerra, y la palidez invadirá los rostros de los hombres. Puede ser que Ud. tenga que sufrir angustia; puede ser que algunas veces pase hambre; pero Dios no lo olvidará en su sufrimiento. El probará su fe. No debemos vivir para agradarnos. Estamos aquí para dar a conocer a Cristo al mundo, para representarlo a él y su poder ante la humanidad.—Manuscrito 37, 1894.Ev 179.1

    Es tiempo de confiar en la Palabra—En el desierto, cuando todos los medios de sustento se habían agotado, Dios envió a su pueblo maná del cielo, y esto en una provisión suficiente y constante. Dicha provisión había de enseñarles que mientras confiasen en Dios y anduviesen en sus caminos, él no los abandonaría. El Salvador puso ahora en práctica la lección que había enseñado a Israel. La palabra de Dios había dado socorro a la hueste hebrea, y la misma palabra se lo daría también a Jesús. Esperó el tiempo en que Dios había de traerle alivio. Se hallaba en el desierto en obediencia a Dios, y no iba a obtener alimentos siguiendo las sugestiones de Satanás. En presencia del universo, atestiguó que es menor calamidad sufrir lo que venga, que apartarse en un ápice de la voluntad de Dios.Ev 179.2

    “No con sólo el pan vivirá el hombre, mas con toda palabra que sale de la boca de Dios”. Muchas veces el que sigue a Cristo se ve colocado donde no puede servir a Dios y llevar adelante sus empresas mundanales. Tal vez le parezca que la obediencia a algún claro requerimiento de Dios le privará de sus medios de sostén. Satanás quisiera hacerle creer que debe sacrificar las convicciones de su conciencia. Pero lo único en que podemos confiar en este mundo es la Palabra de Dios. “Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. Mateo 6:33. Aun en esta vida, no puede beneficiarnos el apartarnos de la voluntad de nuestro Padre celestial. Cuando aprendamos a conocer el poder de su palabra no seguiremos las sugestiones de Satanás para obtener alimento o salvarnos la vida. Lo único que preguntaremos será: ¿Cuál es la orden de Dios, y cuál es su promesa? Conociéndolas, obedeceremos la primera y confiaremos en la segunda.—El Deseado de Todas las Gentes, 96, 97 (1898).Ev 179.3

    Un llamado a uno que está en el valle de la decisión—El enemigo le ha estado diciendo que espere una oportunidad más conveniente. El ha estado cerca con sus artificios, presentándole a Ud. las ventajas que tendría si no observara el sábado, y las desventajas que resultarían de guardarlo. Ha preparado estas diversas excusas para inducirlo a no efectuar su decisión de obedecer la ley de Dios. Satanás es un engañador. Falsifica el carácter de Dios, y Ud. ha aceptado su tentación. Todas las imaginaciones que Ud. se ha hecho han demostrado falta de confianza en su Padre celestial.Ev 179.4

    Pensó que después de haber alcanzado cierta prosperidad en su negocio, obedecería el sábado del cuarto mandamiento. Pero el Señor exige de cada uno de sus súbditos total obediencia. Los requisitos de Dios le fueron presentados a Ud., y Ud. ha estado imponiendo condiciones a Dios. Y todo el tiempo Satanás ha estado trabajando para hacerle a Ud. cada vez más imposible, a medida que consideraba el asunto, decidirse a guardar el sábado. Se ha estado volviendo Ud. cada vez menos susceptible a la obra del Espíritu de Dios sobre su corazón. El Señor me ha dado un mensaje para Ud. y para sus hijos, de que asuman el deber que han descuidado por mucho tiempo, de andar en la luz como él está en luz. “Amarás al Señor tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma y de toda tu mente”. “Haz esto—dijo Cristo a un doctor de la ley—y vivirás”. Esta es la voz de Dios a Ud. mismo y a sus hijos. La ley de Dios es buena, justa y provechosa para todos los que obedecen, y Ud. mostrará que honra a quien obedece.Ev 180.1

    Cuando su mente se haya puesto de acuerdo con la voluntad de Dios, para obedecer sus mandamientos, ¿piensa que el Señor no tendrá cuidado de Ud. y de sus intereses temporales? Casi ha estado persuadido, pero no obedeció. Pensó esperar hasta que el camino se aclara ante Ud. El Señor ha hecho a todo agente humano responsable de su conducta. Las exigencias de Dios han de ser su primera consideración. La obediencia a Dios es su primer deber. Ha de dejar todas las consecuencias en las manos del Señor. Ha estado vacilando porque ahora no se da cuenta de las poderosas convicciones que una vez tuvo, y no quiere someterse para obedecer. No necesita esperar una convicción tan profunda otra vez. Tendrá que obedecer a Dios y hacer su resolución en favor de la verdad, sintiéndolc o sin sentirlo. Lo que debe hacer ahora es trabajar resueltamente desde el mismo principio, para hacer sus decisiones, cualesquiera sean las consecuencias.—Carta 72, 1893.Ev 180.2

    Vivid en armonía con cada nuevo rayo de luz—Vivid er armonía con cada nuevo rayo de luz que recibís. Vuestros in tereses eternos están incluidos en esto, y por esto os digo: “Apre ciad cada rayo de luz”. Pedid de rodillas a Cristo que el Espí ritu Santo obre en vuestro corazón para que no os alejéis de sí ley.—Manuscrito 10, 1894.Ev 180.3

    Es mejor perder el puesto que perder a Jesús—No penséis que si hacéis una resolución en favor de la verdad bíblica, per deréis vuestro puesto. Haréis mejor en perder vuestro puesto que perder a Jesús. Os será mejor ser participantes de la abnegación del Señor que andar en vuestro propio camino buscando recoger los tesoros de esta vida. No podéis llevar ninguno de ellos a la tumba. Saldréis de la tumba sin nada, pero si tenéis a Jesús lo tendréis todo. El es todo lo que necesitaréis para resistir la prueba del día de Dios, ¿y no es esto suficiente para vosotros?—Manuscrito 20, 1894.Ev 180.4

    Una posición firme—Los hombres pueden poner en acción toda la combatividad que les plazca, pero de todos modos los mandamientos de Dios seguirán siendo los mandamientos de Dios. Hemos decidido guardarlos y vivir, [preservar] su ley como la niña de nuestro ojo. Denuncien los hombres la ley de Dios y pisoteen al pueblo que guarda los mandamientos. ¿Pueden hacer esto y vivir? Es imposible. Dios tiene su norma para medir el carácter, y los que le obedecen son los que vivirán, y él protegerá a los que guardan la ley como la niña de sus ojos.—Manuscrito 5, 1891.Ev 181.1

    Ofrecimiento de cargos a los nuevos observadores del sábado—Entre los que aceptaron la verdad en ----- el invierno pasado, había un joven que salió de la escuela a que asistía a fin de guardar el sábado. Se le preguntó qué haría para ganarse la vida. Replicó: “Dios me ha dado fuerza física y trabajaré en cualquier cosa antes que quebrantar sus mandamientos”. Algunos estaban ansiosos de darle un cargo en la imprenta, pero alguien dijo: “No. Cuando él manifieste que obedecerá a Dios a cualquier costo, entonces sabremos que es el hombre que necesitamos en esta oficina. Pero si no tiene principios suficientemente sólidos para hacer esto, entonces es el hombre que no necesitamos”.Ev 181.2

    El pastor ----- vino a verme y me preguntó si debían estimular a ese joven a que pensase que se le daría un cargo en la oficina. Le dije: “El Dios del cielo le ha presentado el eterno peso de gloria que espera al vencedor, y si él como Moisés aprecia la recompensa se pondrá decididamente de parte de la verdad. Pero si se le ofrece un soborno u otro atractivo se le causará daño. Sin embargo, nuestro deber consiste en ayudarle a ver que debe andar por fe, pero no se lo deje luchar solo, porque Satanás lo tentará, por lo tanto debéis prestarle toda la ayuda que sea posible”.—Manuscrito 26, 1886.Ev 181.3

    Los negocios y los observadores del sábado—Los que profesamos observar el santo día de reposo de Dios, necesitamos llevar a cabo una reforma en lo que atañe al sábado. Algunos hablan de sus negocios y trazan planes en sábado, y Dios considerará esto tal como si en realidad hubiesen efectuado esas transacciones comerciales.Ev 181.4

    Otros que conocen muy bien las evidencias bíblicas que muestran que el séptimo día es el día de reposo, se asocian con hombres que no respetan el santo día de Dios. Un observador del sábado no puede permitir que sus empleados pagados con su dinero, trabajen en sábado. Si permite, por amor al lucro, que su socio incrédulo haga funcionar la empresa comercial en la que él participa, es igualmente culpable con el incrédulo; y es su deber disolver esta sociedad sin tomar en cuenta lo que pueda perder. Tal vez los hombres piensen que no pueden darse el lujo de obedecer a Dios, pero tampoco pueden permitirse desobedecerle. Los que son descuidados en su observancia del sábado sufrirán una gran pérdida.—The Review and Herald, 18 de marzo de 1884.Ev 182.1

    Una clase de empleo para los observadores del sábado—Encontramos aquí la mejor clase de gente por la que podamos trabajar. Para muchas de estas personas no sería difícil observar el sábado. ----- es un lugar donde se crían muchas aves. Casi cada casa de los alrededores de la ciudad tiene criaderos de aves. Las casas no están construidas en grupos, sino que están aparte unas de otras, y a menudo están rodeadas por varios acres de terreno. Se crían toda clase de aves, y los huevos son fácilmente vendidos en ----- y en -----, y son llevados a la ciudad en barcos.Ev 182.2

    Escribo esto para que comprendáis la situación. Muchas familias se ganan la vida criando aves, y debido a esto no se debe hacer surgir la objeción que muchos levantan contra la observancia del sábado en estas circunstancias: que interferirá con sus negocios. Podrían observar el sábado sin temer la pérdida de su empleo.—Carta 113, 1902.Ev 182.3

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