Loading...
Larger font
Smaller font
Copy
Print
Contents

La Maravillosa Gracia de Dios

 - Contents
  • Results
  • Related
  • Featured
No results found for: "".
  • Weighted Relevancy
  • Content Sequence
  • Relevancy
  • Earliest First
  • Latest First
    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents

    Para el que cree, 14 de septiembre

    Por tanto, es por fe, para que sea por gracia. Romanos 4:16.MGD 265.1

    Sin la gracia de Cristo, el pecador está en una condición desvalida. No puede hacer nada por sí, pero mediante la gracia divina se imparte al hombre poder sobrenatural... Mediante la comunicación de la gracia de Cristo, el pecado es discernido en su aborrecible naturaleza y finalmente expulsado del templo del alma. Mediante la gracia, somos puestos en comunicación con Cristo para ser asociados con él en la obra de la salvación. La fe es la condición por la cual Dios ha visto conveniente prometer perdón a los pecadores. No es que haya virtud alguna en la fe, que haga merecer la salvación, sino que la fe, aferrándose a los méritos de Cristo, proporciona el remedio para el pecado...MGD 265.2

    “Creyó Abrahán a Dios, y le fue contado por justicia. Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda; mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia”. Romanos 4:3-5. La justicia es obediencia a la ley. La ley demanda justicia, y ante la ley, el pecador debe ser justo. Pero es incapaz de serlo. La única forma en que puede obtener la justicia es mediante la fe. Por fe puede presentar a Dios los méritos de Cristo, y el Señor coloca la obediencia de su Hijo en la cuenta del pecador. La justicia de Cristo es aceptada en lugar del fracaso del hombre, y Dios recibe, perdona y justifica al alma creyente y arrepentida, la trata como si fuera justa, y la ama como ama a su Hijo. De esta manera, la fe es imputada a justicia y el alma perdonada avanza de gracia en gracia, de la luz a una luz mayor.—Mensajes Selectos 1:429, 430.MGD 265.3

    El toque de la fe nos abre el divino almacén de los tesoros de poder y sabiduría; y de esa manera, mediante instrumentos de barro, Dios realiza las maravillas de su gracia. Esta fe viva es nuestra gran necesidad de hoy. Debemos saber que Jesús es en verdad nuestro; que su Espíritu está purificando y refinando nuestro corazón. Si los seguidores de Cristo tuvieran fe genuina, con mansedumbre y amor, ¡qué obra podrían realizar! ¡Qué frutos se verían para la gloria de Dios!—Meditaciones Matinales, 13.MGD 265.4

    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents