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Mensajes para los Jóvenes

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    La lealtad a Cristo

    Quienes se hallan bajo la ensangrentada bandera del príncipe Emanuel deberían ser fieles soldados del ejército de Cristo. Nunca deberían ser desleales, nunca infieles. Muchos de los jóvenes se ofrecerán voluntariamente para ponerse de parte de Jesús, Príncipe de la vida. Pero si quieren continuar de parte de él, deben contemplar constantemente a Jesús, su Capitán, a la espera de sus órdenes. No pueden ser soldados de Cristo, y no obstante comprometerse en la confederación de Satanás ayudándolo, pues entonces serían enemigos de Cristo. Traicionarían cometidos sagrados. Formarían un eslabón entre Satanás y los verdaderos soldados, de modo que mediante estos agentes vivientes el enemigo trabajaría constantemente para hurtar el corazón de los soldados de Cristo.MJ 96.1

    Les pregunto, queridos jóvenes que profesan ser soldados de Jesucristo: “¿Qué batallas han peleado? ¿Cuáles han sido sus combates? Cuando la Palabra de Dios les ha revelado claramente la obra ¿han rehusado hacerla porque no convenía a sus inclinaciones? ¿Les ha seducido la atracción del mundo apartándolos del servicio de Cristo?” Satanás se ocupa en idear atractivos engañosos, y por la transgresión en lo que parece ser de poca importancia los aparta de Jesús. Luego presenta seducciones mayores para alejarlos completamente de Dios.MJ 96.2

    Pueden tener sus nombres escritos en los libros de la iglesia y llamarse hijos de Dios, y no obstante el ejemplo y la influencia de ustedes, representar falsamente el carácter de Cristo, y hacer que otros se aparten de él. No hay felicidad, paz ni gozo para un creyente profeso que no esté alistado con todo el ser en la obra que el Señor le ha dado para hacer. Lleva constantemente el mundo a la iglesia, porque no se arrepiente, ni confiesa sus pecados, ni se entrega a Dios, sino que se entrega más y más al mundo, poniéndose en la batalla más bien del lado de Satanás que del de Cristo.MJ 96.3

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