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La Voz: Su Educación y Uso Correcto

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    Los apóstoles

    Tenían un lenguaje puro y exacto—Los apóstoles y sus asociados eran hombres sin letras, pero por el derramamiento del Espíritu en el día de Pentecostés, su lenguaje, fuese en su idioma o en otro extranjero, era puro, sencillo y exacto, tanto en los vocablos, como en el acento.—El Deseado de Todas las Gentes, 761.VEUC 400.1

    Presentaban verdades elevadas—Desde ese momento [Pentecostés] en adelante, el lenguaje de los discípulos fue puro, sencillo y exacto, tanto en los vocablos como en el acento, ya fuera que hablaran en su idioma nativo o en lengua extranjera. Estos hombres humildes, que nunca habían estudiado en las escuelas de los profetas, presentaban verdades tan elevadas y puras, que dejaban atónitos a los que los escuchaban.—La Historia de la Redención, 256.VEUC 400.2

    Sus palabras eran como saetas agudas—Los argumentos de los apóstoles por sí solos, aunque claros y convincentes, no habrían eliminado el prejuicio que había resistido tanta evidencia. Pero el Espíritu Santo hizo penetrar los argumentos en los corazones con poder divino. Las palabras de los apóstoles eran como saetas agudas del Todopoderoso, que convencían a los hombres de su terrible culpa, por haber rechazado y crucificado al Señor de gloria.—Los Hechos de los Apóstoles, 37.VEUC 400.3

    Héroes de la fe—Los discípulos no eran sino hombres humildes, sin riquezas, y sin otra arma que la palabra de Dios; sin embargo, en la fuerza de Cristo salieron para contar la maravillosa historia del pesebre y la cruz, y triunfar sobre toda oposición. Aunque sin honor ni reconocimiento terrenales, eran héroes de la fe. De sus labios salían palabras de elocuencia divina, que hacían temblar al mundo.—Los Hechos de los Apóstoles, 64 (PP), 65 (ACES).VEUC 401.1

    Predicaban a un Dios creador—Los apóstoles se esforzaron por impartir a estos idólatras un conocimiento del Dios Creador, y de su Hijo, el Salvador de la especie humana. Primero atrajeron su atención a las obras admirables de Dios, que son el sol, la luna y las estrellas, el hermoso orden de las estaciones sucesivas, las altas montañas cubiertas de nieve, los frondosos árboles, y otras varias maravillas de la naturaleza, que demostraban una habilidad, que superaba la comprensión humana. Por medio de estas obras del Todopoderoso, los apóstoles dirigieron la mente de los paganos a la contemplación del gran gobernante del universo.VEUC 401.2

    Habiendo presentado estas verdades fundamentales concernientes al Creador, los apóstoles hablaron a los listrenses del Hijo de Dios, que vino del cielo a nuestro mundo, porque amaba a los hijos de los hombres.—Los Hechos de los Apóstoles, 146, 147 (PP), 148, 149 (ACES).VEUC 401.3

    Su mensaje era claro y sencillo—Los obreros evangélicos de Corinto comprendían los terribles peligros que amenazaban las almas de aquellos por quienes trabajaban; y con conciencia de la responsabilidad que descansaba sobre ellos, presentaban la verdad como es en Jesús. Claro, sencillo y decidido era su mensaje: sabor de vida para vida, o de muerte para muerte. Y no sólo en sus palabras, sino en su vida diaria, se revelaba el Evangelio.—Los Hechos de los Apóstoles, 202 (PP), 204, 205 (ACES).VEUC 402.1

    Presentaban la verdad con sencillez y claridad—[Los discípulos] habían presentado la verdad con sencillez y claridad, orando por la convicción y conversión de las almas. Y se habían esforzado por vivir de acuerdo con sus enseñanzas, para que la verdad que presentaban, fuera aceptable a la conciencia de todo hombre.—Los Hechos de los Apóstoles, 265 (PP), 272 (ACES).VEUC 402.2

    Su osadía y poder—La gente estaba asombrada de la valentía de los discípulos. Suponían, puesto que eran ignorantes, que podían ser aplastados y confundidos al comparecer ante los sacerdotes, escribas y ancianos. Pero tomaron nota de que habían estado con Jesús. Los apóstoles hablaron como él lo hubiera hecho, con un poder convincente, que sometió al silencio a sus adversarios.—La Historia de la Redención, 262, 263.VEUC 402.3

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