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Mensajes Selectos Tomo 1

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    Capítulo 58—“Has dejado tu primer amor”*Parte de un Sermón Predicado en Otsego. Míchigan, el 10 de octubre de 1890, impreso en The Review And Herald, 3 de febrero de 1891.

    Cristo, Nuestra Justicia

    Hablé a los hermanos de Otsego acerca de los (versículos 4 y 5) del segundo capítulo de Apocalipsis: “Tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido”. Apocalipsis 2:4, 5. Aquellos a quienes se dirigieron estas palabras tenían muchas excelentes cualidades que son reconocidas por el Testigo fiel. “Pero—dice él—tengo contra ti, que has dejado tu primer amor”. Aquí hay una necesidad que tendrá que ser suplida. Todas las otras virtudes no compensan esta deficiencia. Cristo aconseja a la iglesia: “Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido... El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios”. Apocalipsis 2:4-7.1MS 433.1

    En estas palabras hay amonestaciones, reproches, amenazas, promesas del Testigo fiel, del que tiene las siete estrellas en su diestra. “Las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias”. Apocalipsis 1:20.1MS 433.2

    Cuando esta iglesia es pesada en la balanza del santuario, se la encuentra falta porque ha dejado su primer amor. El Testigo fiel declara: “Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia; y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos; y has sufrido, y has tenido paciencia, y has trabajado arduamente por amor de mi nombre, y no has desmayado”. Apocalipsis 2:2, 3. A pesar de todo esto, la iglesia se encontraba falta. ¿Cuál es la fatal deficiencia? “Has dejado tu primer amor”. ¿No es éste nuestro caso? Nuestras doctrinas pueden ser correctas; podemos aborrecer las falsas doctrinas y no recibir a los que no son leales a los principios; podemos trabajar con energía incansable; pero aun esto no es suficiente. ¿Cuál es nuestro motivo? ¿Por qué se nos llama al arrepentimiento? “Has dejado tu primer amor”.1MS 434.1

    Estudie cada miembro de iglesia esta importante amonestación y reproche. Vea cada uno si al contender por la verdad, si al debatir acerca de la teoría, no ha perdido el tierno amor de Cristo. ¿No ha sido dejado Cristo fuera de los sermones y del corazón? ¿No hay peligro de que muchos avancen en una profesión de la verdad, haciendo obra misionera, al paso que el amor de Cristo no ha sido entretejido en el trabajo? Esta solemne amonestación del Testigo fiel significa mucho. Demanda que recordéis de dónde habéis caído y os arrepintáis y hagáis las primeras obras, “pues si no—dice el Testigo fiel—vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieras arrepentido”. Apocalipsis 2:5. ¡Ojalá la iglesia comprendiera la necesidad que tiene de recuperar su primer amor ferviente! Cuando éste falta, son insuficientes todas las otras virtudes. La exhortación al arrepentimiento es tal que no puede ser desoída sin peligro. No es suficiente una creencia en la teoría de la verdad. El presentar esa teoría a los incrédulos no os constituye en testigos para Cristo. La luz que alegró vuestro corazón cuando comprendisteis por primera vez el mensaje para este tiempo es un elemento esencial en vuestra experiencia y trabajos, y esto se ha perdido de vuestro corazón y de vuestra vida. Cristo contempla vuestra falta de celo, y declara que habéis caído y estáis en una posición peligrosa.1MS 434.2

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