Sección 6—El cuidado y la solicitud pastoral
Capítulo 35—La incorporación de los nuevos miembros
Los ministros que despiertan un interés, pero dejan la obra sin terminar, puede que sean puestos a un lado—Los ministros deben enseñar que todo el que acepte la verdad deberá dar frutos para la gloria de Dios. Deben enseñar que la abnegación debe ser practicada diariamente; que muchas de las cosas que han sido atesoradas deben dejarse; y que muchas tareas, aunque parezcan desagradables, deben ser hechas. Los intereses de negocios, compromisos sociales, comodidad, honor, reputación,—en resumidas cuentas, todo, debe ser sometido a los reclamos superiores y siempre pre-eminentes de Cristo. Los ministros que no son hombres de una piedad viva, que despiertan interés entre la gente, pero dejan la obra sin terminar, crean un campo excesivamente difícil para que otros entren y terminen la obra que ellos han dejado sin completar. Estos hombres serán probados; y si no hacen su obra con más fidelidad, después de una nueva prueba, serán dejados a un lado como personas que obstruyen el terreno, como atalayas infieles.—Testimonies for the Church 4:317.MPa 235.1
Den algo que hacer a los nuevos miembros—Las personas que se ocupan más activamente en hacer con interés y fidelidad la obra que les corresponde en la tarea de ganar almas para Cristo, son las que más se desarrollan en espiritualidad y devoción. Su trabajo muy activo ha constituido el instrumento de su espiritualidad. La religión corre peligro de perder en profundidad lo que gana en amplitud. Esto no necesita ocurrir, si en lugar de largos sermones se proporciona una sabia educación a los recién llegados a la fe. Enseñadles, dándoles algo que hacer, en alguna clase de trabajo espiritual, para que su primer amor no muera sino que aumente en fervor. Hacedles sentir que ellos no tienen que ser llevados y que no deben reclinarse sobre la iglesia para obtener su apoyo, sino hacedles ver que deben tener raíces en ellos mismos. Pueden ser, en diversos aspectos y según sean sus habilidades, útiles ayudando a la iglesia a acercarse más a Dios, y trabajando en diferentes maneras para influir sobre los elementos que están fuera de la iglesia, lo cual constituye una manera de actuar beneficiosamente en favor de la iglesia.—El Evangelismo, 261, 262.MPa 235.2