Semejante a dos remos
Si somos fieles en hacer nuestra parte, en cooperar con él, Dios obrará por medio de nosotros para que hagamos su buena voluntad. Pero Dios no puede obrar por nosotros si no hacemos ningún esfuerzo. Si ganamos la vida eterna, debemos trabajar, y trabajar fervorosamente... No nos engañemos por la aseveración a menudo repetida: “Todo lo que tenéis que hacer es creer”. La fe y las obras son dos remos que debemos usar en forma pareja si anhelamos remontar la corriente de la incredulidad. “La fe, si no tiene obras, es muerta”. El cristiano es un hombre de pensamiento y de paciencia. Su fe fija sus raíces firmemente en Cristo. Por la fe y las buenas obras se mantiene espiritualmente fuerte y saludable, y su fuerza espiritual aumenta mientras lucha para hacer las buenas obras de Dios.2The Review and Herald, junio 11 de 1901.RAM 38.1