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Testimonios Selectos Tomo 4

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    Capítulo 44—Frente a la oposición

    Nuestros predicadores y maestros han de representar la verdad de Dios a un mundo caído. Con corazones conmovidos de ternura, proclamen la palabra de verdad. Traten con la ternura de Cristo a todos los que están en el error. Si aquellos por quienes trabajáis no comprenden inmediatamente la verdad, no los censuréis, critiquéis ni condenéis. Recordad que debéis representar a Cristo en su mansedumbre, ternura y amor. Debemos esperar encontrar incredulidad y oposición. La verdad ha tropezado siempre con estos elementos. Pero aunque encontréis la más acerba oposición, no denunciéis a vuestros oponentes. Tal vez piensen, como pensaba Pablo, que prestan servicio a Dios, por lo cual debemos manifestar a los tales paciencia, mansedumbre y longanimidad.4TS 304.1

    No creamos que tenemos que soportar pesadas pruebas, severos conflictos, al representar una verdad impopular. Pensemos en Jesús y en lo que él sufrió por nosotros, y guardemos silencio. Aun cuando se nos ultraje y acuse falsamente, no nos quejemos ni murmuremos; no dejemos entrar en nuestra mente ningún pensamiento de oprobio o descontento. Sigamos una conducta recta, “teniendo vuestra conversación honesta entre los gentiles; para que, en lo que ellos murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, estimándoos por las buenas obras.” 11 Pedro 2:12.4TS 304.2

    “Sed todos de un mismo corazón, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables; no volviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino antes por el contrario, bendiciendo; sabiendo que vosotros sois llamados para que poseáis bendición en herencia. Porque el que quiere amar la vida, y ver días buenos, refrene su lengua de mal, y sus labios no hablen engaño; apártese del mal, y haga bien; busque la paz y sígala. Porque los ojos del Señor están sobre los justos, y sus oídos atentos a sus oraciones: pero el rostro del Señor está sobre aquellos que hacen mal. ¿Y quién es aquel que os podrá dañar, si vosotros seguís el bien? Mas también si alguna cosa padecéis por hacer bien, sois bienaventurados. Por tanto, no temáis por el temor de ellos ni seáis turbados; sino santificad al Señor Dios en vuestros corazones, y estad siempre aparejados para responder con mansedumbre y reverencia a cada uno que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros.” 21 Pedro 3:8-15.4TS 304.3

    Debemos conducirnos con mansedumbre hacia aquellos que están en el error, porque ¿no estábamos nosotros mismos recientemente en la ceguera de nuestros pecados? Por causa de la paciencia de Cristo hacia nosotros, ¿no debemos ser tiernos y pacientes para con otros? Dios nos ha dado muchas amonestaciones a manifestar gran bondad hacia los que se nos oponen, no sea que induzcamos a un alma a andar en la dirección errónea.4TS 305.1

    Nuestra vida debe estar oculta con Cristo en Dios. Debemos conocer a Cristo personalmente. Únicamente entonces podremos representarle debidamente. Elevemos constantemente la oración: “Señor, enséñame a hacer como haría Jesús si estuviese en mi lugar.” Donde quiera que estemos debemos dejar resplandecer nuestra luz para gloria de Dios mediante las buenas obras. Este es el interés primordial de nuestra vida. 4TS 305.2

    *****

    El Señor quiere que su pueblo siga otros métodos que los de condenar el mal, aunque la condenación sea justa. El quiere que hagamos algo más que lanzar a nuestros adversarios acusaciones que únicamente los aparten aún más de la verdad. La obra que Cristo vino a hacer en este mundo no era la de erigir barreras, y hacer sentir constantemente a la gente el hecho de que estaba equivocada.4TS 305.3

    El que espera iluminar a un mundo engañado debe acercársele y trabajar por él con amor. Debe ser un centro de influencia santa.4TS 306.1

    Al defender la verdad, debe tratarse a los enemigos más acérrimos con respeto y deferencia. Algunos no responderán a nuestros esfuerzos, sino que despreciarán la invitación evangélica. Otros—aun aquellos que creemos han pasado los límites de la misericordia de Dios—serán ganados para Cristo. La última obra en la controversia puede ser la iluminación de aquellos que no hayan rechazado la luz y la evidencia, pero que han estado en las tinieblas de la media noche, y en su ignorancia han trabajado en contra de la verdad. Por lo tanto, tratemos a todo hombre como sincero. No digamos palabras ni cometamos acciones que puedan confirmar a alguno en la incredulidad.4TS 306.2

    Si alguno trata de arrastrar a los obreros a un debate o controversia sobre cuestiones políticas u otras, no prestemos atención ni a la persuación ni al desafío. Llevemos adelante la obra de Dios con firmeza y energía, pero con la mansedumbre de Cristo, y tan quedamente como sea posible. No se oigan jactancias humanas. No se deje ver rastro de suficiencia propia. Dejemos ver que Dios nos ha llamado a desempeñar cometidos sagrados; prediquemos la palabra, seamos diligentes, ardorosos y fervientes. 4TS 306.3

    *****

    La influencia de vuestra enseñanza sería diez veces mayor si fueseis cuidadosos de vuestras palabras. Las palabras que debieran ser un sabor de vida para vida pueden ser hechas por el espíritu que las acompaña, un sabor de muerte para muerte. Y recordad que si por vuestro espíritu o vuestras palabras cerráis la puerta a una sola alma, esa alma os confrontará en el juicio.4TS 306.4

    Cuando os referís a los Testimonios, no os creáis con el deber de imponerlos. Al leer los Testimonios, cuidad de no mezclar el ripio de vuestras palabras; porque esto imposibilita a los oyentes para distinguir las palabras que el Señor les dirige y las vuestras. Cuidad de no hacer ofensiva la palabra del Señor. Anhelamos ver reformas, y porque no vemos lo que deseamos, con frecuencia permitimos que un mal espíritu eche gotas de hiel en nuestra copa, y que así otros sean amargados. Por nuestras mal aconsejadas palabras, su espíritu queda herido, y se los incita a rebelarse.4TS 307.1

    Cada sermón que predicáis, cada artículo que escribís, deben ser verdad; pero una gota de hiel que haya en ellos, envenenará al oyente o al lector. Por causa de esa gota de veneno, uno descartará todas vuestras palabras buenas y aceptables. Otro se alimentará del veneno, porque se deleita en tales palabras duras; sigue vuestro ejemplo, y habla como habláis. Así el mal se multiplica.4TS 307.2

    Los que presentan los eternos principios de la verdad necesitan que el aceite santo fluya de las dos ramas de oliva a su corazón. Y a su vez fluirá transformado en palabras que reformarán, sin exasperar. La verdad ha de ser dicha con amor. Entonces el Señor Jesús, por su Espíritu, suplirá la fuerza y el poder. Tal es su obra. 4TS 307.3

    *****

    Colocaos en la corriente divina, donde podáis recibir la inspiración celestial; luego encaminad al alma cansada y cargada, pobre, perpleja y quebrantada, a Jesús, la fuente de toda fuerza espiritual. Sed milicianos fieles para manifestar las alabanzas de Aquel que os ha llamado de las tinieblas a su luz admirable. Decid con la pluma y la voz, que Jesús vive para interceder por nosotros.4TS 307.4

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