La palabra de Dios es nuestra defensa
Nuestra consigna debe ser: “¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido.” Isaías 8:20. Tenemos una Biblia llena de preciosas verdades. Contiene el alfa y la omega del conocimiento. La Escritura, dada por inspiración divina, es “útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instituir en justicia, para que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente instruído para toda buena obra.” 2 Timoteo 3:16, 17. Tomad la Biblia como libro de meditación. Cada cual puede entender las instrucciones que contiene.5TS 124.1
Insto a nuestros predicadores, a nuestros médicos y a todos los miembros de nuestras iglesias, a que estudien las lecciones dadas por Cristo a sus discípulos, precisamente antes de su ascensión. Esas lecciones encierran las instrucciones que el mundo necesita.5TS 124.2
La vida eterna sólo se obtiene comulgando con la carne y la sangre del Hijo de Dios. Cristo ha declarado: “De cierto, de cierto os digo: El que cree en mí, tiene vida eterna. ... Yo soy el pan vivo que he descendido del cielo: si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo. ... El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna: y yo le resucitaré en el día postrero. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece y yo en él. ... El espíritu es el que da vida; la carne nada aprovecha.” Juan 6:47-63. Cristo llama a su pueblo a creer en su Palabra y a ponerla en práctica. Los que reciben su Palabra- y se la asimilan, haciéndola participar en cada una de sus acciones y en cada rasgo de carácter, se harán fuertes en la fortaleza de Dios. Será visible que su fe es de origen divino, no irán errantes por los caminos extraños. Su mente no se dirigirá a una religión de sentimiento y emoción. Delante de los ángeles y de los hombres, se presentarán con caracteres cristianos, fuertes y consecuentes.5TS 124.3
En el incensario de oro de la verdad, tal cual es presentada en las enseñanzas de Cristo, tenemos lo necesario para convencer y convertir las almas. Presentad, en la sencillez de Cristo, las verdades que él vino a proclamar a este mundo; y el poder de nuestro mensaje se dejará sentir por sí mismo. Nunca presentéis teorías que Cristo no ha mencionado y que no tienen ningún fundamento en la Biblia. Tenemos que presentar verdades grandes y solemnes. “Escrito está,” tal es la prueba que debemos grabar en todas las almas.5TS 125.1
Los hombres pueden aún aprender las cosas que conciernen a su paz. La voz de la misericordia todavía puede escucharse: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es fácil y ligera mi carga.” Mateo 11:28-30. Sólo cuando es impartida la vida espiritual, se encuentra descanso y bienestar permanente. Entonces podremos decir en medio de la tempestad y del turbión: “Mi alma está segura.”5TS 125.2
Para ser guiados, vayamos a la Palabra de Dios. Busquemos un “así dice Jehová.” Hemos tenido suficiente con métodos humanos. Una mente formada solamente por la ciencia del mundo es incapaz de comprender las cosas de Dios. Mas la misma mente, convertida y santificada, verá la potencia de Dios en su Palabra. Solamente el corazón y la mente purificados por la acción santificante del Espíritu, pueden discernir las cosas celestiales.5TS 125.3
Hermanos míos, en el nombre del Señor, os ruego que os despertéis al sentimiento de vuestro deber. Someted vuestros corazones al poder del Espíritu Santo y serán hechos susceptibles de recibir la enseñanza de la Palabra. Entonces podréis comprender las cosas profundas de Dios.5TS 125.4
¡Quiera Dios colocar a su pueblo bajo la dirección de su Espíritu! ¡Pueda éste hacerle comprender el peligro al cual está expuesto, e inducirle a prepararse para lo que ha de venir sobre la tierra!5TS 126.1