Pedro
Dios contestó la oración de Pedro, resucitando a Dorcas—El corazón del apóstol fue movido a simpatía al ver su tristeza. Luego, ordenando que los llorosos deudos salieran de la pieza, se arrodilló y oró fervorosamente a Dios para que devolviese la vida y la salud a Dorcas. Volviéndose hacia el cuerpo, dijo: “Tabita, levántate. Y ella abrió los ojos, y viendo a Pedro, incorporóse”. Dorcas había prestado grandes servicios a la iglesia, y a Dios le pareció bueno traerla de vuelta del país del enemigo, para que su habilidad y energía siguieran beneficiando a otros y también para que por esta manifestación de su poder, la causa de Cristo fuese fortalecida.—Los Hechos de los Apóstoles, 107, 108.Or06 155.3