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Reina Valera 1989

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    Mateo 26

    1 Aconteció que, cuando Jesús terminó todas estas palabras, dijo a sus discípulos:RVa — Mateo 26:1

    2 “Sabéis que después de dos días se celebra la Pascua, y el Hijo del Hombre va a ser entregado para ser crucificado.”RVa — Mateo 26:2

    3 Entonces los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo se reunieron en el palacio del sumo sacerdote, que se llamaba Caifás,RVa — Mateo 26:3

    4 y consultaron entre sí para prender a Jesús por engaño y matarle.RVa — Mateo 26:4

    5 Pero decían: “No lo hagamos en la fiesta, para que no se haga alboroto en el pueblo.”RVa — Mateo 26:5

    6 Estando Jesús en Betania, en casa de Simón el leproso,RVa — Mateo 26:6

    7 vino a él una mujer trayendo un frasco de alabastro con perfume de gran precio, y lo derramó sobre la cabeza de Jesús mientras estaba sentado a la mesa.RVa — Mateo 26:7

    8 Al verlo, sus discípulos se indignaron y dijeron: —¿Para qué este desperdicio?RVa — Mateo 26:8

    9 Porque esto podría haberse vendido a un gran precio y haberse dado a los pobres.RVa — Mateo 26:9

    10 Como Jesús se dio cuenta, les dijo: —¿Por qué molestáis a la mujer? Pues ha hecho una buena obra conmigo.RVa — Mateo 26:10

    11 Porque siempre tenéis a los pobres con vosotros, pero a mí no siempre me tenéis.RVa — Mateo 26:11

    12 Porque al derramar este perfume sobre mi cuerpo, ella lo hizo para prepararme para la sepultura.RVa — Mateo 26:12

    13 De cierto os digo que dondequiera que este evangelio sea predicado en todo el mundo, también será contado lo que esta mujer ha hecho, para memoria de ella.RVa — Mateo 26:13

    14 Entonces, uno de los doce, que se llamaba Judas Iscariote, fue a los principales sacerdotesRVa — Mateo 26:14

    15 y les dijo: —¿Qué me queréis dar? Y yo os lo entregaré. Ellos le asignaron treinta piezas de plata;RVa — Mateo 26:15

    16 y desde entonces él buscaba la oportunidad para entregarle.RVa — Mateo 26:16

    17 El primer día de la fiesta de los panes sin levadura, los discípulos se acercaron a Jesús diciendo: —¿Dónde quieres que te hagamos los preparativos para comer la Pascua?RVa — Mateo 26:17

    18 El dijo: —Id a la ciudad, a cierto hombre, y decidle: “El Maestro dice: ‘Mi tiempo está cerca; en tu casa voy a celebrar la Pascua con mis discípulos.’”RVa — Mateo 26:18

    19 Los discípulos hicieron como Jesús les mandó y prepararon la Pascua.RVa — Mateo 26:19

    20 Al atardecer, él estaba sentado a la mesa con los doce,RVa — Mateo 26:20

    21 y mientras comían, dijo: —De cierto os digo que uno de vosotros me va a entregar.RVa — Mateo 26:21

    22 Entristecidos en gran manera, comenzaron a preguntarle, uno por uno: —¿Acaso seré yo, Señor?RVa — Mateo 26:22

    23 Entonces respondiendo él dijo: —El que mete la mano conmigo en el plato, éste me entregará.RVa — Mateo 26:23

    24 A la verdad, el Hijo del Hombre va, tal como está escrito de él. Pero ¡ay de aquel hombre por quien es entregado el Hijo del Hombre! Bueno le fuera a aquel hombre no haber nacido.RVa — Mateo 26:24

    25 Y respondiendo Judas, el que le entregaba, dijo: —¿Acaso seré yo, Maestro? Le dijo: —Tú lo has dicho.RVa — Mateo 26:25

    26 Mientras ellos comían, Jesús tomó pan y lo bendijo; lo partió y lo dio a sus discípulos, y dijo: —Tomad; comed. Esto es mi cuerpo.RVa — Mateo 26:26

    27 Tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio diciendo: —Bebed de ella todos;RVa — Mateo 26:27

    28 porque esto es mi sangre del pacto, la cual es derramada para el perdón de pecados para muchos.RVa — Mateo 26:28

    29 Pero os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día cuando lo beba he soñado!’RVa — Mateo 26:29

    30 Y después de cantar un himno, salieron al monte de los Olivos.RVa — Mateo 26:30

    31 Entonces Jesús les dijo: —Todos vosotros os escandalizaréis de mí esta noche, porque está escrito: Heriré al Pastor, y las ovejas del rebaño serán dispersadas.RVa — Mateo 26:31

    32 Pero después de haber resucitado, iré delante de vosotros a Galilea.RVa — Mateo 26:32

    33 Respondiéndole Pedro dijo: —Aunque todos se escandalicen de ti, yo nunca me escandalizaré.RVa — Mateo 26:33

    34 Jesús le dijo: —De cierto te digo que esta noche, antes que el gallo cante, tú me negarás tres veces.RVa — Mateo 26:34

    35 Pedro le dijo: —Aunque me sea necesario morir contigo, jamás te negaré. Y todos los discípulos dijeron lo mismo.RVa — Mateo 26:35

    36 Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a los discípulos: —Sentaos aquí, hasta que yo vaya allá y ore.RVa — Mateo 26:36

    37 Tomó consigo a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, y comenzó a entristecerse y a angustiarse.RVa — Mateo 26:37

    38 Entonces les dijo: —Mi alma está muy triste, hasta la muerte. Quedaos aquí y velad conmigo.RVa — Mateo 26:38

    39 Pasando un poco más adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: —Padre mío, de ser posible, pase de mí esta copa. Pero, no sea como yo quiero, sino como tú.RVa — Mateo 26:39

    40 Volvió a sus discípulos y los halló durmiendo, y dijo a Pedro: —¿Así que no habéis podido velar ni una sola hora conmigo?RVa — Mateo 26:40

    41 Velad y orad, para que no entréis en tentación. El espíritu, a la verdad, está dispuesto; pero la carne es débil.RVa — Mateo 26:41

    42 Por segunda vez se apartó y oró diciendo: —Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad.RVa — Mateo 26:42

    43 Cuando volvió otra vez, los halló durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados de sueño.RVa — Mateo 26:43

    44 Dejándolos, se apartó de nuevo y oró por tercera vez, repitiendo las mismas palabras.RVa — Mateo 26:44

    45 Entonces volvió a sus discípulos y les dijo: —¿Todavía estáis durmiendo y descansando? He aquí la hora está cerca, y el Hijo del Hombre va a ser entregado en manos de pecadores.RVa — Mateo 26:45

    46 ¡Levantaos, vamos! He aquí está cerca el que me entrega.RVa — Mateo 26:46

    47 Mientras él aún hablaba, vino Judas, que era uno de los doce, y con él mucha gente con espadas y palos, de parte de los principales sacerdotes y de los ancianos del pueblo.RVa — Mateo 26:47

    48 El que le entregaba les había dado señal diciendo: “Al que yo bese, ése es. Prendedle.”RVa — Mateo 26:48

    49 De inmediato se acercó a Jesús y dijo: —¡Te saludo, Rabí! Y le besó.RVa — Mateo 26:49

    50 Pero Jesús le dijo: —Amigo, haz lo que viniste a hacer. Entonces ellos se acercaron, echaron mano a Jesús y le prendieron.RVa — Mateo 26:50

    51 Y he aquí uno de los que estaban con Jesús extendió su mano, sacó su espada, y golpeando a un siervo del sumo sacerdote le cortó la oreja.RVa — Mateo 26:51

    52 Entonces Jesús le dijo: —Vuelve tu espada a su lugar, porque todos los que toman espada, a espada perecerán.RVa — Mateo 26:52

    53 ¿O piensas que no puedo invocar a mi Padre y que él no me daría ahora mismo más de doce legiones de ángeles?RVa — Mateo 26:53

    54 Entonces, ¿cómo se cumplirían las Escrituras de que es necesario que suceda de esta manera?RVa — Mateo 26:54

    55 En ese momento Jesús dijo a la multitud: —¿Como contra un asaltante habéis salido con espadas y palos para prenderme? Cada día me sentaba enseñando en el templo, y no me prendisteis.RVa — Mateo 26:55

    56 Pero todo esto ha ocurrido para que se cumplan las Escrituras de los profetas. Entonces todos los discípulos le abandonaron y huyeron.RVa — Mateo 26:56

    57 Los que habían prendido a Jesús le llevaron ante Caifás, el sumo sacerdote, donde los escribas y los ancianos se habían reunido.RVa — Mateo 26:57

    58 Y Pedro le seguía de lejos hasta el patio de la casa del sumo sacerdote. Habiéndose metido adentro, estaba sentado con los guardias para ver cómo terminaba aquello.RVa — Mateo 26:58

    59 Los principales sacerdotes, los ancianos y todo el Sanedrín buscaban falso testimonio contra Jesús, para que le entregaran a muerte.RVa — Mateo 26:59

    60 Pero no lo hallaron, a pesar de que se presentaron muchos testigos falsos. Por fin se presentaron dos,RVa — Mateo 26:60

    61 y dijeron: —Este dijo: “Puedo derribar el templo de Dios y edificarlo en tres días.”RVa — Mateo 26:61

    62 Se levantó el sumo sacerdote y le dijo: —¿No respondes nada? ¿Qué testifican éstos contra ti?RVa — Mateo 26:62

    63 Pero Jesús callaba. Y el sumo sacerdote le dijo: —¡Te conjuro por el Dios viviente que nos digas si tú eres el Cristo, el Hijo de Dios!RVa — Mateo 26:63

    64 Jesús le dijo: —Tú lo has dicho. Además os digo: De aquí en adelante veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del Poder, y viniendo en las nubes del cielo.RVa — Mateo 26:64

    65 Entonces el sumo sacerdote rasgó su vestidura diciendo: —¡Ha blasfemado! ¿Qué más necesidad tenemos de testigos? He aquí, ahora mismo, vosotros habéis oído la blasfemia.RVa — Mateo 26:65

    66 ¿Qué os parece? Y ellos respondiendo dijeron: —¡Es reo de muerte!RVa — Mateo 26:66

    67 Entonces le escupieron en la cara y le dieron de puñetazos, y otros le dieron bofetadas,RVa — Mateo 26:67

    68 diciendo: —¡Profetízanos, Cristo! ¿Quién es el que te golpeó?RVa — Mateo 26:68

    69 Pedro estaba sentado afuera en el patio, y se le acercó una criada diciendo: —¡Tú también estabas con Jesús el galileo!RVa — Mateo 26:69

    70 Pero él negó delante de todos diciendo: —No sé lo que dices.RVa — Mateo 26:70

    71 Pero cuando él salió a la puerta, otra criada le vio y dijo a los que estaban allí: —Este estaba con Jesús de Nazaret.RVa — Mateo 26:71

    72 Y otra vez negó con juramento: —Yo no conozco al hombre.RVa — Mateo 26:72

    73 Y poco después se acercaron los que estaban por allí y dijeron a Pedro: —Verdaderamente, tú también eres de ellos, porque aun tu modo de hablar te descubre.RVa — Mateo 26:73

    74 Entonces comenzó a maldecir y a jurar: —¡No conozco al hombre! En seguida cantó el gallo,RVa — Mateo 26:74

    75 y Pedro se acordó de las palabras de Jesús que había dicho: “Antes que cante el gallo, tú me negarás tres veces.” Y saliendo fuera, lloró amargamente.RVa — Mateo 26:75

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