Parte 7—El empleo de los recursos medicinales
Introducción
Poco después de la organización de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día, en mayo de 1863, cuando la iglesia contaba con 3.500 miembros, Elena G. de White recibió una visión en la que se llamaba la atención de los adventistas a la importancia de la buena salud y la estrecha relación existente entre el bienestar físico y la experiencia espiritual. Las instrucciones que recibió se referían a una cantidad de aspectos importantes de la vida, incluyendo el régimen alimenticio, el valor del aire fresco, el empleo del agua, la vestimenta saludable, el ejercicio, el descanso, etc. En esta revelación del 6 de junio de 1863 se destacaban las instrucciones acerca de los efectos perjudiciales de las drogas tóxicas que los médicos prescribían libremente.2MS 316.1
En los años subsiguientes la gran visión fundamental acerca de la reforma pro salud fue seguida por muchas otras visiones que detallaban los principios y la aplicación de principios que deberían regir en lo que atañe a la conservación de la buena salud, el cuidado de los enfermos, la necesidad de edificar instituciones médicas y la forma como los adventistas deberían dirigir tales instituciones.2MS 316.2
La Sra. White escribió mucho acerca de estos asuntos. Su primera presentación abarcante apareció en 1864 en el libro Spiritual Gifts, tomo 4, p. 120-151, en un artículo titulado “La salud”. Posteriormente la Sra. White agrandó esta declaración de treinta páginas y la publicó en seis artículos separados con el título “La enfermedad y sus causas”. En 1865 éstos se publicaron en seis folletos numerados y compilados por el pastor White y su esposa, y publicados con el título La salud o cómo vivir, y en cada uno aparecía un artículo de E. G. de White. Durante varias décadas las diferentes revistas denominacionales publicaron artículos escritos por la Sra. White acerca del tema de la salud. En 1890 ella presentó una descripción abarcante sobre el mensaje de la salud en la primera parte del libro titulado Christian Temperance and Bible Hygiene [Temperancia cristiana e higiene bíblica]. En 1905 publicó The Ministry of Healing [El ministerio de curación], que constituye su obra principal acerca del tema. Ella tenía el propósito de que este libro se distribuyera en forma muy abundante tanto en los Estados Unidos como en el extranjero.2MS 316.3
En cada una de sus presentaciones generales acerca de la salud, la Sra. White se refirió a las drogas tóxicas y a su empleo en el tratamiento de los enfermos. Esta fase del tema—que ocupó un lugar prominente en la visión original sobre la reforma pro salud—ocupaba 8 de las 30 páginas de su presentación inicial en el libro Spiritual Gifts [Dones espirituales]. Además dedicó un artículo completo al tema de las drogas en la serie titulada “La enfermedad y sus causas”.2MS 317.1
La de Elena White no era una voz solitaria en ese tiempo. Había algunos médicos a ambos lados del Atlántico que deploraban la ausencia de un sistema adecuado de diagnóstico y que cuestionaban seriamente el uso de muchas drogas tóxicas recetadas en forma corriente. Como resultado de esto se produjeron cambios graduales en el tratamiento de los enfermos en lo que concierne al empleo de drogas. Estos cambios han sido sumamente rápidos y notables en los años posteriores a la primera década del siglo XX, cuando se desarrolló la educación médica moderna en las áreas científicas y experimentales.2MS 317.2
La Sra. White, particularmente en sus primeros escritos, formuló declaraciones sumamente enérgicas concernientes a los médicos de su tiempo y al empleo de drogas. A fin de evaluarlas correctamente, debemos tener algunos conocimientos acerca de la práctica médica que imperaba cuando se formularon tales declaraciones. Podemos obtener esta información al examinar la literatura médica de la época, y por medio de la lectura del libro de D. E. Robinson, Story of Our Health Message [Historia de nuestro mensaje pro salud], p. 13-27.2MS 317.3
En los libros que tratan específicamente de los problemas y la obra de la iglesia y sus miembros, la Sra. White dedica más espacio al tema de la salud y al cuidado de los enfermos que a cualquier otro tema particular. Estos consejos se ofrecen al público en las más de dos mil páginas constituidas por El ministerio de curación, Medical Ministry [Ministerio médico], Counsels on Diet and Foods [Consejos sobre el régimen alimenticio], Counsels on Health [Consejos sobre la salud] y Temperance [Temperancia], y en artículos publicados en Testimonies for the Church [Testimonios para la iglesia]. Invitamos al lector a consultar estas fuentes si desea una visión más completa y equilibrada del mensaje de la reforma pro salud.2MS 317.4
En este volumen se incluyen cuatro capítulos integrados por declaraciones extraídas de diversas fuentes—algunas publicadas y otras inéditas—y escritas mayormente para el personal médico en relación con nuestras instituciones, que ilustran la forma en que la misma Sra. White aplicaba los principios que le fueron revelados en visión. En sus diversas declaraciones acerca del tema del cuidado del enfermo, siempre mantuvo delante de nosotros el ideal por el cual deberíamos luchar. Sin embargo ella reconoció igualmente, según se ve por la terminología usada, que hay momentos y circunstancias en situaciones especiales cuando es justificable y necesario el empleo de medicamentos, aun de aquellos conocidos como tóxicos.2MS 317.5
Resulta significativo que Elena White nos proporcione la seguridad de que Cristo y los ángeles están presentes en la sala de operaciones para asistir y guiar a los médicos cristianos consagrados en la realización de sus operaciones quirúrgicas. Sin embargo, antes de una intervención quirúrgica de mayor envergadura, todo el cuerpo del paciente es saturado por una droga poderosa, y en cierto sentido dañina, hasta el punto de hacerle perder la conciencia y de producir una completa insensibilidad. Asimismo después de la intervención, el cirujano puede considerar que es necesario administrar sedativos que casi con seguridad contienen drogas, a fin de proporcionar alivio e impedir que el paciente caiga en un estado de shock quirúrgico a causa del intenso dolor, y en algunos casos para impedir que muera.2MS 318.1
En su esfuerzo por conocer y cumplir la voluntad de Dios, actualmente hay no pocas personas que realizan averiguaciones similares a la que hizo un estudiante de medicina quien en 1893 escribió a la Sra. White acerca del empleo de las drogas. En su carta decía:2MS 318.2
“A raíz de nuestro estudio de los testimonios y de la obrita How to Live [Cómo vivir], comprendemos que el Señor se opone decididamente al empleo de drogas en nuestro trabajo médico... Varios alumnos abrigan dudas concernientes al significado del término ‘droga’ según se lo menciona en How to Live. ¿Se refiere únicamente a medicamentos poderosos tales como el mercurio, la estricnina, el arsénico y otros venenos semejantes, o incluye también los medicamentos más sencillos tales como el potasio, el yodo, y la escila? Sabemos que nuestro éxito estará proporcionado a nuestra adhesión a los métodos de Dios. Por esta razón he formulado la pregunta anterior”.2MS 318.3
La parte comprendida bajo el primer subtítulo del capítulo 28, que sigue a continuación, constituye la respuesta de la Sra. White a la pregunta de aquel estudiante de medicina.—Los fideicomisarios.2MS 318.4