Reuniones de reavivamiento en Greenville
Por este tiempo comenzamos a trabajar por nuestros hermanos y amigos que vivían en torno a Greenville. Como es el caso en muchos otros lugares, nuestros hermanos necesitaban ayuda. Algunos observaban el sábado, y sin embargo no pertenecían a la iglesia, y había otros que habían abandonado la observancia del sábado. Nos sentimos dispuestos a ayudar a estas pobres almas, pero la conducta pasada y la posición presente de los miembros dirigentes de la iglesia en relación con esas personas nos hacía casi imposible acercarnos a ellas.NBEW 205.1
Al trabajar por los errantes, algunos de nuestros hermanos habían sido demasiado rígidos, demasiado cortantes en sus observaciones. Y cuando algunos estaban dispuestos a rechazar su consejo solían decir: “Bien, si quieren irse, que se vayan”. Mientras los profesos seguidores de Jesús manifestaran tal carencia de la compasión, la tolerancia y la ternura de Jesús, la fe de estas pobres almas errantes, sin experiencia, abofeteadas por Satanás, seguramente naufragaría. Por grandes que fueran los males y pecados de los que yerran, nuestros hermanos debían aprender a manifestar no solamente la ternura del Pastor, sino su infaltable cuidado y amor por la oveja pobre y errada. Nuestros ministros se esfuerzan y predican semana tras semana, y se regocijan de que unas pocas almas abracen la verdad. Y sin embargo, hermanos con una disposición arrebatada y decidida pueden en cinco minutos destruir la obra al albergar sentimientos que hacen surgir palabras precipitadas como éstas: “Bien, si quieren abandonarnos, que lo hagan”.NBEW 205.2
Hallamos que no podíamos hacer nada en favor de las ovejas esparcidas que estaban cerca de nosotros hasta que primeramente hubiéramos corregido los errores de muchos de los miembros de la iglesia. Ellos habían permitido que estas pobres almas erraran. No sentían ninguna carga por ellas. Escribí testimonios definidos no solamente para los que habían errado grandemente y estaban fuera de la iglesia, sino para aquellos miembros que estaban en la iglesia y que se habían equivocado grandemente al no ir en procura de las ovejas perdidas.NBEW 206.1