Loading...
Larger font
Smaller font
Copy
Print
Contents

Notas biográficas de Elena G. de White

 - Contents
  • Results
  • Related
  • Featured
No results found for: "".
  • Weighted Relevancy
  • Content Sequence
  • Relevancy
  • Earliest First
  • Latest First
    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents

    En busca de un lugar

    Como paso preliminar de la tarea de poner en efecto las recomendaciones del congreso y de los accionistas de la Review and Herald, hombres representativos fueron elegidos para servir como miembros de una comisión de locación. Antes de comenzar con su trabajo, escribieron ellos a la Sra. White, pidiéndole que les comunicara cualquier luz definida que ella tuviera con respecto al lugar exacto adonde debieran mudar los intereses de la obra de publicaciones. En su primera respuesta a su pedido, la Sra. White escribió:NBEW 427.3

    “No tengo ninguna luz especial, salvo lo que habéis recibido, con referencia a Nueva York y las otras grandes ciudades que no han sido trabajadas. Deben hacerse esfuerzos decididos en Washington, D. C. Es triste el informe que tenemos actualmente, que muestra cuán poco se ha realizado allí. Será mejor considerar lo que puede hacerse por esta ciudad, y ver qué procedimiento sería el más apropiado.NBEW 427.4

    “Ya se han presentado claros testimonios en cuanto a la necesidad de hacer esfuerzos resueltos para presentar la luz a los habitantes de Washington...NBEW 428.1

    “Quiera el Señor ayudarnos a movernos inteligentemente y con oración. Yo estoy segura de que él anhela que sepamos, y bien pronto, dónde debemos colocar nuestra casa editora. Estoy satisfecha con el hecho de que nuestra única conducta segura es estar listos para movernos en el preciso momento cuando se mueve la nube. Oremos porque el Señor nos dirija. El nos ha indicado, por su providencia, que quiere que abandonemos Battle Creek...NBEW 428.2

    “Se debe trabajar en Nueva York, pero si nuestra casa editora debe establecerse allí, no lo sé. No considero la luz que he recibido lo suficientemente definida como para favorecer ese movimiento.NBEW 428.3

    “Elevemos todos nuestro corazón a Dios en oración, teniendo fe de que él nos guiará. ¿Qué más podemos hacer? Dejemos que él nos indique dónde establecer la casa editora. Que no prevalezca nuestra propia voluntad, sino que hemos de buscar al Señor, y seguir en pos de él donde él abra el camino”.5The Review and Herald, 6.NBEW 428.4

    La comisión se reunió en la ciudad de Nueva York el 18 de mayo de 1903, trazó sus planes, y empezó de inmediato una inspección de las propiedades disponibles que había en los lugares suburbanos, y a lo largo del estrecho y del río Hudson. Día tras día continuaron su búsqueda, hasta que finalmente comenzaron a perder la esperanza de encontrar alguna cosa adecuada para sus necesidades. Dos o tres miembros del grupo habían regresado ya a Battle Creek cuando se recibió una segunda carta de la Sra. White en la cual ella daba los siguientes consejos adicionales:NBEW 428.5

    “Anoche me fueron presentadas muchas cosas con respecto a nuestros actuales peligros, y algunas cosas relativas a la obra de publicaciones fueron traídas muy distintamente a mi mente.NBEW 429.1

    “Mientras nuestros hermanos buscan dónde ubicar la casa editora Review and Herald, han de buscar fervientemente al Señor, actuar con cuidado, vigilancia y oración, y con un sentido constante de su propia debilidad. No debemos depender del juicio humano. Debemos buscar la sabiduría que Dios da...NBEW 429.2

    “Con respecto a establecer la institución en Nueva York, debo decir: tened cuidado. No estoy en favor de que sea allí. No puedo dar todas las razones, pero estoy segura de que cualquier lugar a menos de cuarenta y cinco kilómetros de esa ciudad sería demasiado cercano. Estudiad los alrededores de otros lugares. Estoy segura de que debemos investigar cuidadosamente las ventajas de Washington, D. C.NBEW 429.3

    “Los obreros relacionados con la casa editora deben tener mucho cuidado. Nuestros jóvenes y señoritas no deben ser colocados donde estarían en peligro de ser entrampados por Satanás.NBEW 429.4

    “No debemos establecer esta institución en una ciudad, ni en los suburbios de una ciudad. Debe establecerse en un distrito rural, donde pueda estar rodeada de terreno. En los arreglos hechos para su establecimiento debe considerarse el clima. La institución debe estar ubicada donde la atmósfera sea saludable. A este asunto debemos darle un importante lugar en nuestras consideraciones, pues cualquiera sea el lugar donde se establezca la oficina de publicaciones, también debe ser adecuado para un pequeño sanatorio o para establecer una pequeña escuela agrícola. Por lo tanto, debemos encontrar un lugar que tenga suficiente terreno para estos propósitos. No debemos establecernos en un centro congestionado.NBEW 429.5

    “Hermanos míos, iniciad la obra en forma inteligente. Cada punto sea considerado cuidadosamente y con oración. Después de mucha oración y frecuente consulta los unos con los otros, actuad de acuerdo con el mejor juicio de todos. Que cada obrero sostenga a los demás. No desmayéis ni os desaniméis. Mantened vuestras facultades perceptivas agudas y claras, aprendiendo constantemente de Cristo, el Maestro que no puede errar”.6The Review and Herald, 11 de agosto de 1903.NBEW 430.1

    Siendo que la comisión no había encontrado nada en la vecindad de Nueva York que llenara los requerimientos necesarios, y en vista de que en ambas cartas se aconsejaba que la comisión estudiara las ventajas de Washington, algunos miembros de la misma decidieron ir a esa ciudad, pero con poca esperanza de encontrar las ventajas deseadas. Sin embargo resultaron agradablemente sorprendidos.NBEW 430.2

    “No habíamos buscado lugar mucho tiempo—escribió uno de los miembros de la comisión—, antes de que comenzara a dominarnos la convicción de que, después de todo, Washington podía ser el lugar para nuestra sede. A medida que avanzábamos, esta convicción se hacía más profunda. Hemos encontrado condiciones aquí mucho más de acuerdo con el consejo recibido, que las que hallamos en ningún otro lugar”.7The Review and Herald, 20 de agosto de 1903.NBEW 430.3

    Poco tiempo después de que los hermanos llegaran a esta convicción, recibieron una tercera carta de la Sra. White, en la que ella decía:NBEW 430.4

    “Hemos estado orando por luz con respecto al lugar de nuestra obra en el este y hemos recibido esa luz de una manera muy decidida. Me fue dada luz positiva en el sentido de que nos serán ofrecidos en venta lugares en los cuales se ha gastado mucho dinero por parte de hombres que tenían dinero para usarlo con liberalidad. Los propietarios de estos lugares mueren, o su atención es llamada a algún otro objeto, y su propiedad se ofrece a la venta a un precio muy bajo.NBEW 431.1

    “Con respecto a Washington, diré que hace veinte años deberían haberse establecido monumentos conmemorativos para Dios en esa ciudad, o más bien en sus suburbios...NBEW 431.2

    “Estamos muchos años atrasados en dar el mensaje de advertencia en la ciudad que es la capital de nuestra nación. Una y otra vez el Señor me ha presentado a Washington como un lugar que ha sido extrañamente descuidado... Si hay un lugar en donde, por encima de otros, debe establecerse un sanatorio, y donde debe realizarse obra evangélica, es Washington...NBEW 431.3

    “Os presento este asunto como algo que me conmueve poderosamente. Una cosa es cierta: no nos veremos libres de cargo a menos que inmediatamente hagamos algo en Washington para representar a nuestra obra. No podré descansar hasta que no vea la verdad avanzando como una lámpara que arde...NBEW 431.4

    “Por la luz que me ha sido dada sé que, en este momento, la sede de la Review and Herald debe estar cerca de Washington. Si en nuestros libros y periódicos nuestro sello editorial tiene la dirección de Washington, D. C., se verá que no tenemos temor de permitir que nuestra luz brille. Establézcase la obra publicadora cerca de Washington. De esta manera mostraremos que estamos tratando de hacer lo que Dios nos ha pedido para proclamar el último mensaje de misericordia a un mundo que perece”.8The Review and Herald, 20 de agosto de 1903.NBEW 431.5

    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents