Loading...
Larger font
Smaller font
Copy
Print
Contents

Testimonios Acerca de Conducta Sexual, Adulterio y Divorcio

 - Contents
  • Results
  • Related
  • Featured
No results found for: "".
  • Weighted Relevancy
  • Content Sequence
  • Relevancy
  • Earliest First
  • Latest First
    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents

    Capítulo 25—A una colportora

    Consejos a una colportora—He recibido dos cartas suyas, y quisiera aliviar su mente, si pudiera. Su posición es notable, y Dios me ha dado un mensaje categórico para Ud. De acuerdo con los hechos presentados, no creo que su caso no tenga esperanza; pero su concepción de lo que constituye lo recto y lo incorrecto es tan baja en la escala, que se torna enteramente inseguro para Ud. viajar, colportar, dar estudios bíblicos y exponerse a las tentaciones. Ud. no puede distinguir qué cosa es pecado en la Palabra de Dios, pues entrega su cuerpo para ser mancillado por un hombre, no importa cuál fuere su profesión y, no obstante, declara que ha sido perdonada. El asunto me fue presentado como grave pecado a la vista de Dios. No obstante, sus sentidos se anublaron carentes de moral, al punto que Ud. continúa vendiendo nuestros libros religiosos, dando estudios bíblicos y cometiendo fornicación.TCS 185.1

    Reprobación de Dios—La Ley de Dios que fue proclamada en el Sinaí dice: “No cometerás adulterio”; sin embargo, Ud., que ha transgredido esa ley en una manera tan marcada, enseña la Biblia a otros. Dios no acepta su obra. Ud. me pregunta si el Señor me dio aquella carta para que se la entregara. Le digo que sí, me la dio. El santo Dios de Israel no le hace compañía en sus pecados. El mensaje ha sido dado por Dios. Si desde que lo recibió, Ud. hubiera tenido un nuevo sentido de lo que es pecado, si se hubiera convertido realmente y fuera una hija de Dios en vez de ser una transgresora de su ley, no habría una persona más complacida que yo y no le habría presentado sus pecados con un lenguaje tan fuerte.TCS 185.2

    Poca conciencia de pecado—Me fueron presentados varios casos, en diferentes estados, que están enrolados en la obra del colportaje, pero que son incompetentes para tener alguna conexión con la obra de Dios. Deshonran a Dios y la exponen a vituperio. Consideran livianamente el pecado. Deshonran sus propios cuerpos. Pero ninguno, entre éstos, ha tenido un concepto tan disminuido de lo que es el pecado como Ud. Ninguno de los que ha seguido el curso que Ud. ha seguido, desmintiendo evidentemente la maldad y degradación de tal proceder, ha llegado a ser un caso tan terrible. Ud. no tiene idea del carácter agraviante del pecado.TCS 186.1

    Paciencia de Dios con los pecadores—A Jonás se le pidió que diera el mensaje que en 40 días Nínive sería destruida. Nínive se arrepintió y Dios perdonó a la ciudad impía, pues reyes y nobles se humillaron ante Dios. El Señor le concedió a Nínive la oportunidad de arrepentirse. Si el Señor, en su gran misericordia, tratara su caso de la misma manera, ¡cuán agradecida me sentiría! Si él le concediera un tiempo de prueba durante el cual Ud. pudiera manifestar el arrepentimiento del cual no hay que arrepentirse, porque ve y siente la verdadera naturaleza del pecado, se detesta a Ud. misma debido a su pecado, y de igual manera aborrece el pecado, el Señor se manifestaría benigno; con tierna compasión y bondad amorosa. “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”. 1 Juan 1:9.TCS 186.2

    Yo creo que Ud. ha confesado su pecado, y que Dios se lo perdonará tal como lo ha prometido. El único inconveniente que todavía existe es la carencia de percepción de lo que realmente significa el pecado de prostituir su cuerpo, entregándolo al uso de un adúltero, un fornicario, y a la vez participar de la obra en la causa de Dios dando estudios bíblicos. Ud. está confundida al pensar que el Señor la acompaña en el pecado de buscar voluntariamente el abrazo de un adúltero mientras está ligada a su obra. Esta es todavía su debilidad.TCS 186.3

    Misericordia divina hacia Nínive—Le he presentado el asunto de la misma manera como me fue presentado a mí, y le he dicho que Dios aborrece todas esas cosas. Si su sensibilidad moral llega a ser vivificada, es por el poder convertidor de Dios. Si su carácter ha sido transformado y elevado, el Señor lo sabrá. Si Ud. ha alcanzado una norma más alta y santa por medio del arrepentimiento, yo no podría decir que el Señor no la consideraría de la misma manera como consideró a Nínive.TCS 187.1

    Dijo el rey de Nínive: “Cúbranse de cilicio hombres y animales, y clamen a Dios fuertemente; y conviértase cada uno de su mal camino, de la rapiña que hay en sus manos. ¿Quién sabe si se volverá y se arrepentirá Dios, y se apartará del ardor de su ira, y no pereceremos? Y vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino; y se arrepintió del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo”. Jonás 3:8-10. Lea esto cuidadosamente, y si el Señor le confiara su obra, yo no tendría objeción alguna. Esto es todo lo que puedo decirle.TCS 187.2

    Ahora, pues, tenga a bien llevar su caso al Señor, y si Ud. vive en comunión con él, él escuchará sus oraciones y la guiará en su proceder. Mi corazón se apiada de Ud. Cuando cometió su pecado por primera vez, lo hizo sin pensar mucho; los que siguieron fueron cometidos con suficiente tiempo para meditar, luego de haber tenido la oportunidad de considerar el asunto a la luz de la Palabra de Dios y del séptimo mandamiento. El hecho que Ud. haya sometido su cuerpo al hombre que la descarrió y al mismo tiempo se ocupara en iluminar otras mentes en relación con los mandamientos, es la más decidida depravación y revela un carácter, tal cual me fue presentado, indigno de confianza. Ud. no fue capaz de darse cuenta por qué las cosas ya no marchan bien en el trabajo como antes.TCS 187.3

    La confesión pública no es siempre lo mejor—Dejo las cosas como están. Yo podría decirle que vaya a personas de confianza de la asociación (no a hombres sino a mujeres) y hable con ellas; pero me inclino a pensar que si Ud. hiciera eso, daría publicidad al asunto que pondría distancia entre ellos y Ud. Cuando llegaran a saber las cosas como son, no la animarían, ni aceptarían que Ud. se mantuviera unida a rama alguna de la obra. Debo dejar el asunto con Ud. y con Dios; por favor, no me cause más preocupaciones. No está en mi disposición exponerla, sino ayudarla para que desarrolle su carácter. Siento compasión por Ud. y espero que se conduzca discretamente, y llegue a ser lo que Dios quiere que sea.—Carta 95, 1893.TCS 188.1

    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents