El sostén de las misiones urbanas
Estimado hermano M,
Hace ya varios días recibí una carta que usted escribió al pastor N, en la cual expresa objeciones bien serias a dejar que la misión de _____ sea sostenida por su asociación y dice que otras asociaciones del campo en general debieran tener igual interés en sostenerla. Pero si estas asociaciones no tienen en el momento misiones importantes que sostener en ciudades dentro de su territorio, ¿no hay lugares donde dichas misiones pudieran establecerse? Si a su asociación se le pide que tome la misión de _____ bajo su cuidado y que la maneje bajo la supervisión de la Asociación General, los hombres responsables debieran sentir que esto es una evidencia de que sus hermanos han depositado su confianza en ellos y decir: “Sí, aceptamos este cometido sagrado. Haremos todo lo que esté a nuestro alcance para que la misión sea un éxito y para demostrar que merecemos la confianza de nuestros hermanos. Pediremos sabiduría de Dios y si fuera necesario, practicaremos la abnegación y una economía austera”. Dios lo sostendrá al cumplir gozosamente este deber y hará de ello una bendición para usted en lugar de una carga o impedimento para la causa en su Estado.5TPI 346.2
Esa gran ciudad está en tinieblas y en error, y la hemos dejado así hasta el momento. ¿Perdonará Dios esta negligencia de nuestra parte? ¿Qué cuenta daremos por los hombres y mujeres que han muerto sin oír el sonido de la verdad presente y que la hubiesen recibido si se les hubiera llevado la luz? Mi espíritu se conmueve porque la obra en _____ se haya demorado tanto. La obra que se está haciendo allí ahora, pudo haberse hecho hace muchos años y con un gasto menor de recursos, tiempo y trabajo. Sin embargo, no puede dejarse sin hacer ahora. Se ha hecho un pequeño comienzo dentro de un plan económico y se ha logrado mucho más de lo que se hubiese podido esperar, tomando en cuenta los medios que se han provisto. Pero se deben proveer mejores medios. Debe haber un lugar donde la gente pueda escuchar la verdad. Debe haber recursos para sostener a los obreros en este campo misionero, no en holgura y lujo, pero de una manera sencilla y cómoda. Ellos son instrumentos de Dios y no se debe decir o hacer nada que los desanime. Por el contrario, que sus manos sean sostenidas y fortalecidas y sus corazones alentados.5TPI 346.3
Hay suficientes recursos en su asociación para llevar a cabo esta obra con éxito. ¿Y permitiremos que el príncipe de las tinieblas quede en posesión indisputable de nuestras grandes ciudades porque cuesta algo sostener a las misiones? Que los que estén dispuestos a seguir a Cristo se pongan plenamente a la altura de la obra, aunque tengan que hacerlo por encima de la cabeza de los ministros y el presidente. Los que en una obra como ésta dicen: “Ruego que me disculpen”, deben cuidarse de que no sean dados de alta ahora y por la eternidad. Que los cristianos que aman el deber levanten cada onza que puedan y que luego miren hacia Dios en procura de más fuerza. El obrará a través de los esfuerzos de hombres y mujeres cabales y hará lo que ellos no pueden hacer. Nueva luz y nuevo poder les será dado a medida que utilizan los medios que tienen a su disposición. Nuevo fervor y nuevo celo conmoverán a la iglesia al ver que algo se ha logrado.5TPI 347.1
Nuestro espíritu se regocija cuando contemplamos lo que se puede hacer; pero nos sonrojamos ante nuestro Creador al pensar en lo poco que se ha hecho. Los pastores han descuidado las responsabilidades que Dios les ha dado; se han vuelto estrechos y faltos de fe y han dado lugar a una imperdonable cobardía, pereza y codicia. No se han dado cuenta de la magnitud y la importancia de la obra. Se necesitan hombres de visión consagrada que vean y entiendan los designios divinos. Entonces el estandarte de la piedad será puesto en alto y habrá verdaderos misioneros que estarán dispuestos a sacrificarse en favor de la verdad. No hay lugar dentro de la iglesia de Dios para hombres y mujeres egoístas y amantes de la comodidad, sino que el llamado es para hombres y mujeres que se esfuercen por implantar el estandarte de la verdad en medio de nuestras grandes ciudades, en las grandes avenidas de tránsito.5TPI 347.2
Hay un mundo que amonestar y con humildad debiéramos trabajar según Dios nos dé capacidad. Pónganse todos los Estados a la altura de la obra. ¿Qué derecho tienen las personas con ideas estrechas, y no consagradas, de dictar lo que la asociación debe o no hacer? La misión de _____ no será dejada enteramente a su Estado, pero si su asociación tuviera ánimo de trabajar, podría sostener dos misiones como ésa sin sentir ninguna carga. Venid, hermanos, poneos en acción. El tiempo que se pierde por causa de la incredulidad y la falta de valor, se pierde para siempre. Que los ministros actúen como que hay algo que hacer, y hombres de gran corazón que aman a Dios y guardan sus mandamientos vendrán a ayudar al Señor. De esta manera la iglesia estará disciplinada para futuros esfuerzos, porque su beneficencia nunca dejará de ser.5TPI 348.1
Pastor M, como presidente de la Asociación de _____, usted ha demostrado por medio de su administración general que no es digno del cargo que le ha sido confiado. Ha dado muestras de ser conservador y de que sus ideas son estrechas. No ha hecho la mitad de lo que pudo haber hecho si poseyese el verdadero espíritu de la obra. Pudo haber sido mucho más capaz y experimentado de lo que es ahora; pudiera haber estado mejor preparado para manejar con éxito esta sagrada e importante misión, una obra que le hubiera ganado el derecho más fuerte a la confianza del pueblo en general. Pero al igual que los demás pastores de su territorio, usted dejó de avanzar al apuntar la primera providencia de Dios. No ha demostrado que el Espíritu Santo le impresionaba profundamente su corazón para que Dios pudiese hablar por intermedio suyo a su pueblo. Si en la presente crisis hace alguna cosa que fomente la duda y la desconfianza en las iglesias de su campo, o cualquier cosa que impida que el pueblo se dedique de corazón a esta obra, Dios lo considerará responsable. ¿Acaso le ha dado Dios evidencia inconfundible de que los hermanos de su Estado están eximidos de la responsabilidad de extender sus brazos en torno a la ciudad de, así como Cristo lo ha hecho con ellos? Si estuviera usted afianzado en la luz, daría aliento a esta misión por medio de su fe.5TPI 348.2
Es menester que beba profundamente de los manantiales de gracia y salvación antes de que pueda conducir a otros a la Fuente de agua viva. En vista de la experiencia y la influencia que su puesto de presidente de asociación le imparte, debió haber animado a la gente a esforzarse nuevamente y a llevar responsabilidades de más peso, en lugar de causarle desánimo. Hay deberes especiales que recaen sobre hombres que ocupan puestos de responsabilidad; hay esfuerzos diligentes que hacer que parece conveniente ignorar. Pero cuando los pastores no cumplen su deber, que Dios tenga misericordia del pobre rebaño.5TPI 348.3
Su obra, hermano mío, no demuestra que se haya dado usted cuenta de que sus obligaciones son sagradas e importantes. Se me ha mostrado que usted es capaz de hacer un trabajo mucho mejor que el que ha hecho, y que Dios requiere una labor mayor y mejor de sus manos. Requiere integridad y fidelidad. La obra de ganar almas es la más elevada y noble que se haya encomendado al hombre mortal; y usted no debiera permitir que nada que confunda su entendimiento y su discernimiento se interponga entre usted y esta obra sagrada. Quien ocupa un puesto de responsabilidad como el suyo debiera poner los intereses eternos en primer lugar y los asuntos temporales considerarlos como de importancia secundaria. Usted es un embajador de Cristo y debe animar a los que están bajo su cuidado para que procuren alcanzar mayores logros espirituales y vivir vidas más santas y puras. En sus esfuerzos por salvar a las almas de la perdición y por edificar a la iglesia en verdad y justicia, usted debe usar tacto, sabiduría y el poder que es su privilegio tener mediante la continua comunión con Dios. Dios requiere esto de usted y de todos los demás ministros que participan en su obra. Usted debe manifestar su lealtad a su Redentor crucificado, comportándose como si en verdad comprendiera que tiene el cometido sagrado de presentar a todo hombre perfecto en Cristo Jesús, sin que les falte nada.5TPI 349.1
En lo que a su caso se refiere, mucho más pudo haberse logrado por medio de una vida santa, oración fervorosa y el cumplimiento cuidadoso y esmerado de todo deber. Usted pudo haber hecho mucho mediante fieles amonestaciones, reprensiones y apelaciones afectuosas. La capacidad mental no es lo único que se necesita, sino el poder del corazón. La verdad presentada tal como es en Jesús tendrá su efecto. Usted carece de una religión hogareña, ardiente y activa. Los intereses egoístas han empañado su mente y pervertido su discernimiento y los requerimientos de Dios no han sido realizados. Necesita quitar de su alma todo negocio y preocupaciones mundanales y con sinceridad de corazón glorificar a Dios.5TPI 349.2
El destino eterno de todos pronto se decidirá. Desde Illinois, Wisconsin, Iowa y otras asociaciones salgan veintenas de ministros con celo candente a proclamar el último mensaje de amonestación. En un tiempo como éste, ¿se echarán atrás nuestros presidentes y las asociaciones rehusando llevar la pesada carga? ¿Ejercerán en forma verbal y escrita una influencia que desanime a los que están dispuestos a trabajar? Cualquier proceder de parte de ellos que fomente la indolencia y la incredulidad es criminal en el más alto grado. Deben animar a la gente a ser diligente en la causa de Dios, a esforzarse hasta donde pueda por la salvación de las almas; pero nunca deben ellos dejar la menor impresión en sus mentes de que están sacrificando demasiado por la causa de Dios, o que se exige de ellos más de lo que es razonable. En la lucha celestial algo tiene que aventurarse. Ahora es el momento cuando nos toca trabajar y hacer frente a las dificultades y peligros. Dice la Providencia: “Marchad adelante”, no de vuelta a Egipto; y en lugar de formular un testimonio que agrade al pueblo, procuren los ministros despertar a los que están dormidos.5TPI 350.1
Noto en su carta, pastor M, una veta de incredulidad, una falta de juicio y discernimiento. Su posición corrobora el testimonio que he recibido de que usted le está dando a la asociación un molde estrecho y que ha estorbado su progreso, porque no ha puesto en alto el estandarte de la verdad. Citaré en esta instancia algunos párrafos del testimonio que recibí y que fue escrito durante la sesión del Congreso de la Asociación General celebrado en Battle Creek en noviembre de 1883:5TPI 350.2
“Nuestra conversación respecto a la misión de _____ ha dejado una impresión desagradable en mi mente. Que no se me juzgue de ser severa en mis declaraciones concernientes a esta misión. Usted habló con gran satisfacción acerca de la manera en que esta obra se había llevado a cabo. Dijo que el Hno. O y sus asociados estaban dispuestos a hacer lo que fuera necesario para llevarse bien. Que tenían un pequeño cuarto en un desván donde preparaban la comida, y que estaban haciendo una buena labor de la manera más económica posible. Sus ideas acerca de este asunto no son correctas. La luz que Dios nos ha impartido, que es más preciosa que el oro o la plata, es que hay que proceder de tal manera que se le dé carácter a la obra. Los hermanos vinculados con esta misión no están libres de debilidades humanas y, a menos que se preste atención a su salud, su obra será avergonzada. Los que están frente a la obra en esta asociación no debieran permitir que exista semejante estado de cosas. Debieran educar al pueblo a que den de sus recursos para que los obreros no sufran necesidades ni estrechez económica. Como mayordomos de Dios, la responsabilidad recae sobre ellos de ver que no solamente una o dos personas tengan que ser las que más se sacrifiquen mientras que otras están a sus anchas comiendo, bebiendo, vistiendo y calzando, sin pensar en nuestras sagradas misiones o en su deber para con ellas.5TPI 350.3
“Me ha sido mostrado, pastor M, que usted no tiene un punto de vista correcto respecto a la obra, que no se da cuenta de la importancia de ella. Ha dejado de educar al pueblo en cuanto al verdadero espíritu de sacrificio y devoción. Ha temido instar a hombres de recursos a que cumplan con su deber; y cuando ha hecho un débil esfuerzo en la dirección correcta, y ellos han comenzado a poner excusas y a hallar alguna pequeña falta en alguien respecto a la administración de la obra, usted ha pensado que tal vez tengan razón. Este subterfugio, que ha desarrollado en ellos la duda y la incredulidad, ha tenido efecto en su propio corazón y ellos se han aprovechado de esto y han aprendido exactamente cómo contrarrestar sus esfuerzos. Cuando ellos han fomentado duda en cuanto a los testimonios, usted no ha hecho lo que debió haber hecho para desarraigar este sentimiento. Debió haberles manifestado que Satanás siempre está buscando faltas, dudando, acusando y trayendo reproche sobre los hermanos, y que no hay seguridad al encontrarse en posición semejante”.5TPI 351.1
“Hermano mío, usted no ha seguido una línea de procedimiento que anime a los hombres a dedicarse al ministerio. En vez de reducir los gastos de la obra a una suma baja, es su deber hacer que las mentes del pueblo comprendan que ‘el obrero es digno de su salario’”. “Las iglesias necesitan ser impresionadas con el hecho de que es su deber tratar honestamente con la obra de Dios, no permitiendo que repose sobre ellas la culpabilidad de la peor clase de robo, que es robarle a Dios los diezmos y las ofrendas. Cuando se hagan arreglos con los obreros en su causa, no debe obligárseles a aceptar una remuneración pequeña, porque falta dinero en la tesorería. De esta manera muchos han sido defraudados al no recibir su justo pago y es tan criminal a la vista de Dios como lo es retener el salario de los que están empleados en cualquier otro negocio regular.5TPI 351.2
“Hay hombres capaces a quienes les gustaría salir y trabajar en varias asociaciones; pero no se animan porque necesitan tener los medios para sostener a sus familias. Permitir que una asociación permanezca inconmovible o que deje de pagar sus justas cuentas, constituye la peor clase de administración. Mucho de esto se práctica; y cada vez que se lo hace, Dios siente desagrado.5TPI 352.1
“Si los presidentes y otros obreros de nuestras asociaciones inculcan en las mentes del pueblo la naturaleza del delito de robar a Dios, y si poseen un verdadero espíritu de devoción y un sentido de responsabilidad por la obra, Dios hará que su labor sea una bendición para el pueblo, y se verá el fruto de sus esfuerzos. Los ministros han fracasado grandemente en su deber de trabajar de esa manera con las iglesias. Aparte de la predicación hay una labor importante que hacer. Si esto se hubiese hecho como Dios ordenó que fuese, habría habido mucho más obreros en el campo de los que hay ahora. Y si los ministros hubiesen cumplido con el deber de educar a cada miembro, rico o pobre para dar según Dios los haya prosperado, habría abundancia de recursos en la tesorería para pagar las deudas justas a los obreros; y esto adelantaría grandemente la obra misionera en todos sus confines. Dios me ha mostrado que muchas almas están en peligro de ruina eterna por causa del egoísmo y la mundanalidad; y los atalayas son los culpables, porque no han cumplido su deber. Este es un estado de cosas que a Satanás le regocija ver.5TPI 352.2
“Todas las ramas de la obra pertenecen a los ministros. No es la orden de Dios que alguien debe seguir tras ellos para atar los cabos de una obra inconclusa. La asociación no está obligada a emplear a otros obreros para seguir detrás y rehacer las puntadas sueltas dejadas por trabajadores negligentes. Es el deber del presidente de la asociación fiscalizar a los obreros y su trabajo, y enseñarles a ser fieles en estas cosas, porque ninguna iglesia que le robe a Dios puede prosperar. La escasez espiritual en nuestras iglesias es frecuentemente el resultado de un alarmante predominio del egoísmo. Los intereses y proyectos egoístas y mundanales se interponen entre el alma y Dios. Los hombres se aferran al mundo, al parecer con el temor de que si se sueltan de él, Dios dejaría de cuidarlos. Y así intentan cuidarse a sí mismos; están ansiosos, preocupados y angustiados, reteniendo sus grandes fincas y añadiendo a sus posesiones.5TPI 352.3
“La Palabra de Dios habla acerca del ‘jornal de los obreros... el cual ha sido retenido por vosotros’. Santiago 5:4. Generalmente se entiende que esto se aplica a hombres acaudalados que emplean a sirvientes y no les pagan por su labor, pero tiene un significado más amplio que éste. Se aplica con gran fuerza a aquellos que han sido iluminados por el Espíritu de Dios y que aún así en cualquier grado obran conforme al mismo principio que estos hombres que emplean a sirvientes, obligándolos a aceptar el salario más bajo”.5TPI 353.1
Solemnemente le advierto que no mantenga una actitud parecida a la de los espías infieles que salieron a ver la tierra prometida. Cuando regresaron de su exploración, la congregación de Israel albergaba grandes esperanzas y aguardaba con ansiosa expectación. La noticia de su regreso se difundió de tribu en tribu y fue aclamada con regocijo. La gente salió apresurada a encontrarse con los mensajeros, los cuales habían soportado el cansancio del viaje por caminos polvorientos y bajo un sol abrasador. Estos mensajeros traían consigo muestras del fruto que daba evidencia de la fertilidad del suelo. La congregación se regocijó porque se posesionaría de una tierra tan buena, y escuchó atentamente cuando se dio el informe a Moisés para no perderse ni una palabra. Los enviados comenzaron diciendo: “Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel; y éste es el fruto de ella”. El pueblo se llenó de entusiasmo; con ahínco obedecería la voz del Señor e iría en seguida a poseer la tierra.5TPI 353.2
Pero los espías continuaron diciendo: “Mas el pueblo que habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy grandes y fortificadas; y también vimos allí a los hijos de Anac”. La escena cambió ahora. La esperanza y el valor dieron lugar a la desesperación cobarde, mientras que los enviados expresaban los sentimientos de sus corazones incrédulos, que estaban llenos de desaliento inspirado por Satanás. Su incredulidad arrojó una sombra lóbrega sobre la congregación, y el gran poder de Dios, tan a menudo manifestado en favor de su nación escogida, quedó en el olvido.5TPI 354.1
La gente se desesperó en su estado de desaliento y angustia. Un gemido de agonía se levantó y se entremezcló con el confundido murmullo de las voces. Caleb comprendió la situación y poniéndose valientemente en defensa de la Palabra de Dios, hizo todo lo que estaba a su alcance para contrarrestar la mala influencia de sus compañeros infieles. Por un instante el pueblo se tranquilizó para escuchar las palabras de esperanza y valor respecto a la buena tierra. No contradijo lo que ya se había dicho; las murallas son altas y los canaanitas son fuertes. “Subamos luego y tomemos posesión de ella; porque más podemos nosotros que ellos”. Pero los otros diez espías lo interrumpieron y pintaron los obstáculos más oscuros que la primera vez. “No podremos subir contra aquel pueblo porque es más fuerte que nosotros... y todo el pueblo que vimos en medio de ella son hombres de gran estatura. También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les parecíamos a ellos”.5TPI 354.2
“Entonces toda la congregación gritó, y dio voces; y el pueblo lloró aquella noche”. Los hombres que por tanto tiempo habían lidiado con la perversidad de Israel sabían muy bien cuál sería la próxima escena. La revuelta y el motín abierto siguieron rápidamente, porque a Satanás se le había dado rienda suelta y el pueblo parecía carecer de razón. Maldijeron a Moisés y a Aarón, olvidándose de que Dios escuchaba sus malvadas palabras y que, envuelto en la columna de humo, el Angel de su presencia estaba al tanto de su terrible manifestación de ira. Con amargura exclamaron: “¡Ojalá muriéramos en la tierra de Egipto, o en este desierto ojalá muriéramos! ¿Por qué nos trae Jehová a esta tierra para caer a espada, y que nuestras mujeres y nuestros niños sean por presa? ¿No nos sería mejor volvernos a Egipto? Y decían el uno al otro: Designemos un capitán, y volvámonos a Egipto”.5TPI 354.3
Con humildad y angustia Moisés y Aarón “se postraron sobre sus rostros delante de toda la multitud de la congregación de los hijos de Israel”, no sabiendo qué hacer para disuadirlos de su propósito precipitado y apasionado. Caleb y Josué procuraron acallar el tumulto. Rompiendo sus vestidos como señal de duelo e indignación, se lanzaron entre el pueblo y sus voces penetrantes se escucharon por encima de la tempestad de las lamentaciones y de rebelde pesadumbre: “La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra en gran manera buena. Si Jehová se agrada de nosotros, él nos conducirá a esta tierra, y nos la entregará; tierra que fluye leche y miel. Por tanto, no seáis rebeldes contra Jehová, ni temáis al pueblo de esta tierra; porque nosotros los comeremos como pan; su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros está Jehová; no los temáis”.5TPI 355.1
El falso informe de los espías infieles fue plenamente aceptado y por medio de él toda la congregación quedó engañada, tal como Satanás intentó que fuera; y la voz de Dios a través de sus fieles siervos fue desatendida. Los traidores habían hecho su obra. Toda la asamblea, con una sola voz, gritó en favor de apedrear a Caleb y a Josué.5TPI 355.2
Y ahora el poderoso Dios se manifestó, para desconcierto de su pueblo desobediente y murmurador. “Pero la gloria de Jehová se mostró en el tabernáculo de reunión a todos los hijos de Israel”. ¡Qué carga recayó sobre Moisés y Aarón, y cuán intensas fueron sus plegarias para que Dios no destruyese a su pueblo! Moisés presentó ante el Señor las gloriosas manifestaciones del poder divino que habían convertido el nombre de Jehová en un terror para sus enemigos, y le imploró que los enemigos de Dios y de su pueblo no tuvieran ocasión de decir: “Por cuanto no pudo Jehová meter a este pueblo en la tierra de la cual les había jurado, los mató en el desierto”. El Señor oyó la oración de Moisés; pero declaró que los que se rebelaron contra él después de haber presenciado su poder y su gloria, morirían en el desierto; nunca verían la tierra que era su herencia prometida. Pero en cuanto a Caleb dijo Dios: “A mi siervo Caleb, por cuanto hubo en él otro espíritu, y decidió ir en pos de mí, yo le meteré en la tierra donde entró, y su descendencia la tendrá en posesión”.5TPI 355.3
Fue la fe de Caleb en Dios lo que le dio ánimo, lo que lo libró del temor de los hombres, aun de los grandes gigantes, hijos de Anac, y lo capacitó para mantenerse firme y sin titubeos en defensa del bien. Es de esa misma exaltada fuente, el gran General de las huestes, que cada verdadero soldado de la cruz de Cristo ha de derivar fuerza y valor para vencer los obstáculos que a menudo parecen ser invencibles. La ley de Dios es anulada y los que desean cumplir su deber han de estar siempre listos para hablar las palabras que Dios les dé, y no palabras de duda, desánimo y desesperación.5TPI 356.1
Pastor M, aunque usted tenga el respaldo de muchos, como fue el caso de los espías infieles, de todos modos los sentimientos expresados en su carta no provienen del Espíritu del Señor. Cuídese de que sus palabras y su espíritu no sean como los de ellos, y su obra del mismo carácter pernicioso. En tiempos como éstos no hemos de albergar ni un pensamiento o pronunciar una palabra de incredulidad, ni dar lugar a actos egoístas. Esto se ha hecho en la Asociación de Upper Columbia y en la North Pacific; y cuando estuvimos allá, sentimos en alguna medida la tristeza, el tormento y el desaliento que experimentaron Moisés, Aarón, Caleb y Josué. Procuramos encauzar la corriente por una dirección opuesta, pero fue a costa de severa labor, gran ansiedad y angustia mental. Y eso que la labor de reforma en estas asociaciones apenas ha comenzado. Es sólo con el tiempo que se vencerán la incredulidad, la falta de confianza y la sospecha cultivadas por muchos años. En gran manera Satanás ha tenido éxito en llevar a cabo sus propósitos en estas asociaciones, porque ha encontrado a personas que puede usar como agentes.5TPI 356.2
Por amor a Cristo y a la verdad, hermano M, no deje la obra en su asociación en tal estado que le sea imposible a su sucesor poner las cosas en orden. El pueblo ha recibido una visión estrecha y limitada de la obra; se ha fomentado el egoísmo, y la mundanalidad no ha sido reprendida. Le pido que haga todo lo que esté a su alcance para borrar la estampa equivocada que le ha dado a esta asociación, que remedie los tristes efectos de su descuido del deber, y de esta manera prepare el campo para otro obrero. Si usted no hace así, que Dios se apiade del obrero que le siga a usted.5TPI 356.3
Los presidentes de asociación deben ser hombres a quienes se les pueda confiar plenamente la obra de Dios. Deben ser hombres de integridad, no egoístas, dedicados, cristianos trabajadores. Si son deficientes en estos sentidos, las iglesias bajo su cargo no prosperarán. Ellos, más aún que otros ministros de Cristo, deben dar ejemplo de una vida santa y devoción abnegada a los intereses de la causa de Dios, de manera que los que esperan ver un ejemplo en ellos no se engañen. Pero en algunos casos procuran servir tanto a Dios como a Mammón. No hay abnegación ni preocupación por las almas. La conciencia no es sensible; cuando la causa de Dios es lastimada, su espíritu no se resiente. En su corazón ponen en duda los testimonios del Espíritu del Señor. Ellos mismos no llevan la cruz de Cristo; no conocen el amor ferviente de Jesús. Y no son fieles pastores del rebaño sobre el cual han sido puestos como supervisores; su registro no es tal que se regocijarían al encararlo en el día de Dios.5TPI 357.1
¡Cuánto se requiere que los ministros en su obra cuiden de las almas como quienes deben rendir cuenta! ¡Qué devoción, qué entereza de propósito, qué piedad elevada debiera verse en su vida y carácter! Cuánto se pierde por falta de tacto y tino al presentar la verdad a otros, y cuánto más por un comportamiento descuidado, palabras ásperas y mundanalidad que de ninguna manera representa a Jesús o tiene sabor celestial. Nuestra obra está a punto de completarse. Pronto se dirá en el cielo: “El que es injusto, sea injusto todavía, y el que es inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia todavía; y el que es santo, santifíquese todavía”. Apocalipsis 22:11. En este tiempo solemne, la iglesia es llamada a ser vigilante debido a la intensa actividad de Satanás. Su actividad se hace evidente por todos lados y sin embargo, los ministros y el pueblo actúan como si ignoraran sus artimañas y estuvieran paralizados por su poder. Que cada miembro de la iglesia despierte. Que cada obrero recuerde que la viña que cuida no es suya, sino que pertenece al Señor, quien ha salido en un largo viaje y en su ausencia ha comisionado a sus siervos que cuiden de sus intereses; y que no olviden que si son infieles a su cometido, tendrán que dar cuenta al Señor cuando éste regrese.5TPI 357.2
Mientras que los que dudan hablan de las imposibilidades, mientras tiemblan pensando en las elevadas murallas y los fornidos gigantes, adelántense los que como el fiel Caleb tienen “otro espíritu”. La verdad de Dios que ofrece salvación llegará a las gentes si los ministros y creyentes profesos no la estorban, como lo hicieron los espías infieles. Nuestra obra es agresiva. Algo tiene que hacerse para amonestar al mundo; y que no se oiga ni una voz que promueva los intereses egoístas a expensas de los campos misioneros. Tenemos que participar en la obra con alma, corazón y palabra; las facultades mentales y físicas han de despertarse. Todo el cielo está interesado en nuestra obra, y los ángeles de Dios se avergüenzan de nuestros débiles esfuerzos.5TPI 358.1
Me alarma la indiferencia de nuestras iglesias. Como Meroz, no han venido en ayuda del Señor. Los laicos han estado reposando. Se han cruzado de brazos, pensando que la responsabilidad pesa sobre los ministros. Pero a cada uno Dios le ha asignado una obra, no en la cosecha de maíz y trigo, sino una labor sincera y perseverante para la salvación de las almas. No quiera Dios, pastor M, que ni usted ni ningún otro ministro apaguen ni una partícula del espíritu de trabajo que existe actualmente. ¿No sería mejor estimularlo por medio de sus palabras de celo ardiente? El Señor nos ha hecho depositarios de su ley; nos ha encomendado una verdad sagrada y eterna que ha de darse a otros por medio de fieles amonestaciones, reprensiones y estímulo. Los ferrocarriles y líneas de vapores nos vinculan con todos los rincones del mundo y tenemos acceso a todos los países con nuestro mensaje de verdad. Sembremos la semilla de la verdad evangélica junto a muchas aguas, porque no sabemos cuál prosperará, ésta o aquélla, o si ambas por igual darán fruto. Pablo sembrará y Apolos regará; pero es Dios quien da el crecimiento.5TPI 358.2
“Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”. Mateo 5:16. No pongáis vuestra luz debajo de un almud, sino sobre un candelero para que alumbre a todos los que están en casa. “No sois vuestros; porque habéis sido comprados por precio (1 Corintios 6:20), a saber, la preciosa sangre del Hijo de Dios. No tenemos ningún derecho de vivir para nosotros mismos. Cada ministro debe ser un misionero consagrado; cada laico es un obrero que debe usar sus talentos de influencia y recursos en el servicio del Señor. La benevolencia activa es un principio vital del cristianismo. Es el ejercicio de este principio lo que traerá las gavillas al Señor de la cosecha, mientras que la carencia de él entorpece la obra de Dios y obstaculiza la salvación de las almas.5TPI 358.3
Los ministros han descuidado poner en efecto la beneficencia evangélica. El tema de los diezmos y las ofrendas no se ha considerado debidamente. Los hombres no se inclinan por naturaleza hacia la benevolencia, sino que tienden a ser tacaños y avaros y a vivir para sí mismos. Y Satanás siempre está listo para presentar ante ellos las ventajas que disfrutarán utilizando todos sus recursos para propósitos egoístas y mundanales; se alegra cuando logra influenciarlos para que pasen por alto el deber y le roben a Dios en diezmos y ofrendas. Pero ni una persona queda eximida respecto a este asunto. “Cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado” 1 Corintios 16:2. El rico y el pobre, los jóvenes de ambos sexos que ganan un salario, todos han de apartar algo porque Dios lo pide. La prosperidad espiritual de cada miembro de la iglesia depende del esfuerzo personal y la fidelidad estricta hacia Dios. Dice el apóstol Pablo: “A todos los ricos de este mundo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en la incertidumbre de las riquezas, sino en el Dios vivo, que nos ofrece todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. Que hagan el bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, prontos a compartir, atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la que realmente es vida eterna”. 1 Timoteo 6:17-19. De todos se requiere la demostración de un profundo interés en las diferentes ramas de la causa de Dios. Pruebas fuertes e inesperadas pesarán sobre ellos para ver si son dignos de recibir el sello del Dios viviente.5TPI 359.1
Todos debieran sentir que no son propietarios, sino mayordomos, y que viene la hora cuando tendrán que rendir cuenta del uso que han hecho del dinero del Señor. Se necesitarán recursos para la causa de Dios. Como David, debieran poder decir: “Todo es tuyo, y de lo recibido de tu mano te damos”. 1 Crónicas 29:14. Han de establecerse escuelas en diferentes lugares, las publicaciones han de multiplicarse, se han de edificar iglesias en las grandes ciudades, y se han de enviar obreros, no solamente a las ciudades, sino a los caminos y vallados. Mis hermanos creyentes de la verdad, vuestra oportunidad es ahora. Estamos como quien dice, al borde del mundo eterno. Esperamos la gloriosa aparición de nuestro Señor. La noche avanza; la aurora se aproxima. Cuando nos demos cuenta de la grandeza del plan de redención, seremos más valientes, más sacrificados y consagrados de lo que somos ahora.5TPI 359.2
Hay una gran obra que hacer antes de que nuestros esfuerzos sean coronados de éxito. Tiene que haber reformas decididas en nuestros hogares e iglesias. Los padres tendrán que trabajar en favor de la salvación de sus hijos. Dios cooperará con nuestros esfuerzos cuando cumplamos por nuestra parte con todo lo que él nos ha encomendado y capacitado para hacer; pero debido a nuestra incredulidad, mundanalidad e indolencia, las almas que han sido compradas por sangre mueren en sus pecados a la sombra de nuestras mismas casas, sin haber recibido amonestación. ¿Vencerá siempre Satanás de esta manera? ¡Oh, no! La luz reflejada por la cruz del Calvario indica que ha de llevarse a cabo una obra mayor que la que nuestros ojos han contemplado.5TPI 360.1
El tercer ángel, volando por en medio del cielo y pregonando los mandamientos de Dios y el testimonio de Jesús, es una representación de nuestra obra. El mensaje no pierde nada de su fuerza mientras el ángel avanza en su vuelo, ya que Juan lo ve aumentando en fuerza y poder hasta que toda la tierra queda alumbrada con su gloria. El camino del pueblo de Dios que guarda los mandamientos es hacia adelante, siempre adelante. El mensaje de verdad que llevamos tiene que llegar a naciones, lenguas y pueblos. Pronto se moverá con gran voz, y la tierra será llena de su gloria. ¿Estamos preparándonos para este gran derramamiento del Espíritu de Dios?5TPI 360.2
Se han de emplear instrumentos humanos en esta obra. El celo y la energía deberán intensificarse. Los talentos que se están enmoheciendo por la inacción, han de movilizarse en el servicio. La voz propensa a decir: “Esperad; no permitáis que os impongan cargas”, es la voz de los espías acobardados. Ahora necesitamos hombres de la talla de Caleb que tomen la delantera: caudillos en Israel que con valerosas palabras den un informe vigoroso en favor de la acción inmediata. Cuando el pueblo egoísta, amante de la comodidad, y, asustado por grandes gigantes y murallas inpenetrables clama por retirarse, que se oiga entonces la voz de los que son como Caleb, aunque los cobardes estén de pie con piedras en las manos, listos para atropellarlos por causa de su fiel testimonio.5TPI 360.3
¿Es que no Somos capaces de discernir las señales de los tiempos? ¿No podemos ver cuán intensamente trabaja Satanás atando la cizaña en gavillas, uniendo los elementos de su reino para apoderarse del mundo? Esta obra de atar la cizaña se está llevando a cabo más rápidamente de lo que nos imaginamos. Satanás está poniendo cuanto obstáculo puede para estorbar el avance de la verdad. Procura crear diversidad de opiniones y fomentar la mundanalidad y la avaricia. Obra con la sutileza de la serpiente y cuando le es oportuno, con la ferocidad del león. Su única delicia es la ruina de las almas y la destrucción su única preocupación. ¿Actuaremos entonces como si estuviéramos paralizados? Los que profesan la verdad, ¿escucharán las tentaciones del artero enemigo y permitirán volverse egoístas, estrechos, dejando que sus intereses mundanales estorben sus esfuerzos en favor de la salvación de las almas?5TPI 361.1
Todos los que entrarán por los portales del cielo lo harán como vencedores. Cuando la hueste de los redimidos esté junto al trono de Dios, con palmas en las manos y coronas sobre sus sienes, se sabrá qué victorias han sido ganadas. Se verá cómo fue que obró el poder de Satanás sobre sus mentes, cómo se vinculaba él con las almas que se jactaban de estar haciendo la voluntad del Señor. Entonces se verá que su poder y sutileza no pudieran haberse vencido con éxito si no se hubiese combinado el poder divino con el humano. El hombre tiene que ganar la victoria sobre sí mismo: su genio, sus propensidades y su espíritu han de someterse a la voluntad de Dios. Pero la justicia y el poder de Cristo serán suficientes para todos los que reclamen sus méritos.5TPI 361.2
Háganse, pues, esfuerzos sinceros y determinados para abatir al fiero enemigo. Es menester vestirnos de toda la armadura de la justicia. El tiempo pasa, y nos acercamos rápidamente al cierre de la gracia. ¿Estarán nuestros nombres registrados en el Libro de la vida del Cordero, o seremos contados con los infieles? ¿Pertenecemos al número que se reunirá alrededor del gran trono blanco, cantando el himno de los redimidos? En medio de esa multitud no habrá ninguno que sea frío y formal. Cada alma será sincera, cada corazón lleno de gratitud por el maravilloso amor de Dios y de la gracia que ha capacitado a su pueblo para vencer en la lucha contra el pecado. Y con voz fuerte alzan el canto: “Al que está sentado en el trono, y al Cordero sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos”. Apocalipsis 5:13.5TPI 361.3
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