Los obreros de nuestro colegio
El fundamento mismo de la prosperidad de nuestro colegio es la unión con Dios de parte de los profesores y alumnos. El temor de Jehová es el principio de la sabiduría. Sus preceptos deben ser reconocidos como la regla de la vida. En la Biblia se revela la voluntad de Dios a sus hijos. Dondequiera que se lea, en el círculo familiar, en la escuela o en la iglesia, todos debieran prestarle atención en quietud y devoción, tal como si Dios estuviese realmente presente y les hablase.5TPI 79.1
No siempre se ha mantenido en alto una elevada norma religiosa en nuestro colegio. La mayor parte de los maestros y de los alumnos procuran constantemente ocultar su religión. Este ha sido el caso especialmente desde que los mundanos han patrocinado el colegio. Cristo requiere de todos sus seguidores una confesión de fe abierta y varonil. Cada cual debe ocupar su puesto y ser lo que Dios designó que fuese, “espectáculo al mundo, a los ángeles y a los hombres”. 1 Corintios 4:9. Todo cristiano ha de ser una luz puesta sobre un candelabro, no escondida bajo un almud o debajo de una cama, para que pueda alumbrar a todos los que están en la casa.5TPI 79.2
Los profesores de nuestro colegio no debieran conformarse a las costumbres del mundo ni adoptar los principios mundanos. Los atributos que Dios más estima son la caridad y la pureza. Dichos atributos deben ser apreciados por todo cristiano. “Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios”. 1 Juan 4:7. “Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros”. 1 Juan 4:12. “Le veremos como él es. Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro”. 1 Juan 3:3.5TPI 80.1
Dios ha estado obrando en el corazón de hombres jóvenes para que se consagren al ministerio. Han venido a nuestro colegio con la esperanza de obtener beneficios allí que no podrían conseguir en ningún otro lugar. Pero las solemnes convicciones del Espíritu de Dios han sido consideradas livianamente por profesores que conocen poco el valor de las almas y sienten poca responsabilidad por su salvación, y han intentado desviar a los jóvenes del camino por el cual el Señor ha procurado conducirlos.5TPI 80.2
La remuneración de los profesores bien calificados es mucho más elevada que la de nuestros ministros, y el profesor no trabaja tan arduamente ni se somete a las inconveniencias como lo hace el ministro que se entrega totalmente a la obra. Estas cosas han sido presentadas ante los jóvenes, se les ha animado a desconfiar de Dios y no creer en sus promesas. Muchos han escogido el camino más fácil y se han preparado para enseñar las ciencias o para buscar otro tipo de trabajo en lugar de dedicarse a la predicación de la verdad.5TPI 80.3
De esta manera la obra de Dios ha sido estorbada por profesores no consagrados, que profesan creer la verdad pero que no la aman de corazón. Al joven educado se le enseña a considerar que sus aptitudes son demasiado valiosas para ser dedicadas al servicio de Cristo. ¿Pero acaso no tiene Dios algún derecho sobre ellos? ¿Quién les dio la fuerza para obtener esa disciplina mental y esas habilidades? ¿Poseen estas cosas aparte de Dios?5TPI 80.4
Hay muchos jóvenes que no saben nada del mundo, no conocen sus propias debilidades, ni tienen noción de su futuro, y sin embargo no sienten la necesidad de una mano divina que les señale el camino. Este tipo de joven se considera a sí mismo completamente capacitado para guiar su propia embarcación por el mar embravecido. No olviden estos jóvenes que, no importa a dónde vayan, estarán siempre dentro del dominio de Dios. No son libres para escoger lo que quieren sin tomar en cuenta la voluntad de su Creador.5TPI 80.5
El talento siempre se desarrolla mejor y se aprecia más donde más se necesita. Sin embargo, esta verdad la ignoran muchos de los que aspiran con ansias a recibir distinción. Aunque son superficiales tanto en experiencia religiosa como en logros intelectuales, su miope ambición codicia una esfera de acción más elevada que aquella en la cual los ha colocado la divina Providencia. El Señor no los llama a soportar las tentaciones presentadas por el honor mundanal y los puestos elevados, como lo hizo con José y Daniel. No obstante, se esfuerzan por ocupar puestos peligrosos y abandonan el único puesto del deber para el cual están capacitados.5TPI 81.1
El llamado macedónico nos llega de todos lados. El urgente llamado que nos llega de oriente y occidente es: “Enviadnos obreros”. Estamos rodeados de campos blancos para la siega. Y el que siega recibe salario, y recoge fruto para vida eterna. ¿No es insensatez dar la espalda a estos campos para dedicarse a la ocupación que solamente rinde ganancia pecuniaria? Cristo no quiere obreros egoístas que sólo buscan los salarios más elevados. El llama a los que están dispuestos a hacerse pobres por su nombre, así como él se hizo pobre por ellos. ¿Cuáles fueron los incentivos que se le presentaron a Cristo en este mundo? Los insultos, la burla, la pobreza, la vergüenza, el rechazo, la traición y la crucifixión. ¿Buscarán los subpastores una suerte más fácil que la de su Maestro?5TPI 81.2
La Palabra de Dios es la gran simplificadora de las aspiraciones más complicadas de la vida. A todo el que busca con sinceridad, ella le imparte divina sabiduría. Nunca nos debiéramos olvidar que hemos sido redimidos mediante el sufrimiento. Es la preciosa sangre de Cristo la que hace expiación por nosotros. El Evangelio ha sido llevado a todo el mundo a través de la ardua labor, el sacrificio, los peligros, la pérdida de bienes materiales y la agonía del alma. Dios llama a hombres jóvenes que están en el pleno vigor y fuerza de su juventud a compartir con él la abnegación, el sacrificio y el sufrimiento. Si aceptan el llamado, los hará sus instrumentos para salvar a las almas por quienes él murió. Pero él quiere que cuenten el costo y que emprendan su labor con pleno conocimiento de las condiciones bajo las cuales servirán a su Redentor crucificado.5TPI 81.3
Apenas puedo expresar mis sentimientos al pensar cómo se ha hecho caso omiso al propósito de Dios al establecerse nuestro colegio. Por medio de sus vidas faltas de consagración, aquellos que tienen una apariencia de piedad niegan el poder de la verdad que puede hacernos sabios para salvación. Considerad la historia de los apóstoles, los cuales experimentaron la pobreza, el descrédito, el vituperio y aun la muerte por causa de la verdad. Se regocijaron por haber sido tenidos por dignos de sufrir por Cristo.5TPI 82.1
Si se obtienen grandes resultados por medio de los grandes esfuerzos y el gran sufrimiento, ¿quién de nosotros que somos recipientes de la gracia divina osará rehusar el sacrificio? Los requerimientos del Evangelio de Cristo incluyen a toda alma que ha escuchado el mensaje de gozosas nuevas. ¿Qué le rendiremos a Dios por todos sus beneficios? Su inigualable misericordia no puede ser compensada. Es sólo mediante la obediencia voluntaria y el servicio agradecido como podemos dar testimonio de nuestra lealtad y coronar con honor a nuestro Redentor.5TPI 82.2
No tengo mayor deseo que el de ver a nuestra juventud imbuida por el espíritu de la religión pura que los conducirá a tomar su cruz y seguir a Jesús. ¡Adelante, jóvenes discípulos de Cristo, gobernados por los sanos principios, ataviados de vestimentas de pureza y de justicia! Vuestro Salvador os guiará hacia el puesto que se adapte mejor a vuestros talentos y en el que podáis ser más útiles. Al transitar por el sendero del deber, podéis estar seguros de que recibiréis la gracia que cada día necesitáis.5TPI 82.3
La predicación del Evangelio es el medio escogido por Dios para la salvación de las almas. Sin embargo, nuestra primera obra debe ser colocar nuestros propios corazones en armonía con Dios, y entonces estaremos preparados para trabajar en favor de los demás.5TPI 82.4
En tiempos pasados había un gran escudriñamiento de corazón de parte de nuestros diligentes obreros. Se consultaban y se unían en humilde y ferviente oración buscando la dirección divina. El verdadero espíritu misionero ha decaído entre nuestros ministros y profesores. No obstante, la venida de Cristo está más cerca que cuando primero creímos. Cada día que pasa nos deja uno menos para proclamar el mensaje de amonestación al mundo. ¡Ojalá se buscara hoy con interés anhelante a Dios para interceder, y hubiera más humildad, pureza y fe! Todos están en peligro constante. Amonesto a la iglesia para que se cuide de los que predican a otros la Palabra de vida y no albergan ellos mismos el espíritu de humildad y abnegación que ella nos comunica. De los tales no se puede depender en tiempo de crisis. Ignoran la voz de Dios tan prestamente como lo hizo Saúl, y como él muchos están dispuestos a justificar su comportamiento. Cuando el Señor lo reprendió a través del profeta, Saúl firmemente aseveró que había obedecido la voz de Dios; pero el balido de las ovejas y el mugir de los bueyes daban testimonio de que no era así. De la misma manera hay muchos hoy que aseveran servir a Dios, pero sus conciertos y otras reuniones de placer, sus compañías mundanales, su exaltación del yo y sus ardientes deseos de popularidad, dan testimonio de que no han obedecido su voz. “Los opresores de mi pueblo son muchachos, y mujeres se enseñorearon de él”. Isaías 3:12.5TPI 82.5
La norma que nos fija el Evangelio es elevada. El cristiano consecuente no es sólo una nueva criatura, sino también una noble creación en Cristo Jesús. Es una luz constante que señala a otros el camino al cielo y hacia Dios. Aquel que deriva su vida de Cristo no anhelará los placeres frívolos y nada satisfactorios del mundo.5TPI 83.1
Entre los jóvenes hay gran diversidad de caracteres y de educación. Algunos han vivido en un ambiente de restricción arbitraria y aspereza, que ha engendrado en ellos un espíritu de testarudez y porfía. Otros han sido los mimados de la casa, a quienes padres indulgentes les han permitido seguir sus propias inclinaciones. Se ha excusado todo defecto, hasta que el carácter se ha deformado. Para tratar con éxito estas mentes distintas, el profesor necesita mucho tacto, delicadeza y firmeza en el manejo.5TPI 83.2
A menudo se manifestarán la antipatía y aun el desprecio por las buenas reglas. Algunos pondrán en ejercicio toda su sagacidad para evadir las sanciones, mientras que otros exhibirán una temeraria indiferencia por las consecuencias de la transgresión. Todo esto requerirá mayor paciencia y esfuerzo de parte de los que son responsables de su educación.5TPI 83.3
Una de las dificultades más grandes que los maestros han tenido que encarar, es el descuido de los padres en no cooperar en la administración de la disciplina impuesta por el colegio. Si los padres se comprometiesen a apoyar la autoridad del maestro, se evitarían mucho de la insubordinación, el vicio y el libertinaje. Los padres deben exigir a sus hijos que respeten y obedezcan la autoridad debidamente establecida. Deben trabajar con cuidado y diligencia incesantes para instruir, conducir y restringir a sus hijos, hasta que se formen en ellos los hábitos correctos. Con este adiestramiento, la juventud se mantendría sujeta a las instituciones de la sociedad y a las restricciones generales de la obligación moral.5TPI 84.1
Tanto por medio del precepto como del ejemplo, deberá enseñarse a la juventud la sencillez en el vestir y el comportamiento, la industria, la sobriedad y la economía. Muchos estudiantes son extravagantes en el gasto de los recursos que sus padres les proporcionan. Procuran dar la impresión de ser superiores a sus compañeros a través del derroche del dinero para la ostentación y la complacencia propia. En algunas instituciones de enseñanza se ha considerado que este asunto es de tal importancia que se prescribe y limita por ley cómo el alumno ha de vestir y de qué manera ha de disponer de sus recursos. Sin embargo, los padres indulgentes y los alumnos consentidos encontrarán la manera de evadir la ley. Nosotros no procederemos así. Pedimos a los padres cristianos que consideren estas cosas con cuidado y oración, que procuren el consejo de la Palabra de Dios, y que luego hagan el esfuerzo de actuar en conformidad con sus enseñanzas.5TPI 84.2
Si en conexión con nuestro colegio se proveyesen las facilidades necesarias para el trabajo manual y se requiriese que los alumnos dedicasen una porción de su tiempo a algún trabajo activo, esto constituiría una defensa contra muchas de las malas influencias que predominan en los planteles de enseñanza. Los trabajos útiles y varoniles en sustitución de las diversiones frívolas y corruptoras, darían amplitud apropiada a la exuberancia de la vida juvenil y fomentarían la sobriedad y la estabilidad de carácter. Debiera hacerse todo el esfuerzo posible para animar el deseo de obtener mejoramiento tanto físico como mental. Si a las señoritas se les enseñara a cocinar, especialmente a hacer buen pan, su educación sería de mucho más valor. La experiencia en el trabajo útil en gran manera prevendría ese sentimentalismo enfermizo que ha estado arruinando a millares, y sigue haciéndolo. El ejercicio tanto de los músculos como del cerebro fomentará el gusto por los deberes caseros de la vida práctica.5TPI 84.3
La ostentación y la superficialidad en el trabajo son características de la educación en el tiempo presente. El Hno. _____ posee un amor innato por el orden y por el trabajo bien hecho, lo cual se ha convertido en hábito como resultado del adiestramiento y la disciplina de toda una vida. Por esto ha recibido la aprobación de Dios. Sus esfuerzos son de verdadero valor, porque no permite que sus alumnos sean superficiales. Sin embargo, en sus primeros esfuerzos por establecer una escuela, tuvo que hacer frente a una cantidad de obstáculos. De haber sido menos determinado y perseverante, se hubiera rendido en su lucha. Algunos de los padres olvidaron sostener la escuela, y los niños no respetaban al maestro porque vestía pobremente. Permitieron que su apariencia los prejuiciara en contra de él. El espíritu de la irrespetuosidad fue reprendido por el Señor y se animó al maestro a continuar su trabajo. No obstante, las quejas e informes no sabios llevados a los hogares por los niños fortalecieron el prejuicio de los padres. Mientras el Hno. _____ procuraba inculcarles los buenos principios y establecer buenos hábitos, los niños demasiado consentidos se quejaban de la exigencia de sus estudios. Se me mostró que estaban sufriendo porque su mente no estaba lo suficientemente ocupada en los asuntos debidos. Sus pensamientos estaban concentrados en temas desmoralizadores, y tanto la mente como el cuerpo estaban debilitados por el autoerotismo. Fue esta mala práctica, no el estudio excesivo, lo que causó la frecuente enfermedad de estos niños y lo que les impidió progresar como los padres lo hubieran deseado.5TPI 85.1
El Señor aprobó el comportamiento general manifestado por el Hno. _____ al echar los cimientos de la escuela, que ahora está funcionando. Pero el hombre ha trabajado demasiado duro, sin una firme, bendecida y fortalecedora influencia en el hogar que aliviara su carga. Bajo la presión del trabajo excesivo, ha cometido algunos errores que, sin embargo, no han sido tan penosos como los de aquellas personas que han abrigado rencor contra él. En su relación con la juventud, ha tenido que hacer frente al espíritu de rebelión y porfía que el apóstol declara ser una de las señales de los últimos días.5TPI 85.2
Algunos de los maestros del colegio han dejado de darse cuenta de la responsabilidad que atañe a su posición. Ellos mismos no han sido alumnos en la escuela de Cristo, y por lo tanto no han estado preparados para enseñar a los demás.5TPI 86.1
Entre los estudiantes hay quienes poseen hábitos de ocio y de vicio. Necesitan reprensión y disciplina; pero si no puede lograrse que se reformen, evítese hundirlos más profundamente en el abismo por medio de la impaciencia y la aspereza. Recuerden los maestros siempre que los jóvenes que están bajo su cargo fueron comprados por la sangre de Cristo y que son miembros menores de la familia del Señor. Para redimirlos, Cristo hizo un sacrificio infinito. Sientan, pues, los maestros que desempeñan el papel de misioneros y que deben ganar a estos estudiantes para Jesús. Si los maestros son por naturaleza combativos, entonces cuídense de no consentir este rasgo. Aquellos que ya pasaron el período crítico de la juventud no debieran olvidar nunca las tentaciones y pruebas de su vida temprana, y cuánto deseaban recibir simpatía, ternura y amor.5TPI 86.2
Aquel que se dedica a una ardua labor pública en favor de la humanidad, a menudo tendrá poco tiempo para dedicar a su propia familia, y en cierto sentido casi se encuentra sin familia, sin hogar, sin trato social. Así le ha ocurrido al Hno. _____. Su mente ha estado constantemente abrumada. Disponía de pocas oportunidades para ganarse el afecto de sus hijos y de ejercer sobre ellos el debido refrenamiento y orientación.5TPI 86.3
En el colegio, muchos necesitan una conversión cabal. Que ninguno se fije en la paja que hay en el ojo de su hermano cuando tiene una viga en su propio ojo. Cada cual debe limpiar de contaminación el propio templo del alma. Que la envidia y los celos desaparezcan junto con todos los demás desperdicios. Con el fin de que los aceptemos se nos presentan gratuitamente los exaltados privilegios y logros celestiales que fueron obtenidos para nosotros a un costo inmenso. Dios nos considera individualmente responsables por la medida de luz y los privilegios que nos ha dado; y si rehusamos devolverle con ganancia los talentos que nos fueron encomendados, perdemos el derecho a su favor.5TPI 86.4
El Prof. _____ os hubiera podido servir bien si no hubiese sido adulado por algunos y condenado por otros. Se confundió. Tenía rasgos de carácter que necesitaban ser suprimidos. Entusiasmados, algunos le brindaron confianza y alabanza a un grado indebido. Lo habéis colocado donde le será difícil recobrarse y encontrar su verdadera posición. Ha sido sacrificado por ambos grupos de la iglesia, porque dejaron de hacer caso a las advertencias del Espíritu de Dios. Se le hace una injusticia. Era nuevo en la fe y no estaba preparado para los sucesos que se han desarrollado.5TPI 87.1
¡Cuán poco sabemos de la influencia que nuestros actos tendrán en la historia futura, tanto personal como de los demás! Muchos piensan que lo que hacen no tiene gran importancia. Creen que no los perjudicará asistir a un concierto, o unirse a los mundanos al participar de cierta diversión, si así lo desean. Así es como Satanás conduce y controla sus deseos, y ellos no piensan que los resultados pueden ser de gran importancia. Pueden ser el eslabón en la cadena de acontecimientos que atrapa un alma en la trampa de Satanás y determina su ruina eterna.5TPI 87.2
Todo acto, por insignificante que sea, ocupa su lugar en el gran drama de la vida. Considérese que el deseo de gratificar una sola vez el apetito introdujo el pecado en nuestro mundo, con sus pavorosas consecuencias. Los casamientos impíos de los hijos de Dios con las hijas de los hombres produjeron la apostasía que tuvo como resultado la destrucción del mundo por el diluvio. El acto más insignificante de complacencia para consigo mismo ha producido grandes trastornos. Este es el caso ahora. Hay pocos que obran con circunspección. Tal como los israelitas, no prestarán atención a los consejos, sino que siguen sus inclinaciones personales. Se unen con los mundanos al asistir a reuniones en las que los tomarán en cuenta, y así dan un ejemplo que otros siguen. Lo que se ha hecho una vez volverán a hacerlo ellos mismos y también otros. Cada paso que dan ejerce una impresión duradera, no sólo en su propia conciencia y sus hábitos, sino también en los de otros. Esta consideración le confiere una pavorosa dignidad a la vida humana.5TPI 87.3
Tengo constante dolor de corazón por nuestras iglesias. Muchas progresan, pero en su retroceso. “La senda de los justos... va en aumento hasta que el día es perfecto”. Proverbios 4;18. Su marcha es progresiva y ascendente. Progresan de fortaleza en fortaleza, de gracia en gracia y de gloria en gloria. Este es el privilegio de todas nuestras iglesias. Pero, ¡cuán distinta ha sido su situación! Necesitan la iluminación divina. Deben experimentar un cambio diametral. Sé lo que digo. A menos que se vuelvan verdaderamente cristianas, progresarán sólo en su debilidad, aumentarán las divisiones, y muchas almas serán encaminadas a la perdición.5TPI 88.1
Todo lo que os puedo decir es que aprovechéis la luz que Dios os ha dado y que la sigáis cueste lo que cueste. En esto estriba vuestra única seguridad. Vuestra obra es poneros en armonía, y que el Señor permita que lo hagáis aunque el yo tenga que ser crucificado. Recoged los rayos de luz que han sido despreciados y rechazados. Recogedlos con mansedumbre, con temor y temblor. El pecado del antiguo Israel fue el olvido de la voluntad revelada de Dios y el seguir su propio camino conforme a los dictados de sus profanos corazones. El Israel moderno sigue con entusiasmo sus pisadas, y el desagrado del Señor seguramente descansa sobre él.5TPI 88.2
Nunca resulta difícil hacer lo que nos agrada; pero tomar un curso contrario a nuestras inclinaciones es tomar una cruz. Cristo pidió en oración que sus discípulos fueran uno, así como él lo era con el Padre. Esta unidad constituye las credenciales de Cristo ante el mundo para mostrar que Dios lo envió. Cuando al tratar cualquier asunto renunciamos a la voluntad personal, hay unión de los creyentes con Cristo. Todos debieran orar y trabajar con ahinco para que esto sea una realidad y que hasta donde sea posible quede contestada la oración de Cristo por la unidad de su iglesia.5TPI 88.3