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Testimonios para la Iglesia, Tomo 5

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    El traslado a Battle Creek

    Nuestro Salvador se representa a sí mismo como un hombre que sale de viaje a un país lejano, deja su casa a cargo de siervos escogidos, y asigna a cada cual su trabajo. Todo cristiano tiene algo que hacer en el servicio de su Maestro. No hemos de procurar nuestra propia comodidad ni conveniencia, sino más bien considerar el engrandecimiento del reino de Cristo, como nuestra primera prioridad. Los esfuerzos abnegados hechos para ayudar y bendecir a nuestro prójimo no solamente revelarán nuestro amor por Jesús, sino que nos mantendrán cerca de él en dependencia y fe y nuestras propias almas crecerán continuamente en gracia y en el conocimiento de la verdad.5TPI 170.1

    Dios ha dispersado a sus hijos por diversas comunidades para que la luz de la verdad brille en medio de la oscuridad moral que envuelve la tierra. Mientras más densa la oscuridad que nos rodea, mayor la necesidad de que nuestra luz alumbre para Dios. Puede ser que seamos colocados en circunstancias de grandes dificultades y pruebas, pero esto no es evidencia de que no estamos en el lugar que la Providencia nos ha asignado. Entre los cristianos de Roma en los días de Pablo, el apóstol menciona a “los de la casa de César”. Filipenses 4:22. En ningún lado podría la atmósfera moral ser más desfavorable para el cristianismo que la corte romana bajo el cruel y libertino Nerón. Sin embargo, los que habían aceptado a Cristo mientras estaban al servicio del emperador no se sentían libres después de su conversión para dejar su puesto de responsabilidad. Frente a tentaciones seductoras, fiera oposición y peligros espantosos, fueron fieles testigos de Cristo.5TPI 170.2

    Quien quiera que dependa enteramente de la gracia divina podrá hacer que su vida sea un constante testimonio en favor de la verdad.5TPI 170.3

    No hay situación en la que no se pueda ser un cristiano verdadero y leal. No importa cuán grandes sean los obstáculos, todos los que determinan obedecer a Dios encontrarán que el camino se les abrirá a medida que avanzan.5TPI 171.1

    Los creyentes que se mantienen fieles a Dios en medio de influencias antagónicas están ganando una experiencia de inestimable valor. Su fuerza aumenta con cada obstáculo sobrepasado y cada tentación vencida. Este es un hecho que a menudo se pasa por alto. Cuando una persona ha recibido la verdad, los amigos equivocados temen exponerla a cualquier prueba y procuran inmediatamente colocarla en una situación más fácil. La persona se marcha a un lugar donde todo armoniza con ella; pero, ¿crece de esta manera su fuerza espiritual? En muchos casos, no. Llega a tener tanto vigor como una planta de invernadero. Deja de velar; su fe se debilita; ni crece ella misma ni ayuda a otros a crecer en gracia.5TPI 171.2

    ¿Se retraen algunos de sostener la verdad en medio de la incredulidad y la oposición? Les ruego que recuerden a los creyentes de la casa de Nerón; que consideren la depravación y la persecución a las que tuvieron que hacer frente, y que deriven de su ejemplo una lección de valor, fortaleza y fe.5TPI 171.3

    Tal vez sea aconsejable a veces que aquellos que son tiernos en la fe sean retirados de las grandes tentaciones y la oposición, y colocados donde puedan disfrutar del cuidado y consejo de cristianos de experiencia. Sin embargo, que tengan siempre presente que la vida cristiana es una lucha continua; que el acariciar la pereza y la indolencia resultará fatal para el éxito.5TPI 171.4

    Después de haber aceptado la verdad, no debiéramos unirnos con aquellos que se oponen a ella, ni en ninguna manera tampoco colocarnos donde se nos haga difícil vivir nuestra fe; pero, si alguno que se halla en semejante situación aceptase la verdad, que pese bien el asunto antes de abandonarla. Pudiera ser el designio de Dios que otros sean traídos al conocimiento de la verdad mediante su influencia y ejemplo.5TPI 171.5

    Muchos están vinculados mediante lazos familiares con los opositores de la verdad. Estos creyentes a menudo son sometidos a grandes pruebas, pero por medio de la gracia divina pueden glorificar a Dios obedeciendo la verdad.5TPI 171.6

    Como siervos de Cristo debiéramos ser fieles en el puesto donde Dios ve que podemos rendir el servicio más eficiente. Si se nos presentan oportunidades para ser de mayor utilidad, las debiéramos aceptar a instancias del Maestro, y su sonrisa aprobadora descansará sobre nosotros; pero temamos dejar el trabajo que nos ha sido asignado, a menos que el Señor claramente nos indique nuestro deber de servirle en otro campo.5TPI 172.1

    Se necesitan diferentes calificaciones para los diversos aspectos de la obra. El carpintero no está capacitado para trabajar sobre el yunque, ni el herrero para usar el cepillo. El mercader estaría fuera de lugar al pie del lecho de un enfermo, y el médico en la oficina de contabilidad. Aquellos que se cansan de la obra que Dios les ha encomendado y que se colocan en puestos donde no pueden o no quieren trabajar, serán tenidos como obreros perezosos. “A cada uno su obra”. Marcos 13:34. Nadie está exento.5TPI 172.2

    Como pueblo hemos olvidado en gran medida nuestro deber de actuar como misioneros para Dios en el puesto preciso donde él nos ha colocado. Muchos abandonan ansiosamente sus deberes y oportunidades presentes por entrar en un campo más amplio; se imaginan que en alguna otra posición se les hará menos difícil obedecer la verdad. Se piensa que nuestras iglesias más grandes ofrecen mayores ventajas, y hay entre nuestro pueblo una tendencia creciente de abandonar su puesto especial de responsabilidad y trasladarse a Battle Creek o a las proximidades de alguna otra iglesia grande. Esta práctica no sólo amenaza la prosperidad y aun la vida misma de nuestras iglesias más pequeñas, sino que nos impide hacer la obra que Dios nos ha dado y está destruyendo nuestra espiritualidad y utilidad como pueblo.5TPI 172.3

    Desde casi todas las iglesias de Míchigan y en cierto grado de otros Estados, nuestros hermanos y hermanas han estado agolpándose en Battle Creek. Muchos de ellos eran ayudantes eficientes en las iglesias más pequeñas, y su retiro ha debilitado en gran manera a esos grupos pequeños; en algunos casos esto ha hecho que la iglesia se haya desorganizado completamente.5TPI 172.4

    Los que se han trasladado a Battle Creek, ¿han sido una ayuda para la iglesia? Al presentarse el asunto ante mí, procuré ver a los que estuvieran testificando vivamente por Dios, sintiendo responsabilidad por la juventud, visitando de casa en casa, orando con las familias y trabajando en favor de los intereses espirituales de ellas. Vi que esta obra se había descuidado. Al llegar a esta iglesia grande, muchos sienten que no tienen una parte que hacer. Por consiguiente, se cruzan de brazos y evitan toda responsabilidad y esfuerzo.5TPI 172.5

    Hay algunos que vienen aquí meramente para asegurarse de algún beneficio financiero. Esta clase de personas son una carga pesada para la iglesia. Inutilizan la tierra y sus ramas estériles impiden que otros árboles disfruten de la gloriosa luz del cielo.5TPI 173.1

    No agrada a Dios que tantos de nuestros ministros radiquen en Battle Creek. Si sus familias estuvieran esparcidas en diferentes partes del campo serían de más ayuda. Es cierto que el ministro pasa apenas un corto tiempo en la casa; sin embargo, hay muchos lugares donde ese tiempo pudiera ser de más beneficio a la causa de Dios.5TPI 173.2

    Dice el Señor a muchos de los que están en Battle Creek: ¿Qué haces aquí? ¿Qué cuenta rendirás por haber abandonado tu labor asignada, convirtiéndote en estorbo y no en ayuda para la iglesia?5TPI 173.3

    Hermanos, os ruego que comparéis vuestro propio estado espiritual tal como lo es ahora con lo que fue cuando estábais ocupados activamente en la causa de Cristo. Mientras ayudábais y animábais a la iglesia cobrábais una experiencia útil y guardábais vuestras almas en el amor de Dios. Después de haber dejado de trabajar por los demás, ¿no se ha enfriado vuestro propio amor y no ha languidecido vuestro celo? Y a vuestros hijos, ¿cómo les va? ¿Están más afianzados en la verdad y más dedicados a Dios que antes de llegar a esta iglesia grande?5TPI 173.4

    La influencia que ejercen algunos que han estado largo tiempo vinculados con la obra de Dios es mortífera para la espiritualidad y la devoción. Estos jóvenes creyentes de corazón empedernido se han rodeado de una atmósfera de mundanalidad, irreverencia e infidelidad. ¿Os atrevéis a correr el riesgo de cosechar el efecto de estas asociaciones sobre vuestros hijos? Sería mejor para ellos que nunca obtuvieran una educación, si es que no pueden adquirirla sin sacrificar sus principios y la bendición de Dios.5TPI 173.5

    Entre los jóvenes que llegan a Battle Creek hay algunos que se mantienen fieles a Dios en medio de la tentación, pero el número es reducido. Muchos de los que vienen aquí llenos de confianza en la verdad, en la Biblia y en la religión han sido desviados por compañeros y han vuelto a sus hogares dudando la verdad misma que como pueblo atesoramos.5TPI 174.1

    Que todos nuestros hermanos que tienen en mente mudarse a Battle Creek o enviar a sus hijos allá, estudien bien el asunto antes de dar el paso. A menos que las fuerzas en este gran centro estén defendiendo la fortaleza, a menos que la fe y la devoción de la iglesia sean proporcionales a sus privilegios y oportunidades, ésta es la posición más peligrosa que podéis escoger. Yo he visto la condición de esta iglesia según la ven los ángeles. Tanto el pueblo como los guardas sufren de engaño espiritual. Mantienen una apariencia de religión, pero carecen de los eternos principios de justicia. A menos que haya un cambio decidido, una transformación definida en esta iglesia, la escuela de allí debiera ser trasladada a alguna otra localidad.5TPI 174.2

    Si la juventud que ha vivido aquí por años hubiera sabido aprovechar sus oportunidades, algunos de los que ahora son escépticos se hubieran dedicado al ministerio; pero ellos han considerado que dudar de la verdad es señal de superioridad intelectual y, han abrigado la infidelidad y se han jactado de su independencia. Han ofendido al Espíritu de la gracia y pisoteado la sangre de Cristo.5TPI 174.3

    ¿Dónde están los misioneros que debieran prepararse en este centro que es de la obra? Cada año se debieran enviar de veinte a cincuenta misioneros de Battle Creek al campo, para llevar la verdad a los que están en oscuridad; pero la piedad ha llegado a un punto tan bajo, la devoción está tan debilitada, y prevalecen de tal manera la mundanalidad y el egoísmo, que la atmósfera moral engendra un letargo que mata el celo misionero.5TPI 174.4

    No es necesario que vayamos a países lejanos para ser misioneros de Dios. A nuestro alrededor hay campos que están “blancos para la siega” y quien quiera recogerá “fruto para vida eterna”. Dios llama a muchos en Battle Creek que están muriéndose de pereza espiritual a que se vayan a donde él pueda emplearlos en su causa. Salid de Battle Creek, aunque esto requiera de vosotros un sacrificio pecuniario. Id a donde podáis ser una bendición para los demás. Id a donde podáis fortalecer alguna iglesia débil. Poned en uso las fuerzas que Dios os ha dado.5TPI 174.5

    Sacudid de vosotros el letargo espiritual. Trabajad con toda vuestra fuerza para que podáis salvar vuestras propias almas y las de otros. Ahora no es el tiempo de decir “paz y seguridad”. Para dar este mensaje no se necesitan oradores elocuentes. Ha de proclamarse la verdad en toda su punzante severidad. Se necesitan hombres de acción, hombres que trabajen con energía dedicada e inagotable en favor de la purificación de la iglesia y la amonestación del mundo.5TPI 175.1

    Ha de llevarse a cabo una gran obra; han de trazarse planes más amplios; ha de salir una voz para despertar a las naciones. Los individuos cuya fe es débil y vacilante no son los que llevarán adelante la obra en este tiempo de grave crisis. Necesitamos valor de héroes y fe de mártires. 5TPI 175.2

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