El miembro rebelde
Querida Hna. S,
Se me han mostrado algunas cosas con respecto a usted. No tiene una idea exacta de su verdadera condición. Necesita que la gracia haga en su corazón una obra profunda y completa. Necesita poner su corazón y su casa en orden. El ejemplo que da en el seno de su hogar no es digno de imitación. Ha alcanzado una norma baja; pero no ha logrado llegar a la norma elevada de su divino Señor. Le gusta hacer visitas y conversar, y dice muchas cosas impropias de un cristiano. Sus declaraciones son exageradas, y a menudo están muy lejos de la verdad. Sus palabras y sus actos la juzgarán en el día postrero. Por ellos será justificada o condenada. Su educación no ha sido ennoblecedora; por eso usted tiene ahora la tremenda necesidad de prepararse y educarse en la pureza de pensamiento y acción. Entrene sus pensamientos de modo que le resulte fácil espaciarse en las cosas puras y santas. Cultive el amor por la espiritualidad y la verdadera piedad.2TPI 282.2
Su conversación es a menudo de bajo nivel. Está engañando a su propia alma, y este engaño le resultará fatal, a menos que despierte para verse a sí misma tal como es, y se vuelva a Dios con verdadera humildad de corazón. Tiene la tendencia de mentir. Su hijo no tiene un conocimiento experimental de Dios ni de los sagrados requerimientos de la verdad. Sus padres le han hecho creer que es cristiano, pero es un representante por demás miserable de los cristianos observadores del sábado. Dios no permite que aceptemos a una persona de su clase como cristiana. Usted no disciplina a su hijo. Es testarudo y fanático. Tiene una noción muy vaga de la verdadera cortesía, y ni siquiera de la urbanidad común. Es tosco y sin cultura; no ama, y a la vez no es amable. Usted les dice a los demás que es cristiano, y al hacerlo deshonra la causa de Cristo. Este muchacho está bastante bien encaminado como para convertirse en un hipócrita educado. No tiene dominio propio, pero usted le hace creer que es cristiano.2TPI 282.3
La obra de reforma debe comenzar con usted. Su conversación debe llegar a ser casta; debe convertirse en una dueña de casa que ame los deberes domésticos, que ame a su esposo y a su hijo. Debe aprender a economizar su tiempo de manera que no le exija demasiado a sus fuerzas. Los livianos deberes hogareños que tiene que llevar a cabo puede hacerlos sin fatigarse si ejerce perseverancia y una diligencia adecuada. Pero tiene una obra que hacer en el sentido de controlar su lengua. Es un miembro pequeño que se vanagloría de grandes cosas; pero necesita de la rienda de la gracia y del freno del dominio propio para que no se vaya por donde le da la gana. Su conversación es de bajo nivel y usted se entrega a la charla barata. “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes”. Efesios 4:29.2TPI 283.1
Quiera Dios convencerla de estas cosas a medida que lee estas líneas. Le ruego que asuma la humilde dignidad de mujer y madre. Hay una responsabilidad que descansa sobre el padre. Los esfuerzos necesarios para dominar a su hijo deben ser unidos; este muchacho está avanzando con rapidez por el camino de la perdición. Usted debería procurar fervorosamente el adorno interior, el ornamento de un espíritu humilde y sencillo, que es de gran precio a la vista de Dios. Con paciencia, gracia y dulce humildad debería enseñar a su pobre hijo engañado los primeros principios del cristianismo, y de la verdadera urbanidad, es decir, de la cortesía cristiana. A menudo usted es apresurada y borras cosa. ¡Oh, qué importante es que usted se dé cuenta de la obra que se debe hacer por usted misma antes que sea para siempre demasiado tarde! Jesús la invita ahora a acudir a él, que es manso y humilde de corazón. Le ha prometido con seguridad que en él va a encontrar descanso. Tiene una gran obra que hacer. No engañéis vuestras propias almas; por lo contrario, examinaos a la luz de la eternidad. Es imposible que seáis salvos así como estáis.2TPI 283.2
Hna. S: su esposo podría ser de cierta ayuda en la iglesia si la influencia suya fuera lo que debería ser. Pero su ejemplo y su influjo lo descalifican para que él a su vez ejerza un ascendiente significante sobre la iglesia. Las influencias negativas del hogar sobrepujan sus esfuerzos por hacer el bien. Usted está totalmente descalificada para ser la esposa de un anciano de iglesia. Dios le pide que se reforme. Su esposo tiene una obra que hacer para poner su corazón y su casa en orden. Cuando se convierta, podrá fortalecer a sus hermanos.2TPI 284.1
Como familia, necesitan ser santificados por la verdad. Querida hermana: ¿Quisiera ver la obra que se tiene que hacer por usted, y emprenderla sin demora, para que su influencia sea salvadora? Obre en favor de su salvación con temor y temblor. Obre con sabiduría en favor de los que están fuera de la iglesia, redimiendo el tiempo. “Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis como debéis responder a cada uno”. Colosenses 4:6. “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si hay algo digno de alabanza, en esto pensad”. Filipenses 4:8.2TPI 284.2
Hay suficientes temas provechosos acerca de los cuales meditar y conversar. La conversación del cristiano debería referirse al Cielo, de donde esperamos a nuestro Salvador. La meditación acerca de las cosas celestiales es provechosa, y siempre estará acompañada de la paz y el consuelo del Espíritu Santo. Nuestra vocación es santa; nuestra profesión de fe, exaltada. Dios está purificando para sí un pueblo peculiar, celoso de buenas obras. Está actuando como el platero, que refina y purifica la plata. Cuando la escoria y otras impurezas hayan sido eliminadas, su imagen se reflejará perfectamente en nosotros. Entonces la oración de Cristo en favor de sus discípulos se cumplirá en cada uno: “Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad”. Juan 17:17. Cuando la verdad ejerce una influencia santificadora en nuestros corazones y vidas, podemos ofrecerle a Dios un servicio aceptable, y podemos glorificarlo en la tierra, al ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que existe en el mundo por causa de la concupiscencia.2TPI 284.3
¡Oh, cuántos no van a estar preparados cuando el Maestro venga para pedir qiie sus siervos le rindan cuenta! Muchos tienen muy poca idea de lo que significa ser cristianos. La justicia propia no valdrá nada entonces. Sólo podrán pasar la prueba los que posean la justicia de Cristo, estén imbuidos de su Espíritu, y anden como él anduvo, en pureza de corazón y vida. Ea conversación debe ser santa; entonces las palabras estarán sazonadas con gracia.2TPI 285.1
Quiera Dios ayudaros como familia a corregiros, a alcanzar las alturas de la vida, y en todos vuestros actos honrar vuestra profesión de fe. 2TPI 285.2
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