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Testimonios para la Iglesia, Tomo 2

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    El orgullo en los jóvenes

    Querida Hna. O,

    Tenía la intención de conversar con usted antes de salir de _____, pero muchas cosas me lo impidieron. Le escribo sin muchas esperanzas de que esta carta produzca algún cambio especial en su conducta en lo que a su experiencia religiosa se refiere.2TPI 157.2

    Me he sentido muy triste con respecto a usted. En las reuniones que celebramos en _____, me refería a principios generales y traté de alcanzar los corazones mediante un testimonio que esperaba produjera un cambio en su vida religiosa. He tratado de escribir, como en el Testimonio n.º 12, respecto de los peligros que enfrenta la juventud. Esa visión me fue dada en Róchester. Allí se me mostró que se había cometido un error en su educación a partir de su infancia. Sus padres creían entonces, y se lo dijeron, que usted era cristiana por naturaleza. Sus hermanas manifestaban un amor por usted que más se parecía a la idolatría que a la santificación. Sus padres tenían un amor no santificado por sus hijos, que no les permitía ver sus defectos. A veces, cuando se sublevaban un poquito, las cosas fueron diferentes. Pero usted ha sido mimada y alabada, hasta el punto de que su interés eterno ha sido puesto en peligro.2TPI 157.3

    Vi que usted no se conocía a sí misma. Posee una especie de justicia propia que la sume en el engaño con respecto a sus logros espirituales. A veces ha experimentado algo de la influencia del Espíritu de Dios. Pero no sabe nada de la transformación que se produce por la renovación del entendimiento. “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”. Romanos 12:2. Usted no ha tenido esta experiencia; por lo tanto, no tiene ancla. No es cristiana; pero se le ha dicho toda la vida que es cristiana por naturaleza. Ha dado por sentado que andaba bien, en circunstancias que estaba muy lejos de ser aceptada por Dios. Este engaño se ha ido desarrollando al mismo tiempo que usted iba creciendo, y se ha fortalecido a medida que usted se fortalecía, y amenaza con ser su ruina. Sus padres se han sentido celosos con respecto a sus hijos, y si éstos les traían informes de que alguien los había despreciado, se interesaban en ello y se enojaban inmediatamente, simpatizando con ellos, y cerraban directamente el camino del bien espiritual.2TPI 158.1

    Usted y su hermana P han manifestado mucho orgullo, que será como paja en el día de Dios. El amor propio y el orgullo -el orgullo por el vestido y la apariencia-, han prevalecido en ustedes. El egoísmo las ha apartado del bien. Ambas necesitan una conversión completa, una total renovación del entendimiento, una transformación cabal o, en caso contrario, no tendrán parte en el reino de Dios. Su apariencia, su buen aspecto, su vestido, no las congraciarán con Dios. Lo que el gran YO SOY nota es la valía moral. No hay verdadera belleza ni en la persona ni en el carácter aparte de Cristo; no hay verdadera perfección ni en los modales ni en la conducta sin las gracias santificadoras del espíritu de humildad, simpatía y verdadera santidad.2TPI 158.2

    Se me mostró que hay almas que se perderán como consecuencia de la influencia y el ejemplo de ustedes. Han recibido la luz y han tenido privilegios, y tendrán que rendir cuenta de ellos. Ustedes no son naturalmente religiosas ni devotas; por el contrario, tienen que hacer esfuerzos especiales para concentrar la mente en asuntos religiosos. El yo es prominente en ustedes. Su estima propia es muy grande; pero recuerden que el Cielo aprecia el valor moral, y considera que el carácter es precioso y valioso gracias al adorno interior, el ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios. El atavío costoso, el adorno exterior, los atractivos personales, se pierden en la insignificancia si se los compara con este valioso logro: un espíritu afable y apacible. El amor de ustedes por la satisfacción propia y los placeres, su falta de consagración y devoción, han perjudicado a muchos. No pudieron beneficiar a los que habían apostatado, porque las vidas de ustedes, en general, eran semejantes a las de los mundanos.2TPI 158.3

    Los que visitan _____ quedan con la impresión de que no hay realidad alguna en la religión de ustedes, gracias a ustedes y a otros jóvenes que no tienen experiencia religiosa. El orgullo se fortalece en ellos; aumentan el amor a la ostentación, a la liviandad y al placer, y las cosas sagradas no se perciben. Llegan a la conclusión de que han sido demasiado concienzudos, demasiado peculiares. Porque si los que viven en el mismo centro de la gran obra reciben tan poca influencia de las solemnes verdades que a menudo presentan, ¿por qué habrían de ser ellos tan peculiares? ¿Por qué habrían de temer gozar de placeres cuando al parecer ése era el objetivo de los que tenían más experiencia religiosa en _____?2TPI 159.1

    La influencia de los jóvenes de _____ se extiende a todos los lugares donde los conocen, y la falta de consagración de sus vidas es ya algo proverbial; y nadie ha tenido una influencia más perjudicial que ustedes mismas. Han deshonrado su profesión de fe y han sido miserables representantes de la verdad. El Testigo fiel dice lo siguiente: “Yo conozco tus obras, que no eres ni frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca”. Apocalipsis 3:15-16. Si, fueran frías, habría alguna esperanza de que se convirtieran; pero cuando la justicia propia lo ciñe a uno en lugar de la justicia de Cristo, el engaño es tan difícil de percibir, y es tan difícil desembarazarse de esa justicia propia, que el problema es muy difícil de solucionar. Un pecador, inconverso e impío, está en mejor condicion que los tales.2TPI 159.2

    Ustedes son piedra de tropiezo para los pecadores. Su falta de consagración es notable. Están derramando, en lugar de reunir con Cristo. Si Dios me ayudara a despojarlas de esos mantos de justicia propia, tendría esperanza de que pudieran redimir el tiempo y vivir vidas ejemplares. A menudo se han entusiasmado con ello, pero otras veces se han sumido de nuevo en su anterior inactividad y su justicia propia previa, de modo que tienen nombre que viven, en circunstancias que están muertas. El orgullo de ustedes amenaza con ser su ruina. Dios les ha hablado con respecto a este punto. Si no se reforman, les sobrevendrá aflicción; su gozo se convertirá en tristeza, hasta que humillen sus corazones bajo la mano de Dios. El Señor no acepta sus oraciones. Proceden de corazones llenos de orgullo y egoísmo. Usted, mi querida hermana, es vana; ha vivido una vida sin sentido, en circunstancias que si hubiera sido humilde, y hubiera vivido para bendecir a los demás, habría sido una bendición para sí misma y para todos los que la rodean. Quiera Dios perdonar a sus padres y hermanas por la parte que desempeñaron en hacer de usted lo que es, algo que Dios no puede aceptar, algo que, si no cambia, será paja que el fuego consumirá en el día del Señor.2TPI 159.3

    Cuando me mostró la actitud egoísta que prevalecía entre los que trabajaban en la oficina -y había algunos que estaban trabajando sólo por el salario que se les pagaba, como si formaran parte de una empresa común-, ustedes dos se encontraban entre ellos. Las dos eran egoístas y estaban preocupadas de ustedes mismas. Su anhelo consistía en complacerse a sí mismas y en obtener salarios más elevados. Esta actitud ha sido en gran medida una maldición para la oficina, y ha acarreado el desagrado del Cielo. Muchos han manifestado demasiada avidez para conseguir dinero. Todo esto es malo. Ha entrado un espíritu mundano, y Cristo ha salido. Quiera Dios apiadarse de su pueblo. Y yo espero que ustedes se conviertan.2TPI 160.1

    Han manifestado una actitud liviana, y han sido vanas y superficiales en su conversación. ¡Oh, cuán poco han mencionado a Jesús! Su amor redentor no ha inspirado gratitud ni alabanza, ni declaraciones destinadas a magnificar ni su Nombre, ni su amor inmarcesible y abnegado. ¿Cuál ha sido entre ustedes el tema de conversación? ¿A qué pensamientos se han dedicado con más placer? A decir verdad, se puede afirmar que Jesús y su vida de sacrificio, su gracia inmensa y preciosa, y la redención que a tan alto precio obtuvo para nosotros, apenas si figura en los pensamientos de ustedes; por lo contrario, sus mentes están ocupadas con cosas triviales. Complacerse a sí mismas, lograr objetivos en la vida que concuerden con sus gustos, ése es el tema que llena sus mentes. Me gustaría que no hubieran profesado haber resucitado con Cristo, porque no han cumplido los requisitos. “Si, pues, habéis resucitado con Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios”. Colosenses 3:1-2. Háganse esta pregunta: “¿He cumplido yo con los requisitos señalados aquí por el apóstol inspirado? ¿He puesto en evidencia por medio de mi vida que he muerto al mundo y que mi existencia está escondida con Cristo en Dios? ¿Estoy inmersa en Cristo? ¿Estoy apoyada en Aquel que ha prometido que siempre será un pronto auxilio en todo momento de necesidad?” La religión de usted no es formal, pero no comprende especialmente cuán débil, corrompida y vil es por naturaleza.2TPI 160.2

    “¡Cristiana por naturaleza!” Esta ilusión ha servido a muchos como un manto de justicia propia, y ha inducido a otros tantos a suponer que tienen esperanza en Cristo, sin un conocimiento vital de él, de su experiencia, de sus pruebas, de su vida de abnegación y sacrificio. Su propia justicia, que tanto valora, es semejante a trapos inmundos. Cristo, el amado Maestro, dice: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame”. Mateo 16:24. Sí, sígalo tanto en los buenos momentos como en los malos. Sígalo al amistarse con los más necesitados y desamparados. Sígalo al olvidarse de sí misma, y al abundar en actos de abnegación y sacrificio en beneficio de los demás; al no responder a la injuria con injuria; al manifestar amor y compasión por la raza caída. El no consideró preciosa su vida: la dio por todos nosotros. Sígalo desde el humilde pesebre hasta la cruz. El fue nuestro Ejemplo. Le dice que si quiere ser su discípula debe tomar la cruz, esa cruz despreciada, y seguirlo. ¿Puede beber de la copa? ¿Puede participar de ese bautismo?2TPI 161.1

    Las acciones de ustedes dan testimonio de que son ajenas a Cristo. “¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga? Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así también ninguna fuente puede dar agua salada y dulce. ¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre. Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad; porque esta sabiduría no es la que desciende de lo alto, sino terrenal, animal, diabólica. Porque donde hay celos y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa. Porque la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, sin incertidumbre ni hipocresía. Y el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz”. Santiago 3:11-18.2TPI 161.2

    Aquí se enumeran los frutos que son evidencias palpables de que quien ha estado caminando en el vigor de la vida ha experimentado un cambio, tan notable ciertamente que se le compara con la muerte. ¡De la vida activa a la muerte! ¡Qué figura notable! Si no han experimentado esa transformación, no descansen. Busquen al Señor con todo el corazón. Hagan de esto el asunto más importante de sus vidas.2TPI 162.1

    Tienen que rendir cuenta por el bien que podrían haber hecho en el curso de sus vidas si hubieran ocupado el lugar que Dios les había asignado, para lo cual él había hecho amplia provisión. Pero ustedes no glorificaron a Dios sobre la tierra al salvar las almas que se encontraban en torno a ustedes, porque no se proveyeron de la gracia y la fortaleza, la sabiduría y el conocimiento que Cristo les había provisto. Sabían cual era su voluntad, pero no la hicieron. Debe producirse una reforma bien evidente en ustedes dos, o jamás escucharán de labios de Jesús estas palabras: “Bien, buen siervo y fiel”. Mateo 25:21.2TPI 162.2

    En la noche del 12 de junio, después de leer ante la iglesia lo que antecede, se me mostró que mientras ustedes son descuidadas, orgullosas, egoístas e indiferentes a la salvación de las almas, la muerte está haciendo su obra. Uno tras otro las está abandonando para ir a la tumba. ¿Qué influencia han ejercido ustedes sobre los que participan de sus reuniones sociales? ¿Qué se ha dicho o hecho para conducir almas a Cristo? ¿Han sido ustedes diligentes a tiempo y fuera de tiempo para cumplir plenamente su deber? ¿Están listas para comparecer ante el tribunal de Dios en presencia de las personas que participaron de sus reuniones sociales? ¿Especialmente de aquellas que estuvieron bajo la influencia de ustedes y que murieron sin Cristo? ¿Están en condiciones de decir que sus vestiduras están libres de las manchas de su sangre? Mencionaré un solo caso, el de Q. ¿No recibirán ustedes ningún reproche en relación con ella? ¿Sobre ustedes, que recibieron tan buena influencia en el hogar? ¿Sobre ustedes, que tuvieron oportunidades tan favorables de desarrollar caracteres cristianos, pero que no se preocuparon para nada de las almas? El orgullo, la vanidad y el amor a los placeres recibieron el beneplácito de ustedes, y así desempeñaron su parte en deshonrar su profesión de fe y en inducir a esta pobre alma, que había sido sacudida y abofeteada por Satanás, a dudar la certeza de la verdad y la autenticidad del cristianismo.2TPI 162.3

    La frívola conversación de ustedes, compartida por otros jóvenes, resultaba desagradable. No había nada noble ni elevado en la actitud mental de ustedes. Todo era bla bla bla, chisme, risa insensata y vana, más bromas y chistes. Los ángeles han registrado las escenas que ustedes representaron vez tras vez. Por causa de los llamados tan solemnes que se les han hecho, de las censuras y advertencias que han recibido, ustedes son más pasibles de reprensión que otros jóvenes. Han tenido una experiencia más profunda y un mayor conocimiento de la verdad. Han vivido por más tiempo en _____. Se contaron entre los primeros que profesaron creer la verdad y ser seguidores de Cristo; pero la conducta llena de vanidad y orgullo de ustedes ha hecho más para dar forma a la experiencia de los jóvenes de ese lugar que la de cualquiera de los demás. A los que se habían convertido a la verdad los tomaron de la mano, por así decirlo, para llevarlos al mundo.2TPI 163.1

    Sobre ustedes descansa una gran culpabilidad, como asimismo sobre sus padres, que halagaron su orgullo e insensatez. Simpatizaron con ustedes cuando se las reprendía, y les dieron a entender que esas reprensiones eran inmerecidas. Usted, Hna. O, se ha creído bonita. Sus padres le han adulado. Procuró relacionarse con los incrédulos. Aparte de su profesión de fe, sus acciones no han concordado con lo que se esperaba de una niña prudente y modesta. Pero cuando este asunto se analiza considerando que usted profesa ser seguidora de Jesús, el manso y humilde, ha deshonrado su profesión de fe. Mi hermana: ¿acaso cree usted que esos vendedores no eran capaces de ver más allá del lustre que usted estaba ostentando a su alrededor? ¿Cree usted que se sentían tan cautivados con su bello rostro como para no ver debajo de la superficie y darse cuenta de cuál era su verdadero carácter superficial? Cuando usted se puso los adornos en la cabeza que pidió prestados en la tienda de la Hna. R, a continuación de lo cual se paseó en exhibición delante de esos vendedores, ¿cree usted que ellos no se dieron cuenta de la realidad? ¿Se olvidó usted que los ángeles de Dios estaban presentes, y que sus ojos puros estaban leyendo sus pensamientos, y las intenciones y propósitos de su corazón, tomando nota de cada acto para describir su verdadero carácter frívolo? Mientras usted se hallaba absorta por su charla con el vendedor que la estaba fascinando, porque adulaba su vanidad, si en ese momento hubiera mirado al espejo habría visto los gestos, y oído los cuchicheos de los que la observaban, y sus risas sordas a causa del espectáculo insensato que estaba dando. Estaba arrojando una mancha sobre la causa de la verdad. Si usted hubiera entrado en esa tienda sin que nadie la viera poco después de salir, y hubiera escuchado la conversación por tanto tiempo como la decencia lo hubiera permitido, habría escuchado algunas cosas acerca de las cuales nunca pensó antes. Se habría sentido herida y humillada al enterarse de la opinión que tenían de usted incluso esos frívolos vendedores. El mismo que la aduló descaradamente, se unió a las risas y burlas de sus compañeros por causa de la liviandad de su conducta.2TPI 163.2

    Usted podría ejercer una buena influencia en _____, y podría honrar a su Redentor. Pero en lugar de eso se convirtió en el hazmerreír de vendedores adulones y de jóvenes imberbes. Muchos se han dado cuenta de esta conducta inconveniente, y los que han notado sus inconsecuencias, aunque sean incrédulos y pretendan respetarla, en sus corazones la desprecian. Usted está siguiendo las pisadas de S, y a menos que sus padres se despierten y abran los ojos y vean su insensatez, compartirán su culpa. El pecado reposa sobre ellos y sobre sus hermanas por la conducta que han seguido al promover su orgullo y adular su vanidad. Si usted y sus hermanas fueran salvas, se darían cuenta de la condición peligrosa en que se encuentran los que no gozan de salvación. Llegará el día -a menos que se produzca un gran cambio en ustedes- cuando escucharán estas palabras de muchos labios: “Yo me relacioné con estos cristianos, pero nunca me hablaron del peligro en que me encontraba. Nunca me advirtieron de nada. Yo pensé que si me hallaba en peligro de perderme, no descansarían ni de día ni de noche hasta despertarme para que viera mi condición perdida. Ahora estoy perdido. Si yo hubiera estado en su lugar y hubiera visto a alguien en una situación similar, no habría descansado hasta que se diera cuenta de su condición, y hasta señalarles al Unico que podía salvarlos. Habéis sido buenos y complacientes servidores de Satanás mientras profesábais ser siervos de Cristo”.2TPI 164.1

    Hna. O: usted se ha sentido tan exaltada por la estima que tenía de sí misma, que no ha logrado tener una idea exacta de la opinión que los que la observan tenían en realidad de su carácter superficial. La consideran coqueta, y usted ciertamente se ha ganado esa reputación. Habría sido mucho más provechoso si hubiera prestado atención a la exhortación del apóstol: “Vuestro atavío no sea el externo..., sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios”. 1 Pedro 3:3-4.2TPI 165.1

    Los padres de ustedes han fallado muchísimo en la educación de sus hijos. Han permitido que quedaran exentos de responsabilidades que era de suma importancia que asumieran. Puesto que decidieron agradarse a sí mismos, se les permitió quedarse en la cama para dormitar durante las horas más dulces y encantadoras de la mañana, mientras sus padres complacientes estaban de pie haciendo frente a las responsabilidades de la vida. Estos hijos no han aprendido a resistir sus inclinaciones, a luchar contra sus propios deseos; no han aprendido a hacer frente a las dificultades. Se les han evitado en gran medida las responsabilidades del hogar, y esto les ha hecho daño. Nunca han aprendido lo que es la abnegación y el sacrificio. No están dispuestos a someterse a tareas que no les gustan. Su educación es sumamente deficiente. El orgullo y la vanagloria llenan sus corazones. La Hna. O se ha creído superior a sus amistades, y consideró que no merecían mucha atención y cortesía de su parte. Además tiene una voluntad obstinada que la induce a hacer lo que le da la gana sin tomar en consideración los deseos, las conveniencias ni las necesidades de los demás. Su actitud es desgraciada, y a menos que logre una victoria completa muchas sombras oscurecerán su senda y amargarán la vida de sus mejores amigos. 2TPI 165.2

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