Nuestro mensaje
El mensaje del tercer ángel, que abarca la proclamación del primero y el segundo, es el mensaje para este tiempo. Hemos de levantar en alto la bandera sobre la cual están escritas las palabras: “Los mandamientos de Dios y la fe de Jesús”. Pronto el mundo tendrá que encontrarse con el gran Legislador cuya ley ha sido quebrantada. No es este el tiempo de perder de vista los grandes asuntos que tenemos por delante. Dios llama a su pueblo para que ensalce su ley y la haga honorable.8TPI 209.2
“Cuando alababan todas las estrellas del alba, y se regocijaban todos los hijos de Dios” (Job 38:7), el sábado fue dado al mundo para que la humanidad recordara por siempre que en seis días Jehová creó los cielos y la tierra. Descansó el séptimo día y lo bendijo como día de reposo, dándolo a los seres que creó, para que lo recordaran a él como Dios verdadero y viviente.8TPI 209.3
Por su gran poder, no obstante la oposición de Faraón, Dios libró a su pueblo de Egipto para que guardaran su ley que había sido dada en el Edén. Los condujo al Sinaí para que escuchasen la proclamación de su ley.8TPI 209.4
Al proclamar los Diez Mandamientos a los hijos de Israel con su propia voz, Dios demostró su importancia. En medio de una grandiosidad pavorosa, dio a conocer su majestad y autoridad como Gobernador del mundo. Lo hizo para grabar en la mente de su pueblo la santidad de su ley y la importancia de observarla. El poder y la gloria con que fue dada la ley revelan su importancia. Es la fe una vez dada a los santos por Cristo nuestro Redentor hablando desde el Sinaí.8TPI 210.1