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Testimonios para la Iglesia, Tomo 8

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    Una obra que merece nuestra consideración

    El mal no se puede corregir, ni tampoco puede obrarse la transformación del carácter, por medio de unos pocos esfuerzos esporádicos. La santificación es la labor, no de un día, ni de un año, sino de toda una vida. La lucha por la conquista del yo, por la santidad y por el cielo, es una lucha de toda la vida. Sin un esfuerzo continuo y una actividad constante, no habrá ningún adelanto en la vida de piedad, ningún logro de la corona del vencedor.8TPI 326.5

    La evidencia más imponente de la caída del hombre de un estado más sublime es el hecho de que cuesta tanto regresar. La vía de regreso se gana sólo luchando arduamente, pulgada tras pulgada, hora tras hora. Por un momentáneo ejercicio de la voluntad, uno se puede colocar bajo la influencia del mal; pero se necesita más que un ejercicio momentáneo de la voluntad para quebrantar las ligaduras y llegar a vivir una vida más noble y santa. Podemos haber hecho la determinación y empezado la obra; pero lograr el objetivo requiere esfuerzo, tiempo, y perseverancia, paciencia y sacrificio.8TPI 327.1

    Acosados por innumerables tentaciones, nosotros debemos resistir con tesón, de lo contrario seremos conquistados. Si llegáramos al final de la vida sin haber concluido nuestra obra, esto significaría una pérdida eterna para nosotros.8TPI 327.2

    La santificación de Pablo fue el resultado de una batalla constante contra el yo. Dijo él: “Cada día muero”. 1 Corintios 15:31. Su voluntad y sus deseos diariamente chocaban con el deber y la voluntad de Dios. En lugar de dejarse llevar por sus inclinaciones, hacía la voluntad de Dios, sin importarle cuánto crucificara esto su propia naturaleza.8TPI 327.3

    Dios conduce a las personas paso a paso. La vida cristiana es una batalla y una marcha. En este conflicto no hay tregua; nuestros esfuerzos han de ser constantes y perseverantes. Es por medio de un esfuerzo incesante que podremos mantenernos victoriosos sobre las tentaciones de Satanás. La integridad cristiana ha de procurarse con energías tesoneras y mantenerse con un propósito resuelto y obstinado.8TPI 327.4

    Nadie será llevado al cielo sin un esfuerzo tenaz y perseverante de su parte. Todos han de empeñarse personalmente en este conflicto. Somos responsables individualmente por el resultado de la lid; si Noé, Job, y Daniel estuviesen en medio de la tierra, ellos por su justicia no podrían librar ni a hijo ni a hija véase Ezequiel 14:12-14.8TPI 327.5

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