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Testimonios para la Iglesia, Tomo 6

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    Reuniones para niños y escuelas de iglesia

    En todos nuestros congresos campestres debería trabajarse por los niños y los jóvenes. Debería celebrarse una reunión bíblica diaria para niños del jardín de infantes, bajo la dirección de maestros calificados. Preséntense a los niños, con lenguaje sencillo, lecciones de la Biblia y de la naturaleza. El empleo de métodos del jardín de infantes y de lecciones prácticas de la naturaleza, contribuirán definidamente a interesar a los pequeños. En algunas de nuestras concentraciones religiosas se han realizado reuniones para los niños dos veces al día. Después del estudio de la mañana, en días agradables, los maestros y los niños podrían hacer una caminata larga a la orilla de un río, o por el campo cubierto de hierba. En esas ocasiones convendría detenerse unos momentos para hablar brevemente sobre algún aspecto de la naturaleza. Se les pueden enseñar a los niños algunas parábolas de Cristo. La verdad se afirmará en sus mentes como un clavo metido con firmeza.6TPI 110.1

    En nuestra obra por los niños, el objetivo no debería ser únicamente educar y entretenerlos, sino trabajar por su conversión. Deberíamos pedir la bendición de Dios sobre la semilla sembrada, y la convicción del Espíritu Santo se apoderará aun de los pequeños. Si tenemos fe en Dios, seremos capacitados para guiarlos al Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.6TPI 110.2

    Esta obra es de importancia incalculable para los miembros más jóvenes de la familia del Señor. En estas reuniones, aun los niños que son favorecidos con una instrucción cristiana en el hogar, pueden aprender mucho, lo cual les será de gran ayuda. Si se enseña a los niños con la sencillez de Cristo, recibirán el conocimiento; y al regresar a sus hogares repetirán preciosas lecciones atesoradas en su corazón.6TPI 110.3

    Debería darse oportunidad a los menores para que reciban mejor instrucción en la Palabra de Dios. Se les debería explicar con claridad las verdades bíblicas. Las personas que poseen un conocimiento cabal de la verdad debieran estudiar las Escrituras con ellos, porque será semilla sembrada en terreno fértil.6TPI 110.4

    A estas reuniones para niños y adolescentes, bien conducidas, asistirán muchos que no son de nuestra fe, y las lecciones aprendidas las repetirán en el hogar. Los padres pueden ser alcanzados a través de sus hijos. En nuestros congresos campestres en Australia, estas reuniones han sido sumamente beneficiosas.6TPI 111.1

    A continuación un breve relato de la obra realizada en una concentración religiosa al aire libre en Australia, referido por alguien que participó en el trabajo:6TPI 111.2

    “Los niños fueron organizados el primer sábado en departamentos y clases, y los maestros empezaron su trabajo. Al comienzo había unos seis niños en el departamento de primarios y alrededor de quince en el de jardín infantes. Tan pronto como los niños que vivían en el vecindario supieron de las reuniones que se llevaban a cabo para ellos, empezaron a venir, y cada día había muchos que se sumaban a las clases. El promedio de asistencia fue de ochenta a cien niños y durante los domingos, el número era aún mayor. La mayoría de ellos asistía en forma regular. El mismo espíritu de fervor, atención y orden que distinguía los servicios entre los mayores, prevaleció también en las reuniones para los niños. Tanto en el trabajo de clases como en los ejercicios generales de repaso, el trabajo se organizó de tal manera que los niños participaron tanto en hacer como en prestar atención, y de esta manera, pronto se sintieron como en casa y su deseo de ayudar en parte del trabajo fue una muestra de su interés.6TPI 111.3

    “Cada lección se iniciaba con un ejercicio general, seguido por estudios por clases; y al tiempo de clausura, todos se reunían para un breve repaso y para cantar. En los ejercicios de apertura, después del canto y la oración, el lema y todos los versículos de memoria aprendidos previamente, eran recitados en conjunto, individualmente o ambos. Se presentaba una lectura o narración por algún niño que había consentido previamente en prepararla. El alfabeto de la Escritura era aprendido y recitado por los niños, cada uno escogía su propia letra y versículo. La selección y memorización de los versículos se hacía en la casa, y esta responsabilidad colocada sobre los niños fue un incentivo adicional para que asistieran el día siguiente y los días sucesivos.6TPI 111.4

    “Las rápidas respuestas en los ejercicios de revisión testificaban del gran interés manifestado en el trabajo por clases, y demostraban que muchas verdades valiosas se habían fijado en las mentes y los corazones de los niños. Cuando los niños regresaban a sus hogares, los padres se sorprendían de oírlos repetir la lección completa. Muchos padres expresaban de diferentes maneras su aprecio por la obra que se había hecho por los hijos y se lamentaban que las reuniones debieran terminar tan pronto.6TPI 112.1

    “Varios maestros de escuelas dominicales asistieron a las reuniones y declararon que estaban muy complacidos y que se habían beneficiado con el trabajo realizado. Algunas veces los padres venían con sus niños y parecían tan interesados como los niños mismos. Otros, aunque no estaban de acuerdo con nuestra manera de ver las cosas, se tomaron el trabajo de vestir adecuadamente a sus hijos y les permitieron asistir. Algunos padres comentaron que aunque no sabían lo que habíamos hecho con sus hijos, una cosa era evidente: los niños querían venir a las clases y no podían retenerlos en casa. Algunos de los niños venían de lugares retirados, y tenemos razones para creer que mucha de la semilla sembrada cayó en terreno fértil”. 6TPI 112.2

    *****

    La buena semilla sembrada en estas reuniones no debería dejarse perecer por falta de atención. Muchos padres se alegrarían si las instrucciones impartidas a sus hijos en los congresos campestres continuaran. Con gusto los enviarían a una escuela donde se enseñaran y practicaran los mismos principios. Cuando el interés de padres e hijos se despierta, es una oportunidad dorada para establecer una escuela para continuar la obra empezada en el congreso campestre.6TPI 112.3

    A medida que aumentan los creyentes y se organizan iglesias, dicha escuela será de gran valor para promover la permanencia y estabilidad de la obra. Los obreros que trabajan en nuevos lugares no deben sentirse libres para dejar sus campos de labor hasta que se hayan provisto las instalaciones y equipos necesarias para las iglesias bajo su cuidado. No solamente debe construirse una sencilla casa de adoración, sino que también deberían hacerse todos los arreglos necesarios para el establecimiento permanente de una escuela de iglesia.6TPI 113.1

    Este asunto se me presentó con gran claridad. Vi grupos de nuevos creyentes formados en muchos lugares, e iglesias que se construían. La gente nueva que había entrado a la fe, ayudaba con buena voluntad con sus manos, y los que tenían recursos económicos contribuían con ellos. En el sótano de una iglesia, sobre el terreno, se me mostró un salón hecho para una escuela donde los niños se educarían en las verdades de la Palabra de Dios. Se invitó a maestros consagrados a que fueran a esos lugares. La matrícula en esas escuelas no era numerosa, pero era un feliz comienzo.6TPI 113.2

    A medida que la obra se adelantaba, oí las voces de padres y niños que cantaban:6TPI 113.3

    “Si Jehová no edificare la casa,
    En vano trabajan los que la edifican;
    Si Jehová no guardare la ciudad,
    En vano vela la guardia”.
    6TPI 113.4

    “Alaba, oh alma mía, a Jehová.
    Alabaré a Jehová en mi vida;
    Cantaré salmos a mi Señor
    Mientras viva.
    No confiéis en los príncipes,
    Ni en hijo de hombre,
    Porque no hay en él salvación”.
    6TPI 113.5

    “Alabad a Jehová desde los cielos;
    Alabadle en las alturas.
    Alabadle, vosotros todos sus ángeles;
    Alabadle, vosotros todos sus ejércitos.
    Alabadle, sol y luna;
    Alabadle, vosotras todas, lucientes estrellas”. Salmos 127:1; 146:1-3; 148:1-3.
    6TPI 114.1

    El establecimiento de iglesias y la construcción de edificios para reuniones y escuelas se llevó a cabo de ciudad en ciudad. En cada lugar los creyentes llevaban a cabo esfuerzos unidos y perseverantes, y el Señor trabajaba para aumentar sus fuerzas. Se estaba estableciendo algo que proclamaría la verdad.6TPI 114.2

    Esta es la obra que debe hacerse en Estados Unidos, Australia, Europa y dondequiera se establezcan grupos basados en la verdad. Los grupos que se organizan requieren un lugar de adoración. Se necesitan escuelas donde se pueda ofrecer instrucción bíblica a los niños. El salón de clase es tan necesario como el edificio de iglesia. El Señor cuenta con personas para que se ocupen en la obra de establecer escuelas de iglesia tan pronto como se hace algo para preparar el camino para ellos. 6TPI 114.3

    *****

    En lugares donde los creyentes son pocos, que dos o tres iglesias se unan para construir un edificio escolar sencillo. Que todos participen en los gastos. Es apremiante para los observadores del sábado separar a sus hijos de las asociaciones mundanales y colocarlos bajo los mejores maestros, quienes harán de la Biblia el fundamento de todo estudio.6TPI 114.4

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