La ciudad de Nueva York
Mientras me encontraba en Nueva York durante el invierno de 1901 recibí luz acerca del trabajo que debía realizarse en esa gran ciudad. El curso que los hermanos debían seguir me fue mostrado noche tras noche. En el gran Nueva York el mensaje debe avanzar a manera de una lámpara que brilla. Dios suscitará obreros para que lleven a cabo esta tarea, y sus ángeles irán delante de ellos. Aunque nuestras grandes ciudades están llegando rápidamente a una condición similar a la del mundo antediluviano, aunque su perversidad las hace parecerse a Sodoma, sin embargo en ellas viven muchas almas honestas que experimentarán la convicción del Espíritu a medida que escuchen las sorprendentes verdades del mensaje adventista. Nueva York está listo para ser trabajado. En esa gran ciudad se dará el mensaje de la verdad con el poder de, Dios. El Señor anda en busca de trabajadores. El extiende su invitación a los que ya tienen experiencia en la causa para que acepten en el temor de Dios la responsabilidad del trabajo que debe realizarse en Nueva York y en otras grandes ciudades de los Estados Unidos y lo lleven a cabo. También pide que se le den los medios necesarios para realizar esta obra tan importante.7TPI 56.3
Se me indicó que no debiéramos sentirnos satisfechos por tener un restaurante vegetariano en Brooklyn, sino que debiéramos establecer otros en diversas secciones de la ciudad. La gente que vive en uno de los barrios del gran Nueva York no sabe lo que sucede en otras partes de esa gran ciudad. Las personas que coman en los restaurantes que se establezcan en diversos lugares experimentarán un mejoramiento de su salud. Estos se hallarán más dispuestos a aceptar el mensaje especial de la verdad divina después que se haya ganado su confianza.7TPI 57.1
Se deberían ofrecer clases de cocina siempre que en nuestras grandes ciudades se lleve a cabo un trabajo médico misionero; y dondequiera que se ponga en marcha un programa educativo misionero robusto, también se debería establecer alguna clase de restaurante donde se preparen comidas sanas y que sirva como ilustración práctica de la manera correcta de seleccionar los alimentos y de prepararlos en forma saludable.7TPI 57.2
Cuando me hallaba en Los Ángeles se me dieron instrucciones referentes al establecimiento de restaurantes vegetarianos y clínicas, no sólo en esa ciudad, sino también en San Diego y en otros centros turísticos de la parte Sur de California. Nuestros esfuerzos en estas líneas de trabajo deben incluir los grandes balnearios. Tal como la voz de Juan el Bautista se escuchó en el desierto con el mensaje de “Preparad el camino del Señor”, así también deben oírse las voces de los mensajeros del Señor en los grandes balnearios y centros turísticos.7TPI 57.3