Loading...
Larger font
Smaller font
Copy
Print
Contents

Testimonios para la Iglesia, Tomo 1

 - Contents
  • Results
  • Related
  • Featured
No results found for: "".
  • Weighted Relevancy
  • Content Sequence
  • Relevancy
  • Earliest First
  • Latest First
    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents

    Breve reseña de mis actividades

    Desde el 21 de octubre al 22 de diciembre de 1867

    Nuestra labor con la iglesia de Battle Creek acababa de terminarse, y a pesar de sentirnos muy agotados, nos habíamos reanimado espiritualmente de tal manera al ver los buenos resultados que nos unimos alegremente al Hno. J. N. Andrews en el largo viaje a Maine. En el camino tuvimos una reunión en Roosevelt, Nueva York. El Testimonio número 13 estaba haciendo su obra, y los hermanos que habían tomado parte en la deslealtad general estaban comenzando a ver las cosas en su verdadera luz. Esta reunión fue de arduo trabajo, y en ella se dieron certeros testimonios. Se hicieron confesiones, a las cuales siguió un retorno general al Señor de parte de los apóstatas y pecadores.1TPI 557.2

    Nuestra obra en Maine comenzó con la conferencia de Norridgewock el 1.º de noviembre. La reunión fue muy concurrida. Como de costumbre, mi esposo y yo dimos un testimonio claro y certero en favor de la verdad y la debida disciplina, y contra las diferentes formas de error, confusión, fanatismo y desorden que surgen a raíz de la falta de dicha disciplina. Este testimonio se aplicaba especialmente a la condición de las cosas en Maine. Espíritus indisciplinados que profesaban guardar el sábado se hallaban en rebelión y trabajaban por difundir el desafecto a través de la conferencia. Satanás los ayudó, y tuvieron cierto éxito. Los detalles son demasiado dolorosos y de muy escasa importancia general como para exponerlos aquí.1TPI 557.3

    Baste decir en esta ocasión que debido a este espíritu de rebelión, de crítica y en ciertos casos de una especie de celos infantiles, murmuraciones y quejas, nuestra obra en Maine, que podría haberse realizado en dos semanas, requirió siete semanas del trabajo más duro, laborioso y desagradable. Cinco semanas se habían perdido, y más que perdido, para la causa en Maine; y nuestro pueblo en otras regiones de la Nueva Inglaterra, Nueva York y Ohío, fue privado de cinco reuniones generales debido a que tuvimos que quedarnos en Maine. Pero al salir de ese estado nos sentimos confortados por el hecho de que todos habían confesado su rebelión, y que unos pocos habían sido llevados a buscar al Señor y abrazar la verdad. Lo siguiente, relativo a los ministros, el orden y la organización, se aplica en forma especial a las condiciones existentes en Maine. 1TPI 558.1

    *****

    Larger font
    Smaller font
    Copy
    Print
    Contents